La Biblioteca General del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) solicitó y recibió una subvención del National Endowment for the Humanities con el fin de capacitar a más de 100 asistentes sobre adiestramiento y planificación de desastres en bibliotecas, archivos y museos, además de evaluar las colecciones de estos espacios, realizar tareas de limpieza, reubicación de materiales dañados y desarrollar planes de preparación para casos de desastre.
Con el auspicio de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, el RUM consiguió traer a Miriam Centeno, coordinadora de Cuidado de Colecciones de Biblioteca en esta institución estadounidense.
Fueron tres las conferencias ofrecidas en la unidades de Mayagüez, Ponce y Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, las cuales contaron con la participación de más de un centenar de personas provenientes de diferentes instituciones culturales de la isla, como bibliotecarios, directores de museos, archiveros y representantes del sistema público y privado. Del recinto riopedrense asistieron además estudiantes de bibliotecología.
También, gracias a la donación de la American Library Association y de la compañía Gaylord, se otorgó a las instituciones participantes un ‘kit’ con muestras de materiales de protección personal y una ‘rueda de salvamento’, desarrollada por Heritage Preservation, con instrucciones en español sobre preparación ante desastres.

Centeno es la encargada de Cuidado de Colecciones de Biblioteca en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. (Suministrada)
La puertorriqueña Centeno aseguró que, durante una visita realizada a la UPR en Humacao, pudo constatar que el daño sufrido en el área fue devastador, pues continúan lidiando con problemas de electricidad y comunicaciones. Además, afirmó que tras conocer las condiciones después del huracán María, se deben enfatizar los esfuerzos para conseguir recursos que ayuden a Puerto Rico.
Asimismo, la responsable de la preparación para desastres, control ambiental y climático de la Universidad de Illinois, manifestó que esta situación se puede tomar como una oportunidad, para que las entidades correspondientes entiendan que se deben tomar las medidas necesarias para salvaguardar el acervo cultural de la isla.