Mi segundo hogar, dulce hogar, la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras ha estado cerrado por las últimas tres semanas. La chispa que comenzó en Río Piedras rápidamente se propagó a los demás recintos del sistema UPR. La huelga estudiantil en contra de los cambios a la política de exenciones de matrícula, la reducción del presupuesto y una posible venta de recintos del sistema es una de las más “exitosas” de acuerdo a los huelguistas y una “pérdida de tiempo” según sus detractores. La huelga ha dado muchísimo de que hablar. Desde la movilización de los huelguistas, la presencia constante de la Fuerza de Choque hasta las acciones en los tribunales tanto de estudiantes como de la Administración. No podemos olvidar la utilización de las redes sociales y otros recursos de la Web como método informativo y de difusión de las actividades de grupos a favor y en contra de la huelga. Precisamente en estas redes sociales he visto desde el principio, insultos de parte y parte que me hacen sentir vergüenza, no de ser estudiante de la UPR (eso jamás), sino de la hipocresía tan grande de muchísimas personas. Calificar a nuestros compañeros estudiantes en los portones como “morones”, “salvajes”, “revoltosos”, “vagos”, entre otras palabras no muy bonitas para una persona educada NO AYUDA al reclamo de los que están en contra de la huelga y pretenden ser los verdaderos “educados”. Huelguistas, ustedes no se quedan atrás. Tildar de “ignorantes” a los compañeros que difieren de ustedes, tirarle a cada grupo que surge en contra de la huelga, llamarles “individualistas” o “cómplices de la Administración“ y hasta amenazar de muerte a sus detractores más fuertes, lo que me hace pensar es que tienen una doble vara: sí a la libertad de expresión y a la democracia cuando es a favor de ustedes y no cuando se sienten amenazados por ella. Cada vez que leo un comentario de estos, siento que mis compañeros universitarios, que pretenden ser tan abiertos, caen en la cuestión de “Si no estás con nosotros, estás en contra de nosotros”. Se hacen enemigos unos de otros. Provocan confrontaciones que, por lo menos, se han quedado a nivel virtual, pero si fueran de frente tal vez se llevarían a cabo con violencia. Los “comments” en cada uno de estos “posts” lo evidencian. Mi compañera de la Escuela de Comunicación, Anyeliz Pagán, en su escrito “Salvajes educados” afirma que la imagen negativa que existe de los estudiantes de la UPR, en especial los de Río Piedras, se debe a los medios de comunicación; la televisión que sólo muestra las confrontaciones y los ataques de los huelguistas y no el resto del cuadro. Aunque creo que esto es muy cierto, ya que lo que buscan es vender la noticia, también creo que nosotros mismos hemos contribuido, consciente o inconscientemente a esta imagen pero con ataques entre nosotros mismos. Pueden diferir de mi opinión, pero creo que sin respeto entre nosotros, no proyectamos un estudiantado unido, algo que es sumamente importante no importa para cuál causa. Sin alienar a los demás con insultos que no demuestran nuestra educación en todo el sentido de la palabra, podemos persuadir mejor a las personas hacia nuestro punto de vista o por lo menos hacerlos entenderlo. Si no, estamos condenados a una división grandísima entre los movimientos estudiantiles, de la cual no creo que haya vuelta atrás. Ya lo vemos en las controversias en torno a los “acuerdos” o “entendidos” entre el Comité Negociador y la Junta de Síndicos y la surgida hoy por la convocatoria a una Asamblea General de Estudiantes. Demuestran claramente que nos engañamos todos diciendo que el estudiantado está unido y más fuerte que nunca. Pero mi opinión sobre esto se las explico para la próxima… Para acceder al texto original puede visitar: http://www.facebook.com/note.php?note_id=417077564041
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Diálogo
Diálogo es la publicación oficial de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Desde su fundación en 1986, ha servido de taller para los profesionales en formación que actualmente se desempeñan en otros medios dentro y fuera del País. Su plataforma virtual, contiene las versiones impresas desde el 2010 hasta mayo de 2014, mes en que el medio migró exclusivamente al formato digital.
