Estoy apesadumbrado e indignado con los seis asesinatos de personas gays y transexuales en seis meses en Puerto Rico. Estos son los casos más extremos de lo que a todas luces es una ola de violencia, una crisis, una epidemia de violencia en contra de las comunidades lésbica, gay, bisexual y transgénero (LGBTT). Sabemos que existe el odio, sabemos que existe el prejuicio en contra de nuestras comunidades LGBTT, pero lo triste y preocupante es que las autoridades no han reportado ni un solo caso como crimen de odio de los actos violentos motivados por prejuicio a la orientación sexual o identidad de género de las víctimas en Puerto Rico como le obliga la ley. En el último caso, aún es muy prematuro saber las circunstancias en las que se produjo este terrible asesinato. Por un lado, la fiscal Cándida Sellés se comprometió a investigar el crimen como un posible caso de crimen de odio por transfobia. Por el otro, el padre de Angie González Oquendo sospecha de la pareja de su hija, con quien había sostenido varias discusiones. Sea cual sea el motivo, la violencia que nos arrebató a Angie es altamente preocupante. Si fue motivado por odio a su identidad de género, tiene que catalogarse como crimen de odio. Si fue motivado por violencia doméstica, tenemos que hacer un llamado urgente a la Legislatura a enmendar la Ley 54 de Prevención de Violencia Doméstica para que cobije a las personas LGBTT – para ayudar a prevenir que una tragedia como ésta vuelva a ocurrir. Esta violencia que nos arropa se tiene que detener. Esta crisis obliga a reiterar el llamado a nuestra sociedad a respetar la diversidad, a que no se tolere ningún tipo de violencia – sea doméstica o motivada por odio. Hago un llamado a las autoridades a que investiguen adecuadamente estos crímenes y hagan alianzas con las comunidades LGBTT para detener esta violencia. Pero más aún, tiene que detenerse el lenguaje de odio por parte de figuras políticas, religiosas y mediáticas que abonan a crear un clima de violencia e intolerancia en nuestro País. Basta ya de tanta retórica de odio, basta ya de deshumanizarnos, basta ya de tanta violencia. Las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros somos tan dign@s como lo son ustedes, somos tan puertorriqueñ@s como lo son ustedes, somos tan seres humanos como lo son ustedes… *El texto fue publicado originalmente en http://pedrojulioserrano.com/2010/05/24/violencia-2/