Un compañero me preguntó si me había vuelto loco, “¿cómo que vas a los yanquis?, ¡ni jugando a las canicas se va a los imperialistas!”, reaccionó medio en broma/medio en serio, cuando le comenté que quería que el equipo USA de fútbol venciera al de Argelia y pasara a la siguiente ronda de la Copa del Mundo que se juega en Suráfrica.
Este equipo gringo juega bien, con humildad, con entrega, con fair-play, con mucha disciplina y gran sentido colectivo. Ninguno es una superestrella; sus mejores jugadores son titulares de equipos europeos, pero no acaparan portadas de revistas de fútbol, muchísimo menos de algún periódico norteamericano. Y es que el fútbol es hijo de un dios menor en EEUU. ¡Hasta su nombre histórico le fue arrebatado por otro deporte que se juega en exclusiva en EEUU y aunque alude al “foot” se juega con las “hands”.
Incluso esa gran aspiradora del consumo y la comercialización que en EEUU se traga todo y lo devuelve empaquetado en campañas publicitarias, privilegia a los jugadores extranjeros sobre los propios muchachos de la selección nacional. Si hacen una encuesta sobre los íconos del fútbol/soccer en EEUU, sin dudas revelará la fama de jugadores/modelos como David Beckham, Cristiano Ronaldo y hasta el feo de Ronaldinho podría verse reflejado. Pero Dempsey, Donovan, Bradley, Altidore…. ¡son desconocidos!
Algo que no me han explicado bien es que el soccer en Estados Unidos es un juego de niñas, su equipo femenino — multicampeonas mundiales y olímpicas — es el súper favorito en cualquier torneo de cualquier categoría. Y el fútbol/soccer es un juego violento, quizás el deporte olímpico más rudo, donde se pegan más (con y sin intención) de todos los deportes colectivos. Así que la explicación no viene porque se reserve a las americanitas un jueguito dócil y “rosa”. No sé, eso lo dejo para otra ocasión.
En Puerto Rico debemos estudiar con atención el modelo de desarrollo del deporte que ha implantado y seguido la USA Soccer Federation. Estos elaboraron un plan estratégico hace más de 15 años, aprovechando ser la sede del Mundial de 1994. Desde entonces, han seguido ese plan que masificó sus bases; identificó los más talentosos; y los becó en una academia especializada que ahora muestra su resultado al mundo.
En Puerto Rico, en esos años hemos caminado en el sentido contrario a pesar de que, sin duda, el fútbol es un deporte que ha experimentado un gran crecimiento y expansión, casi de manera espontánea.
Como independentista, no tengo ningún problema en simpatizar con el equipo USA, después de todo en el deporte y sus instituciones somos dos naciones iguales y compartimos en la misma zona de la Concacaf, lo que por cierto, nos beneficia cada vez que ganan, pues eleva el prestigio del fútbol en nuestra región.
En fin que la naturaleza humana nos lleva a simpatizar con el más débil, con el que tiene menos probabilidades de triunfar, y un equipo cuyo lema traduce la consigna del líder chicacano, César Chávez, “Yes we can!”, tiene mi simpatía.
PERO…, todo indica que USA se enfrentará con Uruguay en los cuartos de final y ahí cambia la cosa, pues se meten con la Patria Grande, como la llamó Martí. Así que sori, en los Cuartos de Final regreso al “Yanki, Go Home!”
Para acceder al texto original puede visitar el Blog El Mundial en Arroz y Habichuelas.