Para el profesor y aspirante a la presidencia de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Arturo Avilés González, la educación universitaria debe ser accesible para todos, al menos hasta el bachillerato. Además, debería ser una institución donde la División de Educación Continua y Estudios Profesionales (Decep) y un campus virtual cobren protagonismo con el fin de internacionalizarla y generar ingresos.
El profesor de Administración de Empresas dijo a Diálogo que no favorece el cierre de recintos, aunque sí aboga por que se especialicen para aprovechar las fortalezas de cada uno.
Según su plan de trabajo, su presidencia se enmarcaría en los lineamientos del Plan Estratégico 2017-2022 de la UPR: Una Nueva Era de Innovación y Transformación para el Éxito Estudiantil. Se enfoca en tres puntos clave: vida estudiantil, iniciativas académicas y administración y gerencia.
- Vida universitaria: Propone facilitar la transición del estudiante de nuevo ingreso a la vida universitaria; realizar un Plan de Retención Estudiantil para, entre otras cosas, analizar, buscar estrategias y revisar procesos para aumentar las tasas de graduación; fortalecer la infraestructura tecnológica; continuar el desarrollo de los equipos atléticos y deportivos; buscar apoyo para mantener la celebración de actividades culturales en la UPR; y establecer un proceso de pago de matrícula a través de Internet.
- Iniciativas académicas: Apuesta a la revisión curricular para crear nuevos programas y evaluar la posibilidad de ofrecer programas a nivel graduado en las unidades más pequeñas. Plantea apoyar y fomentar la tarea investigativa desde nivel subgraduado; fomentar el desarrollo profesional del personal universitario, como el secretarial y los oficiales de oficinas de servicios, a los estudiantes mediante seminarios y otras experiencias educativas; mantenerse en cumplimiento con los requerimientos de acreditación de la Middle States Commission on Higher Education y fortalecer los esfuerzos de la Oficina de Planificación y Estudios Institucionales a estos fines.
- Administración y gerencia: Proyecta revisar y actualizar los manuales y procedimientos de las diversas oficinas y evaluar la distribución de trabajo entre el personal; ampliar la base de agencias a las que sirve la Institución, además de explorar nuevas oportunidades e identificar nichos de servicios; y mejorar la planta física.
Avilés González cuenta con un doctorado en Educación del Recinto de Río Piedras de la UPR. Fue rector de la UPR en Bayamón desde el 2009 al 2013 y dirigió el Departamento de Administración de Empresas de esa unidad en dos ocasiones. También presidió la Junta de Gobierno de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI) entre el 2011 y el 2013.
Previo a su labor académica, perteneció a la Guardia Costanera de los Estados Unidos.
Diálogo (D): ¿Cuál es su visión de una universidad pública?
Arturo Avilés (AA): El estándar debe ser educación superior de primera calidad y que esté a la altura de las mejores universidades del mundo. Eso para nosotros es un deseo extraordinario. La universidad pública debe estar accesible para todo el mundo. Nuestra sociedad no obliga al Estado a proveer educación si no es hasta grado 12, pero sabemos que hay un compromiso adicional de que la universidad debe estar disponible. Por eso las ayudas económicas y los esfuerzos que se hacen para llegar a todos los sectores de la población. La universidad del Estado debe estar ahí presente para todo el mundo, al menos hasta bachillerato. De ahí en adelante hay que tener una buena oferta, no todo el mundo continúa pero para los que quieren seguir mejorando su acervo profesional también tenemos que estar disponibles.
D: ¿Cómo?
AA: Lo importante que tenemos que hacer es mirar cómo podemos ser entes productivos. Hasta qué punto en la Universidad se están utilizando los recursos que tenemos. Ahora mismo, el mejor acervo de profesionales para adiestrar lo tiene la Universidad de Puerto Rico en todo su sistema. Inclusive, hasta de carácter internacional. Una de las mejores experiencias que yo tuve fue con la División de Educación Continua y Estudios Profesionales (Decep) de Bayamón. Atendíamos al Gobierno, a las empresas, atendíamos a los estudiantes, le dábamos el valor añadido al recinto porque ese era el brazo flexible y adicional que tenía la universidad. Yo noto que las divisiones se han adormecido. Hay que despertarlas y hay que ponerlas a trabajar para lo que ellos saben, que es adiestrar a esa población no tradicional que ya vino, se graduó y necesita una certificación, quiere estudiar su maestría, necesita unos mejoramientos profesionales. Me parece que podemos ser un poquito más agresivos y más activos en esa área.
D: O sea, ¿bajo su presidencia potenciaría al Decep?
AA: Oh sí, definitivamente. El Decep tiene las herramientas que se requieren de ser ágiles, rápidos, flexibles y podemos impactar al mercado inmediatamente.
D: ¿Lo propone como una manera de generar ingresos a la Universidad?
AA: Definitivamente. La Universidad tiene que comenzar a generar unos ingresos periferales que le permitan poder subsidiar a lo que ella se dedica. La Universidad tiene un fin social, no lo podemos olvidar. Que se diga que hay unos programas que están con poca matrícula, eso es en la parte material de la Universidad [en términos de números]. Si fuéramos a ver la Universidad como una empresa solamente, pues a lo mejor nos pueden dar una ‘F’, pero no la podemos mirar así. Tenemos que mirar la Universidad como un ente integral donde tiene una misión social importante y esa misión social importante es una inversión. No podemos verlo como un costo, es una inversión que el País está haciendo para mejorar su capacidad de producción y su pueblo trabajador. A lo mejor podríamos negociar y dialogar, que me parece que es lo que está faltando un poquito [en el presente]. En este preciso momento, la Universidad tiene que decir presente aspecto y que, tanto nosotros como los otros elementos que inciden en la Universidad, entiendan que tenemos que llegar a un punto medio donde todo el mundo pueda sobrevivir. El País es de todos. La Universidad es de todos. Hay que protegerla. Hay que respetarla y hay que cuidarla.
D: Lo que estamos viendo ahora, según múltiples sectores, es que quienes buscan respetar y proteger esa universidad parece ser solo un sector. El reclamo de estudiantes y profesores es que la presidencia de la Institución no se solidariza con esa misma lucha.
AA: Bueno, en ese sentido yo lo que quiero dejar claro es que cada sector está haciendo su parte. Los estudiantes se han sentido comprometidos con su universidad. Los docentes se han sentido comprometidos con su universidad. Ese sentido de compromiso los ha llevado a hacer llegar su voz de unas maneras diferentes. Tal vez la administración tiene otra manera de hacerlo y a lo mejor no lo han divulgado como deba ser, pero eso es lo que pasa con la falta de diálogo. La administración debe hacer todo lo que pueda de su parte. Si lo está haciendo o no lo está haciendo, yo dejo que el pueblo y los estudiantes lo juzguen.
D: En esa línea, ¿está de acuerdo que estudiantes, docentes y no docentes se manifiesten a través de piquetes, paros y una huelga?
AA: Estamos en una democracia. Podemos hablar de manifestaciones, huelgas, paros, y hay que ver dónde cada una de esas actividades caen dentro de un concepto de democracia y respeto. Todos tenemos el derecho de opinar, de expresarnos, pero lo tenemos que hacer de acuerdo a los cánones de una sociedad civil educada, muy formada y considerada. Claro, cuando llega tal vez el momento de hacer otro tipo de cosas [más elevadas en intensidad], hay que ver qué fue lo que causó que llegara a esos niveles. Mientras tanto, yo siempre he propuesto un diálogo abierto y siempre he propuesto que cuando es un diálogo de buena fe, se busca la manera de que no se tengan que llegar a los extremos. Ningún extremo es bueno, lo digo por experiencia.
D: La administración también ha expresado su disposición al diálogo, pero los estudiantes aseguran que es elusivo. ¿Con usted sería un proceder distinto?
AA: A mí me gusta ser diferente siempre. Hacer lo mismo es rutina. Siempre hay que buscar nuevas alternativas, nuevas ideas. Esto está en un ambiente que lo podemos recuperar y podemos volver a una paz institucional y que todos los sectores aporten. Los otros sectores [fuera de la Universidad] nos tienen que respetar. Tenemos que darnos a respetar todas las partes.
D: En su plan de trabajo menciona tres áreas clave: vida estudiantil, iniciativas académicas y administración y gerencia. ¿Cómo se llevarían a cabo con éxito, ya que usted entraría a la presidencia con un presupuesto sumamente limitado, pues se da por sentado el recorte de $450 millones?
AA: Yo no pienso en los $450 millones como si fuera un corte completo de cantazo. Pienso que se pueden ir buscando alternativas de producción donde hay unos mercados que la Universidad no los ha desarrollado plenamente.
D: ¿Como cuáles?
AA: Llevamos diez años o más pensando en una universidad virtual, ¿y dónde estamos? ¿Cuántas instituciones nos han pasado por el lado y nosotros lo que hacemos es mirándolas, saludándolas y diciéndoles adiós? Ellas ya tienen sus campus virtuales totalmente funcionales. Esa es una alternativa digna de apreciar.
La población de estudiantes no tradicionales es otra. Observen los estacionamientos de las universidades en la noche. Hay una población cautiva que requiere que la Universidad les atienda. Hoy día, la gente cambia de empleo y condiciones. Estudiaste contabilidad y de momento estás en un trabajo de mercadeo y necesitas poder echar hacia adelante o mejorarte, pues la Universidad tiene que meterse ahí y trabajar de una manera más agresiva porque los estamos dejando ir.
Tenemos también que analizar cuánto tiempo llevamos amasando la idea de una buena organización de exalumnos. A nosotros nos parece que deberíamos mirar en detalle la configuración de esa organización y darle unos matices diferentes, establecer unos concilios, no solo en Puerto Rico. ¿Por qué por ejemplo sí existe, y perdonen la analogía pero quiero que entiendan la idea, cómo existe el Club de Leones, y la gente colabora con ellos y hace una labor social extraordinaria y prácticamente subsisten sin costo alguno? ¿Por qué nosotros no podemos hacer eso mismo? Todo lo podríamos llevar a cabo con personal voluntario. Vamos a dejar ya la burocracia de puestos y que tenemos que hacer las cosas por dinero.
Por otro lado, ¿por qué no podemos tener una universidad virtual completa con las características de recinto, que tenga su flexibilidad? El recinto número 12. Eso lo estamos pensando desde el 2008, más o menos. A veces nos matamos nosotros mismos las ideas, porque todos queremos prevalecer. Es hora que la Universidad cambie su paradigma. No podemos estar en la Universidad del 1903. Si seguimos ahí, nos vamos a quedar en el fondo.
D: Ya que menciona el “Recinto 12” e inicialmente habló que una universidad pública debe ser accesible, ¿como presidente estaría dispuesto a consolidar recintos? ¿Cómo lidiaría con ese planteamiento que actualmente está en discusión?
AA: Si hay un joven que vive en Jayuya y ya no hay unidades pequeñas, ¿qué alternativas le quedan? Muy pocas. Entonces, ¿estaríamos cumpliendo la misión [de la UPR]? ¿A quién le estamos entregando ese joven? Al sector privado. Nosotros tenemos que mantener nuestras unidades. Si nosotros aprovechamos y capitalizamos esos otros mercados existentes y otros nichos, entonces estaríamos logrando mantener nuestras unidades. Es un cambio de paradigma extraordinario que no se puede confundir con la comercialización. Podemos tener unos proyectos específicos para cada una de ellas y que se desarrollen en sus áreas de especialidad.
D: O sea, ¿que sean recintos especializados?
AA: Sí. Bayamón es la tercera unidad en matrícula, ¿entonces la vamos a cerrar porque queda disque a 20 minutos del recinto principal? ¿Y qué vas a hacer con esa matrícula que viene de Barranquitas, Comerío, Aguas Buenas y esos pueblos del centro de la Isla que no podrían llegar al recinto principal? Volvemos, ¿a quién se lo estamos dando? Cada una de esas unidades tiene que tener conciencia de que no podemos ser centros de costo, tenemos que ser centros de producción. Los centros de producción traen recursos, riqueza.
D: No obstante, en su plan de trabajo, usted habla que todo programa debe mostrar su eficiencia. ¿A qué se refiere con eso?
AA: Ven acá, ¿para qué yo quiero graduar un 100% de mis estudiantes si después no consiguen empleo? Ahí es donde la Universidad le prueba a las instituciones del gobierno y las instituciones acreditadoras que realmente está cumpliendo con su misión, porque nosotros queremos sacar un ente productivo al País. Tal vez hay un programa de Artes Liberales que no tiene la matrícula que quisieran tener, pero y si nosotros dejamos de ofrecer ese programa, ¿quién lo ofrece? ¿Estará servida nuestra propiedad entonces si lo miramos desde un punto de vista materialista? Pero bueno, también tenemos que ser responsables. Tampoco es que vamos a tirar los recursos a la calle. Tenemos que mirar la eficiencia, porque podemos ser efectivos, pero no necesariamente eficientes. Hay ocasiones en que el servicio se puede ofrecer, pero tenemos que estar conscientes de que los recursos estén bien utilizados y todos tenemos que poner de nuestra parte.
D: ¿Qué significa la UPR para usted?
AA: La UPR significa para mí un sueño. Un sueño de verla donde yo quisiera verla. Que sea una de las mejores universidades a nivel internacional, porque lo podemos hacer. Nosotros tenemos el don más grande del mundo: tenemos prácticamente dos mercados grandísimos. Ni tenemos que limitarnos a un mercado de Norte América ni podemos olvidar el mercado de Sur América y Centro América, porque también somos hispanos. En Estados Unidos hay una población hispana grandísima. Hasta Europa, ¿por qué no podemos llegar a Europa con nuestra universidad virtual? Esa es la universidad nuestra. Si usted observa, en toda esta crisis que ha atravesado el País, ¿de quién se ha hablado más? ¿Quién ha estado en la palestra ahí? La Universidad de Puerto Rico, porque es nuestro corazón.
Junto a Avilés González, también son evaluados para el cargo los doctores Carlos Colón de Armas, Martha Quiñones, Nivia Fernández y Miguel Muñoz. Esta semana Diálogo publicará las entrevistas realizadas a cada uno de ellos.
Dentro del proceso de búsqueda y consulta del próximo presidente o la próxima presidenta de la UPR resta que los Comités de Consulta de los Senados Académicos evalúen a los aspirantes y sometan sus informes a la Junta de Gobierno (JG) no más tardar del 1 de junio de 2017, a las 4:00 p.m.
Desde el 2 hasta el 16 de junio, el Comité de Búsqueda y Consulta de la JG evaluará esos informes y entrevistará a los candidatos recomendados. Desde el 19 hasta el 30 de junio, ese comité rendirá su informe a la JG y recomendará a un candidato.
En julio, la JG designará al presidente de la UPR.
Como parte del proceso, el doctor Avilés sometió una carta de intención, plan de trabajo, curriculum vitae y referencias para ser considerado para la presidencia de la UPR. Las puede ver aquí:
Documentos Avilés by Diálogo on Scribd
Lea el resto de las entrevistas a los candidatos:
Arturo Avilés: “La Universidad es de todos y hay que respetarla”
Carlos Colón de Armas: “Lo que soy se lo debo a la UPR”
Miguel Muñoz: “Yo puedo aportar mucho a la Universidad”
Martha Quiñones: “Destruyes a la Universidad de Puerto Rico y destruyes el futuro”
Nivia Fernández: una fortaleza “mi capacidad para el trabajo colaborativo”