Por Joyce González
Eran las 3:00 p.m. Una sensación de paz y tranquilidad se percibía en las paredes, en los cuadros, en el aire, en la sala de espera. La puerta que daba paso a su oficina estaba cerrada y había un colgador que leía: “Silencio… sesión de hipnosis en progreso”. Así que esperé sentada, y a los 20 minutos se abrió aquella puerta. Salió una mujer con un gesto de alivio en su rostro y detrás de ella el hipnoterapeuta. “Nos vemos. Gracias”, dijo la mujer. Acto seguido, Héctor Totti me invitó a pasar. “Adelante”, expresó enérgico. Tomé asiento y supe de inmediato que esta entrevista sería una experiencia interesante por demás.
“Bueno, vamos a empezar por esa imagen trillada del hipnoterapeuta moviéndole una cadenita de lado a lado en los ojos al paciente. Antes era normal andar con relojes de cadena en el bolsillo, así que se usaba para entrar en el estado de hipnosis. También se puede usar un péndulo. El objetivo detrás de eso era la fijación de la mirada”, explicó Totti. Este experto sostuvo que fijar la mirada en un punto en específico ayuda a la persona en el proceso de concentración y relajación, creando pesadez en los párpados. Así, mientras la mente consciente de la persona está enfocada en eso, el hipnoterapeuta comienza un proceso de sugestiones hipnóticas para que la persona se relaje y sus párpados se vayan poniendo pesados, hasta que se sienta lo suficientemente relajada para cerrar los ojos.
Según Totti, la hipnoterapia se define formalmente como “el proceso mediante el cual se utiliza la hipnosis para llevar a cabo un proceso terapéutico”. Es decir, la hipnosis es el estado y la hipnoterapia es utilizar la hipnosis para llevar a cabo un proceso donde la persona puede hacer cambios y transformaciones. “La hipnosis es focalizar la atención internamente, es sobrepasar lo que le llamamos el factor crítico de la mente consciente”, manifestó. De esta forma, cuando el paciente entra en un estado de relajación facilita la comunicación con la mente subconsciente, que “no es un estado alterado de conciencia, sino un estado alterno de conciencia”. Por ello la hipnosis puede ser utilizada por un personal trainer, un coach de motivación, una esteticista que da masajes, una persona que practica reiki, un psicólogo, un psiquiatra o un médico. Todo va a depender del modelo en que se enmarque la utilización de la hipnosis.
El especialista aclaró que “la hipnosis no es algo que uno le hace a otra persona”. Más bien se trata de un proceso voluntario en el que la persona quiere entrar para realizar cambios. De modo que “toda hipnosis es autohipnosis”. Por supuesto, tiene que haber afinidad con el terapeuta. “Tú puedes ser el mejor hipnoterapeuta de este planeta y si viene una persona y no hay afinidad, probablemente se le va a dificultar entrar en el estado de hipnosis. Así que primero tiene que haber afinidad. Es un proceso voluntario. A mí a veces me llaman para decirme que me van a traer al esposo o a la esposa, pero no hay nadie a quien traer si la persona no llama. Si el proceso no es voluntario no va a ser efectivo, y muy probablemente no funcione”.
Totti aseguró que el proceso de adentrarse en la hipnoterapia parte del preciso momento en que la persona interesada hace la llamada telefónica para coordinar una cita. “Ese proceso es importante porque ahí comienza una comunicación que corre a todos los niveles, y no solamente cuando la persona está aquí”, sostuvo. Una vez la persona llega a la oficina, se evalúa su historial primero. Luego, se realiza una entrevista en la que el hipnoterapeuta busca identificar cuáles son los objetivos que tiene la persona al haber acudido allí, qué es lo que quiere lograr. Entonces, a base de lo que la persona quiere lograr es que se estructura el proceso terapéutico. “Cualquier proceso terapéutico es similar a construir una casa. Primero necesitas crear los cimientos, y luego tirar la zapata y el piso para poder levantar las paredes”, enfatizó.
“Hay personas que vienen aquí porque han escuchado que en una sesión de hipnosis resuelven algo de su vida, y vienen con esas expectativas. Esos casos sí se dan porque yo los he tenido, pero en mi experiencia yo te diría que constituyen un cinco por ciento. A veces la gente viene tan convencida de lo que quiere lograr que simplemente lo alcanzan, porque lo que buscan es un refuerzo de un ente externo para ejecutar el cambio”.
Los mitos de la hipnoterapia
1) El que hipnotiza es el hipnoterapeuta o el hipnólogo. Como se mencionó ya al comienzo: “Toda hipnosis es autohipnosis”. Esto quiere decir que nadie hipnotiza a nadie. Si la persona no se quiere hipnotizar nadie la puede hipnotizar. El ser humano se hipnotiza constantemente y ni siquiera se da cuenta. “Por ejemplo, cuando nos enamoramos pensamos que hemos encontrado a la pareja perfecta. Sin embargo, con el pasar del tiempo descubrimos que es un perfecto ser humano y no un ser humano perfecto, con sus virtudes y sus áreas de oportunidad”, subrayó Totti.
2) Uno está dormido durante el estado de hipnosis. “Alguna vez has tratado de hablar con alguien que está durmiendo. No se puede hablar con alguien que está durmiendo porque no habría una conversación inteligente”, comenta Totti. Esto significa que cuando se está en hipnosis la persona está escuchando todo lo que está ocurriendo. Aunque la persona sienta el cuerpo bien relajado puede hablar, escuchar y contestar. La diferencia es que la mente está focalizada interiormente.
3) Durante la hipnosis me pueden mandar a hacer cosas en contra de mi voluntad, mis valores, creencias o principios. Este es otro mito que mucha gente cree porque asumen que quien tiene el control es el hipnoterapeuta. Sin embargo, la persona siempre está en control durante el proceso de hipnosis. “No te van a mandar a hacer nada en contra de tu voluntad por una sencilla razón que encontramos en la física, y es que cuando yo creo una cosa y me sugieren hacer algo opuesto, automáticamente estoy tensando dos fuerzas en diferentes direcciones. Por tanto, estoy generando tensión y la persona va a tender a salir del estado de relajación en el que se encuentra”, puntualizó Totti. Por ejemplo, si el hipnoterapeuta le dice a una persona, “imagínese que está en otra vida”, y la persona no cree en la reencarnación, va a salir del estado en que se encuentra. Si el paciente quiere salir de la hipnosis porque no le gusta lo que está haciendo, va a abrir los ojos y va a decir que no le gustó determinada cosa o detendrá la sesión por el momento.
4) Y si me quedo en la hipnosis y no salgo. Totti indicó quesi eso fuera posible, el gobierno tendría que intervenir para regular la hipnosis, y tendrían que definir quién se va a encargar de esa persona: la familia, el gobierno, el hipnoterapeuta o una combinación de los tres. “Y si eso fuera así, y yo fuera cliente, solamente iría a hipnosis en una cuestión de vida o muerte. Y si fuera hipnoterapeuta, me tendría que quitar de la profesión porque no voy a tener clientes. Así que esos son mitos de Hollywood”, sostuvo.
5) Y si me sacan secretos durante la hipnosis. Totti aseguró que si eso fuera factible, entonces los servicios de inteligencia de cualquier país, entiéndase la CIA y el FBI por ejemplo, “tendrían un grupo de hipnólogos para sacarle información a los individuos que capturan”.
Conociendo al experto
Nuestro entrevistado estudió ingeniería química e hizo una maestría en Gerencia y Comportamiento Organizacional. Siempre ha sido un lector activo, y no se limita a una determinada área de conocimiento. Desde los 13 años siempre le interesaron múltiples temas. De pronto comenzó a cuestionarse cómo funciona el Universo, de dónde venimos, cómo funciona el cuerpo, entre otras inquietudes. Cuando terminó ingeniería comenzó a trabajar en una compañía farmacéutica multinacional, en donde estuvo a cargo de las operaciones en Puerto Rico.
No obstante, una de sus metas era jubilarse temprano en su vida para hacer otras cosas. Y así fue. Se retiró un 31 de diciembre, y ya para enero 15 tenía abierta su oficina para dedicarse a la hipnoterapia, la programación neurolingüística y todo lo que tiene que ver con cómo transformamos y cambiamos la mente desde la perspectiva energética. También posee una maestría en programación neurolingüística y en reiki. Ha estudiado varias vertientes de la hipnosis y lleva 11 años dedicándose a esto.
Totti cree en el proceso de utilizar las creencias, ya que desde la perspectiva de la ingeniería son fuerzas que producen resultados. “Cuando tú no dudas, tú tienes la fuerza máxima para lograr lo que quieres, pero es sólo cuando tú no dudas ni consciente ni subconscientemente”, concluyó.
El hipnoterapeuta Héctor Totti