
Washington, D.C. – La semana pasada se cumplieron 25 años desde que se firmara la ley que convertía en ilegal el consumo de alcohol en personas menores de 21 años. Y, mientras que hoy en día miles de personas buscan combatir los devastadores efectos del alcoholismo como enfermedades y accidentes automovilísticos por conducir bajos sus efectos, analistas aseguran que la ley que firmara el presidente Reagan no tuvo el efecto esperado. “El convertir a los 21 años en la edad legal para el consumo de alcohol no ha funcionado”, dijo el doctor Morris Chafetz, fundador del National Institute for Alcoholism and Alcohol Abuse. En un inicio, Chafetz apoyó la ley con escepticismo, pero hoy está convencido de su falta de efectividad. “Es cierto que las fatalidades causadas por conducir bajo el efecto del alcohol son menores que en 1982. Pero han disminuido en todos los grupos de edades, y también han bajado en igual cantidad en Canadá, donde la edad legal para el consumo de alcohol es 18 o 19”, agregó Chafetz. En la mayoría de países de Latinoamérica, por su parte, la edad legal para el consumo de alcohol son los 18 años de edad. Mientras que en los Estados Unidos se ha registrado una disminución en el abuso de alcohol en varios segmentos de la población, el número va en aumento entre los jóvenes en edad universitaria. Y, mientras que es difícil determinar un solo motivo o combinación de factores responsable por el incremento, los líderes de salud hacen un llamado a nuevas propuestas. “Necesitamos considerar nuevos acercamientos a un problema serio que no ha mejorado a gran escala y que, de cierta manera, ha empeorado” dijo John McCardell, director de Cose Responsability, organización sin fines de lucro que busca el entendimiento de la presencia del alcohol en la sociedad estadounidense. Según la organización Mothers Against Drunk Driving o MADD, en el 2007 (estadísticas disponibles más recientes), alrededor de 12,998 personas perdieron la vida debido a un accidente automovilístico en donde el abuso de alcohol estuvo presente. El 23 por ciento del total de los casos ocurrió entre las edades 16 y 24 años.