La Universidad de Puerto Rico está de fiesta. Y es que hoy, además de celebrar el primer Día Nacional del Exalumno, el Recinto de Río Piedras cumple 112 años de fundación.
Con la alegría de la Tuna de la Universidad de Puerto Rico, el recinto riopedrense comenzó la actividad en conmemoración de su aniversario 112, que se realizó en la emblemática Torre. La agrupación musical complació a los presentes con sus mejores canciones, entre ellas “Parodia Universitaria”, “Cantando la Tuna”, “Viva el paso doble, “Cantor de Oficio”, entre otras.
Al son de la pandereta y las castañuelas, así como el vaivén de la capa y la bandera, los tunos y tunas avivaron el orgullo de los gallitos y las jerezanas. Luego de su participación, cantaron junto a los presentes el “Himno al Alma Máter”.
“¡Qué viva la IUPI!”, gritó alguien del público e inmediatamente entonaron “Cumpleaños feliz” para el Primer Centro Docente del País.
“Para mí, la Universidad ha sido mi vida entera, o sea, yo no soy nadie sin la Universidad”, confesó Gregorio “Goyo” Acevedo, director de la Tuna UPR, agrupación que por 54 años ha dado gloria y honra a la Universidad de Puerto Rico.
Don Goyo, quien lleva en el Recinto desde 1959, señaló que se siente sumamente orgulloso de representar a la Universidad, tanto en el deporte como en la música, y que todo lo que ha hecho es resultado de su compromiso con la UPR y con el País.
En la actividad, también se destacó la presencia del exalumno Julio Rivera, quien se graduó en 1940 de la Facultad de Ciencias Naturales con un bachillerato en Química. “Yo creo que es el único exalumno vivo que queda de los exalumnos viejos”, dijo su esposa Wanda, quien también estudió en la UPR.
Por sus años en la Universidad, Rivera y Goyo tuvieron el privilegio de pararse detrás el vistoso bizcocho de cumpleaños en representación del recinto.
“Yo soy hecho en la Universidad, eso lo dice todo”, expresó Rivera. El exalumno, que tiene 94 años, también estudió en la escuela elemental, intermedia y superior de la UPR. Rivera aseguró que los estudiantes “están en un buen lugar” y que la UPR cumplirá muchos años más.
Luego de saborear el bizcocho y tomarse fotos, aquellos que vestían con la camisa de exalumnos o futuros exalumnos procedieron a formar las siglas UPR en las áreas verdes frente a la Torre. Las donaciones que hicieron al adquirir sus camisas formarán parte del Fondo Dotal de la Universidad y servirán para crear becas y otros beneficios para los estudiantes.
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