La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Naciones Unidas (ONU) en Ginebra acogió una querella sobre las violaciones de derechos humanos contra los residentes de Villas del Sol por el Gobierno de Puerto Rico. La querella fue presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) en respuesta a las medidas que ha tomado el Gobierno local para desalojar a la comunidad de Villas del Sol, ubicada en el municipio de Toa Baja.
Antes de la donación de 17 cuerdas de terreno por el doctor Eduardo Ibarra, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, los residentes se encuentraban bajo amenaza de desalojar sus hogares o ser removidos a fuerza para finales del mes de diciembre puesto a que sus casas se encuentran en terrenos inundables. Actualmente a la comunidad, que tiene aproximadamente 300 niños, se le niega acceso a servicios esenciales tales como agua y energía eléctrica. El no tener estos servicios es peligroso para la salud dado a que el País entero está en alerta por la epidemia del virus AH1N1, y almacenar agua en envases plásticos provee el ambiente perfecto para el dengue. Que la Relatora de Vivienda de la ONU, la profesora Raquel Rolnik, acogiese la querella, es una presión para el Gobierno estadounidense y para el puertorriqueño. Es un mecanismo que busca prevenir la continua violación de los derechos humanos en el País.
El abogado William Ramírez Hernández, director ejecutivo de ACLU, enfatizó que lo que se debe destacar de la comunidad de Villas del Sol no es que sean una comunidad de bajos recursos y con un 40 por ciento de población de origen dominicano o motivos de posible discrimen, “sino que son seres humanos y todos los seres humanos merecen que se les trate con dignidad y respeto”. Ramírez expresó que la ACLU espera que, en el futuro, a los residentes de Villas del Sol se les permita un tiempo razonable para reubicarse y un acceso a recursos esenciales en lo que se realiza el desalojo de Toa Baja a Arecibo (pueblo donde se encuentran los terrenos donados). De esta manera añadió: “Yo espero que esto se puede resolver de una manera pacífica y que estos niños puedan tener unas buenas Navidades”.