Adoptar prácticas de sexo seguro significa que se puede llegar a disfrutar con más facilidad tener relaciones íntimas con nuevas parejas, ya que cada persona obtiene más confianza al saber que está protegiendo su cuerpo y su salud, de acuerdo con Britzeida Ramos, trabajadora social clínica y oficial de servicios de apoyo del Centro Ararat.
Sin duda alguna, de lo que se debe aprender a estar a salvo principalmente, es de las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados y cómo evitar otras conductas sexuales de riesgo.
Para ello, la experta enumeró cinco consejos claves que se deben tener en cuenta a la hora de practicar encuentros sexuales (ya sean casuales o previstos) sin que estos conlleven a alguna situación de riesgo para ninguno de los implicados en el acto.
- Educarse – Lo primero que se debe trabajar con las personas es que ellos puedan entender que la prevención de enfermedades transmitidas sexualmente forma parte de los derechos que tienen los mismos, para ello, es importante que estén bien informados para poder tomar decisiones atinadas respecto a su salud sexual y reproductiva.
- Control periódico – Hay que crear en las personas, especialmente en los jóvenes, la conciencia de que parte del cuidado sexual requiere que mínimo cada año, deben verificar su salud sexual a través de chequeos médicos y exámenes especializados que determinen infecciones de transmisión sexual.
- Estar pendiente de cualquier síntoma extraño – Si alguna persona siente molestias durante su relación sexual o percibe algo diferente en el acto o posterior a él como ardor, dolor, secreción anormal (cambio de color o consistencia), entre otros síntomas, deben acudir a una revisión médica lo antes posible.
- Usar profilácticos – El aspecto saludable de una persona no garantiza que haya ausencia de una enfermedad de transmisión sexual. Ramos asegura que muchos jóvenes y personas en general han estado expuestos a infecciones como la clamidia, sífilis, entre otras, y no necesariamente muestran síntomas. Por ello, recomienda estar alerta en todas las circunstancias y usar profilácticos siempre que se tenga un acto sexual.
- No eludir las barreras de protección – La especialista señaló que, aunque tener numerosas parejas sexuales es un factor de riesgo muy alto debido a que se está más expuesto, la conducta de riesgo principal es no usar preservativos. Cualquier persona que haya estado activa sexualmente y no haya utilizado ninguna protección está en alto riesgo.
“Como profesionales de la salud, nuestro norte es brindar una orientación que guíe a los jóvenes a hacer conciencia de que cada uno es responsable del desarrollo de su sexualidad, así como también es responsable de las decisiones que toma sobre su cuerpo”, señaló la oficial de servicios de apoyo del Centro Ararat.
Ramos también aseguró que no solo se deben entregar condones y otras barreras de protección, sino que se debe orientar y educar a las personas sobre el uso adecuado de los diferentes métodos y sobre todo dónde pueden acceder a los mismos cada vez que lo requieran.