Entre campañas plebiscitarias, abstención pasiva y memes de ‘sin y con estadidad’, la administración de Ricardo Rosselló Nevares realizó ayer el plebiscito donde la opción de la estadidad prevaleció con 502,616 votos.
Esta vez, la estadidad se impuso ante la independencia que obtuvo 7,779 votos y ante el Estado Libre Asociado (ELA) que logró 6,821. Durante el proceso plebiscitario, de los 2,260,804 electores registrados en la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) solo medio millón ejerció su derecho al voto.
Como es de esperar estos resultaron provocaron diferentes reacciones. Para Héctor Ferrer presidente del Partido Popular Democrático (PPD) representan una “derrota”, pues ocho de cada 10 electores no ejercieron su voto. Similar a Ferrer, María de Lourdes Santiago, vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) calificó el plebscito como un “fracaso”.
Pero, para Rosselló Nevares los puertorriqueños enviaron “un mensaje fuerte y claro al mundo, reclamando la igualdad de derechos como ciudadanos americanos”.
Ante esto, José Garriga Picó, profesor de ciencia política del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP), expresó que “el principal beneficio que se puede obtener es un voto a favor de la estadidad demostrando que el pueblo de Puerto Rico quiere un cambio en el estatus hacia esa fórmula y que ese voto ayudará a Puerto Rico en todos los otros ámbitos, incluyendo el salir de la crisis en que nos encontramos por la situación económica”.
“Es una oportunidad del pueblo para expresarse a favor del cambio y a favor del progreso para salir de la crisis en que nos encontramos. A favor de reafirmar nuestros derechos civiles como ciudadanos americanos, a favor de decir que queremos dejar atrás las divisiones que hemos tenido y unirnos todos en un proyecto común y que ese proyecto común sea la afirmación puertorriqueña dentro del marco de la nación norteamericana”, sumó.
En cuanto al llamado del boicot que hicieron los partidos de la oposición, Picó explicó que el PIP utilizó una “medida protectiva, para poder reclamar que no participaron”. Esta declaración surgió luego que explicara que el partido independentista originalmente iba a participar de la consulta, pero este se quitó una vez la opción del actual estatus colonial fue añadido en la papeleta.
Sin embargo, para José Javier Colón, también profesor de ciencia política de la UPRRP, los resultados de la consulta se acercaron bastante a “lo que se podía esperar en un plebiscito que convocó a un solo sector de Puerto Rico”. También agregó que el proceso fue recibido con “bastante indiferencia”, por el electorado.
“Obviamente lo que estaba buscando el PNP era fortalecer el reclamo político a favor de la estadidad en el Congreso. Es difícil imaginarse cómo puede favorecerse en el Congreso la idea de que una decisión tan definitiva de escoger la estadidad como una condición política final para Puerto Rico esté avalada por cerca de un 25% del electorado”, indicó.
Según Colón, la estadidad en cierto sentido “es la decisión más final que puede tomar el pueblo de Puerto Rico en materia de estatus” pues una vez se decida solicitar la misma y sea aceptada por el Congreso y el Gobierno de Estados Unidos, habría una doctrina de no recesión.
“Es una decisión definitiva así que es una razón adicional para pensar que una decisión electoral sobre la estadidad debería estar avalada por los votantes, se ha hablado de una súper mayoría y en este caso es una súper minoría la que está solicitando la estadidad”, explicó.
El profesor aclaró que el hecho de que hubiera poca participación durante este proceso de consulta de estatus no significa que sea un índice para una baja en la participación en las próximas elecciones. “Es que la forma en que estaba construido este plebiscito solo atraía a los que están más intensamente interesados en que Puerto Rico sea un estado de Estados Unidos y eso aparentemente es una cuarta parte del electorado en estos momentos”.
Anteriormente en el primer plebiscito en la historia de Puerto Rico realizado en el 1967, el ELA logró 424,132 votos sobre la estadidad obtuvo 274,312 votos, mientras que la independencia obtuvo 4,248. En el segundo dado en 1993 bajo el primer mandato del exgobernador Pedro Rosselló, el ELA prevaleció con 826,326 votos frente a 788,296 votos a favor de la estadidad y 75,620 personas optaron por la independencia.
Durante el tercer intento celebrado en el 1998 bajo el segundo mandato de Rosselló, la estadidad perdió al obtener 728,157 votos frente a la llamada quinta columna de ‘Ninguna de las anteriores’, la cual logró 787,900 votos. Finalmente el la cuarta consulta plebiscitaria dada en el 2012, la estadidad ganó con 834,191 votos frente al ELA con 454,786. La independencia sacó 74,895 votos mientras que 498,604 personas optaron por dejar la papeleta en blanco.
Dentro de los ahora cinco procesos de consulta plebiscitaria llevados a cabo en la historia del país, solamente la primera fue celebrada bajo el PPD en el poder. Las cuatro restantes fueron bajo gobiernos del PNP en el cual dos de ellas la estadidad no fue favorecida.
Por otro lado, Efraín Vázquez Vera, doctor en relaciones internacionales y exrector de la Universidad de Puerto Rico en Humacao, comentó que no esperaría una reacción del gobierno norteamericano en favor de respetar y de actuar consecuentemente.
“Me gustaría que el Congreso norteamericano aceptara los resultados y digamos que los tramitara porque yo estoy seguro que el resultado de esa tramitación será un rechazo hacia la anexión. Eso permitiría que Puerto Rico avance hacia la descolonización”, declaró.
Vázquez Vera expresó que el efecto que él quisiera que tuviese la consulta sea que se aprenda la lección y “que sea la última vez que nos gastemos los millones de dólares en una consulta que no es vinculante y que además fue amañada y no consensuada entre todas las fuerzas políticas de los Estados Unidos”.
En relación a esto, Colón mencionó que el hecho de que no haya compromiso del Congreso, el nivel de división política que existe entre los puertorriqueños y el no saber las consecuencias políticas, harán que el proceso de consulta de estatus siga siendo un ejercicio en futilidad.
Por su parte, Vázquez Vera sostuvo que le parece increíble que haya un liderato político puertorriqueño que gastó millones de dólares en una consulta que “resultó ser un fiasco, que haya tratado de imponer sus criterios y el amaño sin ninguna consecuencia política”.
“Eso me resulta inaudito. ¿Cómo es posible que se quiera pretender que luego de lo ocurrido, de haberse gastado esos millones, de que nadie fue prácticamente a votar no haya una responsabilidad política para los que impusieron y promovieron esa consulta de estatus? En otros países esos políticos renunciarían”, manifestó el profesor del campus humacaeño.
Memes toman su rol en el plebiscito
Dentro de la indiferencia que hubo durante el proceso plebiscitario el profesor Colón destacó el rol que tuvieron los memes en las redes sociales.
Según Colón, lo que prevaleció durante el proceso de consulta de estatus fue una “indiferencia cínica” que se manifestó a través de los memes en las diversas redes sociales. “Eso es un fenómeno que hay que estudiar porque fue muy intensa la campaña de los memes en términos un poco burlones de cómo iba a cambiar Puerto Rico de un día para otro si ganaba el voto para la estadidad”.
Asimismo, dijo que el nivel de expresiones en contra del plebiscito en las redes sociales fue bastante consistente y que tuvo un efecto en la conducta electoral. También añadió que en cierto aspecto dicha campaña fue espontánea e intensa y que se sintió de una forma “bastante permanente”.