Hoy, 5 de mayo de 2009, se celebra el aniversario 147 de la Batalla de Puebla, conflicto en el cual el ejército mexicano derrotó a las tropas francesas de Napoleón III que invadían suelo azteca. En conmemoración de este suceso, mexicanos en todas partes del mundo celebran este día con fiestas sazonadas de licor, música y buena comida. Esta costumbre también se da en Puerto Rico por medio de la comunidad mexicana que reside en la Isla, con la salvedad de que los puertorriqueños se unen a la fiesta, muchas veces sin saber de qué se trata. Y es que como pueblo, los puertorriqueños reconocemos nuestro gusto por las festividades, inclusive haciendo alarde de la frecuencia con la que celebramos feriados. Por eso, no resulta extraño que nos extralimitemos, llegando a coger celebraciones “prestadas”. Esta práctica estará en exposición esta noche en las calles de Río Piedras, que se llenarán de jóvenes universitarios celebrando a lo mexicano. En relación a este fenómeno, la joven Andrea Fernández Blanco, estudiante de periodismo, opina que “Corona se ha encargado de que se celebra aquí, aunque eso no tiene nada que ver con nosotros”. Por otra parte, para responder la pregunta de por qué se celebra este evento en la Isla, el joven Gabriel Rodríguez Carmona, de la facultad de Ciencias Sociales, hace otra pregunta: “¿que no se celebra en Puerto Rico?”. El chico exagera, pero no por mucho. Lo respalda el decir popular de que aquí hacemos fiestas “hasta para un bautismo de muñeca”. En retrospección, puede que esta costumbre se remonte al siglo XIX, cuando el gobernador Miguel De La Torre, nombrado por la corona española, estableció el régimen de la tres b: baile botella y baraja. En ese entonces, De La Torre aseguró que su política respondía a la filosofía de que el pueblo divertido no conspira. La sabiduría de ese pensamiento se refleja en el día de hoy, cuando los puertorriqueños disfrutarán de la celebración de un triunfo bélico ajeno, quizás por falta de uno propio.