La realidad es que las películas basadas en videojuegos no cuentan con una trayectoria favorable. Los últimos filmes –Warcraft (2016), Assasin’s Creed (2016) y la conclusión de Resident Evil (2016)– no contaron con el aplauso de los críticos.
Para tratar de salir de la maldición, sin embargo, Warner Brothers y GK Films apuestan al reboot de Tomb Raider bajo la dirección de Roar Uthaug. La cinta, basada en el videojuego de acción y aventura del mismo nombre, contó en el pasado con dos entregas fílmicas y el protagonismo de Angelina Jolie como la arqueóloga Lara Croft.
La nueva entrega se basa en el último videojuego, que se lanzó en el 2013. El rol principal recayó en Alicia Vikander, quien protagonizó Ex Machina (2015) y coestelarizó The Danish Girl (2015). Su actuación en esta última cinta le valió el Oscar a la mejor actriz de reparto.
A pesar de sus fallas, Tomb Raider avanza un poco en comparación con otros filmes basados en juegos de entretenimiento. El logro es gracias a Vikander, la banda sonora y el componente de aventura-acción de la historia.
Tomb Raider proyecta la historia de Lara Croft, una joven ciclista, practicante del kick-boxing y que labora como mensajera en Londres. Esta enfrenta el dilema de aceptar la muerte de su padre, que desde hace siete años no aparece luego de que se embarcara en la búsqueda de la tumba de Hikomi en Japón. En el proceso, Croft descubre los intereses de su padre en el mundo de la arqueología y se adentra en él para investigar la verdadera historia de su muerte.
Sus intenciones, no obstante, son retadas por el contrincante de su padre, Mathias Vogel (interpretado por Walton Goggins), quien también lleva siete años buscando la prestigiosa tumba que tanto conflicto genera en el filme.
Vikander es la nueva Lara Croft como Gal Gadot es la nueva Wonder Woman. Ella refleja una heroína vulnerable pero fuerte al mismo tiempo, una que manifiesta sus sentimientos humanos de principio a fin. Aquí, a diferencia del personaje epónimo del videojuego, vemos la molestia de ser valiente, enfrentar retos y sufrir al adentrarse al peligro.
Además de la actriz principal, otro punto fuerte del filme es su banda sonora por Jukie XL, que también hizo la de Mad Max: Fury Road (2015). Sus partiduras se ambientan en la localización donde se encuentre nuestra heroína. Por ejemplo, en Hong Kong escucharemos estribillos de la música de dicha cultura. En cambio, la isla de la tumba de Hikimo se distinguirá el toque melodioso de la búsqueda de un tesoro.
Debo reconocer que la producción nos entrega un entretenido filme aventurero que nos recuerda a las tramas de Indiana Jones. No obstante, como es costumbre en el género cinematográfico sobre videojuegos, Tomb Raider tiene sus fallos.
La historia, en particular el último acto, cuenta con escenas que son innecesarias. Las mismas son principalmente en presencia del personaje Lun Ren (actuado por Daniel Wu), el ayudante de Croft a quien no se le brinda oportunidad de desarrollar su historia. Lo mismo sucede con las intenciones de Vogel en descubrir la tumba. No nos queda claro cómo llegó a tener el deseo o las motivaciones de aceptar una tarea tan riesgosa y por qué mantuvo una fuerte rivalidad con el padre de Croft.
Por otro lado, el montaje de la trama crea escenas en las que, como en un videojuego, los objetos aparecen y desaparecen de la nada. Por ejemplo –y solo contaré una escena para evitar spoilers, ya que sucede mucho– los personajes intentan cruzar un abismo con una escalera de construcción que utilizan como puente. En ningún momento, que tenga conocimiento, vi a los personajes tomar una escalera, ni llevar una en su equipaje en todo el viaje. ¿Cómo es posible?
Tomb Raider no se aleja de los fallos de muchas películas basadas en videojuegos, pero es un avance para muchas de ellas como parte del género de aventura y acción. No perderás el tiempo porque el filme otorga buenos momentos de entretenimiento para todo amante de las aventuras.
Gracias a la actuación de Vikander, el filme debe garantizar una segunda parte que no detendrá a nuestra heroína en resolver más misterios arqueológicos sobre tumbas. Solo espero que en la secuela no me tenga que preguntar: ¿de dónde salió la escalera?