Las redes sociales anónimas no son algo nuevo, pero últimamente se ha empezado a hablar de ellas con relación al uso que suelen darles los menores.
La principal característica de este tipo de redes es que no suelen pedir que el usuario se registre para empezar a compartir información, sino que basta con entrar a la página o descargar la aplicación para empezar a interactuar.
Esto las hace atractivas, porque cualquiera puede ingresar y empezar a entablar contacto con los usuarios que están activos en ese momento. El problema surge cuando los padres ignoran su existencia y las posibilidades que tienen los menores en ellas.
En relación a su contenido se puede encontrar de todo: desde comentarios triviales sobre el estado del clima hasta temas que pueden incluir alguna confesión sobre el estado de ánimo, la búsqueda de un consejo o publicaciones con contenido sexual.
“Las redes sociales no son malas, lo malo es el uso que puedan hacer de ellas. Este tipo de redes sociales abre las puertas a que se intercambie una gran cantidad de información sin mayor control, dejando a los más chicos expuestos a contenidos que quizá no sean los más apropiados para ellos. El hecho de poder publicar de manera anónima trae consigo una serie de riesgos a los cuales los menores se pueden enfrentar, y de ahí la necesidad de que los adultos los conozcan, para actuar en consecuencia primando ante todo el diálogo con los chicos”, mencionó Camilo Gutiérrez, jefe del Laboratorio de ESET Latinoamérica, empresa dedicada a la detección de amenazas en la Internet.
La oferta de redes sociales como Ask, Voxed y aplicaciones como Whisper se popularizaron en el último tiempo. En ellas la premisa es interactuar con otros usuarios sin exponer la identidad, el sitio donde se está o cualquier otro tipo de dato individual. A estas se suman ahora redes como Sarahah, con un enfoque un poco diferente, ya que en esta red se hacen comentarios anónimos sobre un perfil que alguien previamente crea y deja público para que otros opinen.
Uno de esos riesgos es lo fácil que pueden utilizarse estas redes para propagar mentiras, rumores o información falsa. Esto pasa a nivel generalizado con la gran cantidad de información que se puede consumir desde Internet, pero en estas redes se acentúa al permitir la interacción directa entre usuarios.
Asimismo, otro riesgo latente es el ciberbullying y el grooming (captación de niños y niñas por medio de Internet con fines sexuales) ya que es un campo propicio para su desarrollo. Desafortunadamente, entre algunos usuarios se suele dar el uso de estas redes para acosar constantemente a otros a través de la publicación de detalles de sus vidas privadas.
“La realidad es que algunas plataformas suelen cuidar un poco más lo que se publica. Sin embargo, los filtros que utilizan no suelen 100% efectivos y pueden quedar algunas publicaciones con contenido inapropiado para menores. Por otro lado, garantizar que los menores no accedan a este tipo de sitios es algo complejo, dada la gran variedad de opciones que tienen para hacerlo. Por lo tanto, enseñar con el ejemplo y establecer medidas de seguridad preventivas es lo que va a garantizar que puedan disfrutar de la tecnología de una forma segura”, concluye Gutiérrez.
¿Cómo proteger a los adolescentes?
Según el experto, existen una serie de guías esenciales para el manejo correcto de la Internet por los menores, como las que se presentan a continuación:
- Acompáñelos en sus primeras experiencias en la web
Asegúrese de estar presente en sus primeros pasos. Los primeros contactos del niño con la Internet son una buena oportunidad para sentarse con ellos y guiarlos durante esa nueva aventura.
- Defina condiciones para el uso de Internet
En primera instancia, se deben establecer las reglas para la utilización de Internet en el hogar. Supervisar la cantidad de horas y fijar horarios permitidos son buenas prácticas para esta medida.
- Sea un buen ejemplo
Los niños normalmente toman el reflejo de los padres en su comportamiento, sea en línea o no. Si los demás miembros de la familia mantienen una conducta positiva, esta se transmitirá inmediatamente al niño.
- Utilice herramientas de control parental
Aproveche la tecnología existente y utilícela a su favor. Las herramientas de control parental permiten bloquear sitios que contengan material potencialmente ofensivo. En algunos casos se puede impedir el acceso a determinada categoría de páginas.
- Enseñe a no compartir información que pueda identificarlos
Es importante aclarar a los niños que en el mundo virtual, no todas las personas son amigos y que algunos podrían hacerles daño. Por lo tanto, es clave no compartir información como dirección, teléfonos, instituciones a las que asisten, etcétera. A su vez, el niño debería estar debidamente autorizado por sus padres, antes de compartir fotos familiares en Internet
- Mantenga abierto el diálogo
Fomente una comunicación con sus hijos acerca de lo que ven en Internet. Procure ubicar el equipo en un lugar común de la casa donde pueda estar bajo su supervisión y no en su dormitorio.
- Nadie debe conocer sus contraseñas
Las contraseñas son como las llaves de la casa. No deben existir copias en manos de extraños. Nunca se debe dar una contraseña, ya sea por Internet o personalmente, dado que esta nunca debería ser solicitada por ningún proveedor de Internet, servicio de correo electrónico o cualquier otra organización.
- Informar los acosos inmediatamente
El ciberacoso (cyberbullying en inglés) es la manifestación de los acosos personales a través de Internet. Sus efectos, de igual manera que los acosos fuera de la web, dañan al niño psicológicamente de forma recurrente y repetitiva. Por eso, se debe orientar a que el niño informe a sus padres inmediatamente, en caso de ocurrencia de este tipo de agravios.
- Las transacciones financieras en línea son para los adultos
Comprar en Internet no debe representar un problema, siempre y cuando, esta actividad se realice de forma prudente. El envío de información personal financiera debe ser realizado bajo la supervisión de los padres hasta que los hijos comprendan las medidas a llevar a cabo.
De acuerdo con Gutiérrez, “denegar el acceso a las tecnologías, no es una solución posible. Estas son parte del día a día de los niños, y son cada vez más importantes para su crecimiento”.
Por lo tanto, el experto concluye en que “los padres deben asistir el uso de las mismas y participar en la interacción del niño y las computadoras. Además, vale destacar que muchos de estos riesgos también pueden afectar a los adultos, por lo que muchas de las precauciones aquí descriptas, deberían realizarse siempre y para todas las edades”.
“La seguridad de los niños es responsabilidad de todos, y seguir los consejos brindados en esta guía ayudará a los adultos a proteger mejor la información, los sistemas, y la propia integridad de los menores de edad”, apuntó.