El saldo del paso de la tormenta Irene por Puerto Rico aún carece de cifras concretas, más allá del casi millón de personas que se vieron afectadas al quedarse sin servicio de energía eléctrica.
Al momento, múltiples relatos, fotografías y quejas de muchos puertorriqueños transitan las redes sociales en Internet y en varios medios locales. Sin embargo, todavía a menos de 48 horas del paso del fenómeno, secuelas en términos de lluvia no han permitido a las autoridades pertinentes ofrecer cifras finales.
Aunque, varios sectores del área metropolitana ya cuentan con al menos uno de los servicios básicos de electricidad y acueducto, lo cierto es que gran parte de los pueblos de la Isla se encuentra en espera de que se reincorporen estos servicios.
Diálogo pudo observar personal de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), apostados en varias zonas del tramo de la carretera número 1 que conduce de Caguas a Río Piedras, sin embargo, los portavoces de esta dependencia aún no determinan cuándo se reparará el servicio de luz.
De hecho, según indicó el director de la AEE, Miguel Cordero, ayer en un canal de televisión (Univisión), existe la posibilidad de que algunos pueblos de la zona central de Puerto Rico no vean restaurado el servicio “hasta el [próximo] fin de semana”.
Comunidades se afectan por el paso de Irene
Luego del paso del fenómeno atmosférico, Irene, Prensa Comunitaria ofreció un vistazo de algunas comunidades que se vieron afectadas.
Al momento, ayer lunes 26 carreteras principales estaban afectadas, diez de ellas intransitables. Dos casas se quemaron a causa del uso de velas para alumbrar por falta del servicio de luz eléctrica. Sin embargo, los mayores daños fueron pérdidas en el sector agrícola. Mientas que, el aeropuerto Luis Muñoz Marín reanudó sus servicios a las diez de la mañana de ayer.
La comunidad de Piñones tiene servicio de agua, pero no de luz, y según indicó Mari Cruz de Corporación Piñones se Integra (COPI) a prensa Comunitaria, la experiencia luego de la interrupción del servicio de luz por el paso de un huracán, es que la comunidad permanece a oscuras más de un mes. Respecto a emergencias o eventos fuera de lo común, Cruz informó a Prensa Comunitaria que según se ha comunicado con sus vecinos el paso de Irene ha sido tranquilo, aunque aseguró que no ha podido recorrer el vecindario por la cantidad de árboles y ramas que están tirados en medio de las carreteras.
Cruz dijo que “hay mucha desinformación” sobre los daños que el huracán ha causado en la región.
En Santurce se reportaron grandes cantidades de refugiados, específicamente en la escuela Ernesto Ramos Antonini, la mayoría son residentes de Barrio Obrero.
Jorge Oyola, de la comunidad Los Filtros en Guaynabo, pudo recorrer la comunidad y áreas aledañas y reportó también que el daño más grande había sido que ramas y ganchos de árboles habían caído en las carreteras. En la comunidad tampoco hay luz, pero sí agua. El líder comunitario ha tratado de comunicarse con otras comunidades y barriadas de la Isla, pero la falta de servicio eléctrico ha impedido la comunicación.
En el pueblo de Salina se reportaron 35 refugiados por razones preventivas y algunos árboles caídos, la mayoría de las comunidades no reportaron novedades. En Guayama hubo derrumbes y árboles caídos, y la comunidad más afectada fue Carite.
A Ponce llegaron vientos y aguaceros esporádicos por la madrugada, y a eso de las diez de la mañana fue que comenzó la lluvia fuerte.
En Arroyo, cerca de la región por la cual entró Irene, no se reportaron incidentes.
Por su parte, la organización Casa Pueblo en Adjuntas reportó que la agricultura en el pueblo se vio afectada por el paso del huracán, específicamente los cafetales y las siembras de plátanos.
Robert Rabin, del Comité pro rescate y desarrollo de Vieques, dijo que este municipio fue uno de los más afectados por el paso de Irene sufriendo lluvias copiosas y fuertes vientos desde la madrugada del domingo, causando también, que muchos árboles se desplomaran. El servicio de luz en Vieques cesó a las cinco de la tarde del domingo. Dijo que los efectos del huracán fueron “más fuertes de lo que esperábamos”.
Irene se intensificó de tormenta tropical a huracán al pasar por el pueblo de Vega Baja la mañana del lunes. Desde 1998 la isla no era testigo de un huracán.