Sí, ya sé que esta noticia es nefasta para todos los que adoramos a Federico Moccia (modo irónico on), pero el Ayuntamiento de Roma ha decidido quitar los miles de ‘candados del amor’ que se pueden ver en el puente Milvio de la capital italiana.
La razón es, simple y llanamente, que consideran que dichas muestras de amor eterno degradan y ponen en peligro al histórico puente.
Gianni Giaccomini, alcalde de la ciudad, ha aprobado una propuesta de los asesores del municipio, y es que el Ayuntamiento tuvo incluso que colocar barras de hierro adicionales para evitar que las farolas cayeran debido al peso que las pobrecitas mías están soportando. Pero, si a estas alturas se están preguntando qué opina de todo esto el propio Moccia, les advierto que sus declaraciones no tienen desperdicio, y es que parece que aquí al amigo no le ha hecho mucha gracia esta decisión:
"Precisamente cerca del puente se encuentran varias chabolas que son el ejemplo manifiesto de la incapacidad del político que ha propuesto que quiten los candados."
Más claro que el agua, vamos. Aún así, el alcalde está decidido a esperar unos días para llevar a cabo esta decisión, y hablar con el propio Federico por si tiene alguna idea alternativa a esta moda que, por otra parte, cree que no debe perderse, o eso dice.
Volviendo un poco a las declaraciones de Moccia, él mismo ha reconocido que si ve sin embargo normal que los candaditos se retiren de puentes como el del Castel Sant’Angelo o del Puente Rialto de Venecia, que todavía no ha perdido el juicio del todo el hombre.
Pero vamos al comienzo del todo, recordando a qué se debe esta moda (¿pasajera?), y es que todo surgió con la publicación de Tengo ganas de ti, donde los protagonistas sellan su amor colocando un candado en el puente Milvio. Ni qué decir tiene que el boom fue definitivo y absoluto cuando se estrenó la película.
En fin, creo que no hace falta que diga lo que me parecen los libros de Federico Moccia, ¿verdad? Pero estaremos muy atentos a lo que ocurra con los ‘candados del amor’, más que nada para poder conciliar el sueño con tranquilidad. Eso sí, una cosa hay que reconocerle al amigo, ha conseguido que todo puente, grande o pequeño, moderno o antiguo, tenga sus candaditos colgando.
Y doy fe, que al lado de mi casa hay uno pequeñín y cada vez son más los candados del amor que aparecen.
El fenómeno Moccia, como se conoce al éxito de ventas de las obras del autor, ha provocado en muchos lugares del mundo, en especial en Roma, la moda de colocar candados con el nombre de la pareja y que simbolizan el amor. Esto ha provocado multitud de daños en varios puentes emblemáticos de Europa: así, las autoridades parisinas han declarado esta práctica como una "violación contra la protección del patrimonio" y, en Italia, el peso de tantos candados hizo que cediesen los pilares del puente Milvio.
Fuente Blog Papel en Blanco