
El cineasta Andy Warhol lo anticipó: “en el futuro todo el mundo tendrá sus 15 minutos de fama”. Esta cita fue un presagio en la década de los sesenta de una moda en boga: la plaga de los “reality shows” o Telerealidad. Estos programas, los encontramos en la mayoría de los canales de la televisión norteamericana, desde concursos, programas de bromas, busqueda de amor, hasta extraños viviendo juntos. Pero no hay canal que le gane a MTV y VHI; estos cuentan con un sinnúmero de “reality series” a cada hora. “Run’s House”, “Daddy’s Girls”, “A Shot at Love”, “Bromance”, “Made”, “Rock of Love”, “Charm School” y “Brooke Knows Best”, son sólo algunos de los programas más populares. No obstante, este género televisivo no es tan nuevo como parece. Comenzó en los años 50’ con el programa estadounidense “Candid Camera”, que contenía un formato parecido al programa puertorriqueño “Mira que TVO”, donde una cámara escondida graba a personas ordinarias que están siendo confrontadas con situaciones inusuales. Y en los años 70’, Estados Unidos vivió el “boom” del género con el programa “An American Family”, dónde una camara perseguía semanalmente la vida de una familia, que finalmente se convirtieron en estrellas de televisión. Sin embargo, no fue hasta la década de los noventa, cuando el canal de videos musicales MTV lanzó la serie “The Real World”, que la moda de la telerealidad cobró auge. El programa trata sobre 7 extraños que viven y trabajan juntos por 6 meses, y lleva más de una década al aire. Se ha filmado alrededor de los Estados Unidos, y hasta en Australia, París y, ahora, Cancún. Programas que siguen la vida de artistas, novelas “reales” como “The Hills”, millonarias en busca de mejores amigos como “Paris Hilton’s New BFF”, y la abundante cantidad de mujeres y hombres en búsqueda de amor, como Tila Tequila y Bret Michaels, son el pan de cada día en canales como MTV y VH1. Estos canales de televisión, vale recalcar, son seguidos por miles de jóvenes.
“Estamos en un momento en el cual todo el mundo quiere ser reconocido, y el reconocimiento hoy día no es económico, no es por acciones, es que te vean en un programa y te reconozcan”, explicó el profesor de comunicación audiovisual en la Universidad de Puerto Rico (UPR), José Rivera. Para Rivera el auge de estos programas se debe a que tienen como protagonista a los mismos televidentes. Asimismo, la profesora de la Escuela de Comunicación de la UPR Margarita Mergal explica que los televidentes se identifican, se sienten que no están solos y hay otros como ellos, con los mismos o parecidos problemas. Según Mergal, antes las personas tenían importancia por lo que brindaban a la comunidad, sin embargo, la comunidad ha ido decayendo, y nos encontramos en un mundo de medios electrónicos. “En este mundo la imagen farandulera es la que hace a la gente famosa. Lo que da importancia a las personas es lo que se ve en la televisión”, señaló la catedrática. Otro factor que ha llevado este género a la popularidad es que “los humanos desde que son humanos les gusta el chisme”, apuntó la Profesora. Por lo tanto, no sorprende que un programa como “The Real World” tenga tanto éxito. “Gusta porque volvemos a ‘la mujer ventanera’ de Salvador Dalí. Estamos espiando al vecino. Me asomo por la ventana, lo veo, se lo que hace y él no me ve a mí. La televisión lo facilita, y te pone, literalmente, la casa de cristal”, señaló Mergal. Pero, ¿cuán real es la teleralidad? “Todo lo que pasa por los medios está mediado. Nunca va a ser real, porque intervienen otras personas. Lo único que diferencia esto (los ‘reality shows’) es que, no son actores, y las personas dicen realmente lo que sienten”, afirmó Rivera. Mergal, por su parte, mencionó que estos programas tienen una producción muy cuidadosa, ya que son producto de inversiones millonarias. Aunque los productores no les entreguen un guión a los participantes, el programa es editado para crear una historia. Además, los mismos integrantes intervienen con el conocimiento de que hay una cámara que los está grabando, por lo tanto actúan de modo que puedan captar la atención. “Sé lo suficiente para saber que no es espontáneo. Los productores saben la fotogenia que quieren, personas atractivas, controversiales, siempre hay un hombre o una mujer gay”, indicó Mergal. Por ejemplo, la temporada pasada de “The Real World” tenía un gay, un transgénero, un mormón, una bailarina, un soldado, una modelo y una joven que fue abusada sexualmente.
Rivera aclaró que la telerealidad es un género relativamente nuevo que continuará en crecimiento, y que, con el tiempo, se sabrá si se podrá o no sostener. “Entiendo que se va a mantener, pero irá perdiendo auge, aunque siempre tendrá su público, como las telenovelas”, afirmó el Profesor. En esa onda, Mergal criticó que los productores de los programas de televisión expresen que llevan al público la programación que la audiencia quiere. “Es falso, el gusto hay que forjarlo y educarlo, creo que la gente puede pedir más si le dan la oportunidad”, sostuvo. La Profesora también denunció que las escuelas superiores no den clases de análisis de medios y contenidos para que puedan tener instrumentos para ser más exigentes en una sociedad de televisión, internet y medios electrónicos. “No es cuestión de demonizar a los medios, pero tampoco sacralizarlos, hay buena y mala programación, y ambas enseñan. Creo que se aprende mucho de los medios. No todo es Platón, Aristóteles o Foucault, tiene que haber también entretenimiento puro y sencillo, como los cuentos de hadas. Lo que hay que hacer es entenderlos, estudiarlos y ofrecer alternativas. Puedes producir basura y seguir dándola o insistir en televisión y periódicos de calidad”, sentenció Mergal.