De catarsis y piñatas épicas: A Alegría Rampante se le fue la mano
Cui, cui, cui. Hay que reírse. De todo o de casi todo. La alegría es rampante, no hay duda, aun cuando de vez en cuando se zafe la palabra “pesimista”. Es que Eduardo Alegría lleva ya un buen rato devorándose la música, viviéndose el teatro, gozándose y sufriéndose su arte, y muchos otros gerundios que…