El siglo 21 propone grandes retos y cambios en cuanto a las fuentes de energía. Sin embargo, el agotamiento de los combustibles fósiles ha impulsado a algunos países a buscar nuevas ideas para conseguir fuentes de energía limpias e inagotables.
Precisamente, este fue el tema del foro La Reforma Energética en América Latina: la experiencia de México y Uruguay, que se celebró recientemente en el Salón de Facultad de la Escuela de Derecho en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP).
El evento formó parte de las actvidades del Primer Congreso Internacional de Derecho Administrativo y el Foro Iberoamericano de Derecho Administrativo (FIDA) al que asistieron letrados y estudiantes de la institución.
Cristina Vázquez, antigua directora de la Unidad Reguladora de Energía Eléctrica de Uruguay, conversó sobre la experiencia de su país con dos fuentes de energía limpia.
Según Vázquez, Uruguay tuvo que crear su reforma a partir del 1991. Indicó que previo a esa fecha esa nación suramericana dependía en gran manera de las reservas de gas de Argentina. Sin embargo, cuando los argentinos decidieron suspenderles ese servicio tanto a ellos como a Chile, se vieron precisados a crear caminos propios. Finalmente, en el 1997 apostaron por la reforma eléctrica que está vigente hoy día.
La letrada explicó que crearon la Unidad Reguladora de la Energía Eléctrica (UREE) y nombraron una persona fuera del aparato gubernamental para que administrara el mercado de la energía eléctrica. Estos cambios se realizaron en el 2008 con el objetivo de que esa posción trasicienda los vaivenes políticos.
Resaltó que como Uruguay no tiene petróleo “decidieron apostar por la energía hidroeléctrica y solar, haciendo así que todas sus fuentes energéticas sean completamente uruguayas y no tengan la necesidad de depender de ningún país”.
La situación de México, es muy diferente. Como es un país petrolero, el sistema de la reforma eléctrica está ligado a fuerzas políticas, señaló el licenciado Luis José Béjar Rivera, director académico de la maestría en Derecho Administrativo en la Universidad Panamericana en México.
Comentó que para el 1920, ese país creó su primera reforma energética. Para ese entonces, el gobierno generó un movimiento de expropiación petrolera que tenía como fin la prohibición de actividades petroleras con empresas extranjeras. Finalmente, el gobierno mexicano se proclamó dueño del subsuelo de su país y designó a la compañía de Petróleos Mexicanos (PEMEX) como la única con la facultad para explorar, explotar y refinar el petróleo de esa nación.
Por su parte, José Iván Sánchez Aldana, quien tiene una maestría en Derecho Administrativo de la Universidad Panamericana en México, sostuvo durante su turno que hace falta una reforma energética constitucional ya que PEMEX, siendo la única empresa petrolera en ese país, no cumple al cien por ciento con la demanda nacional de petrolíferos. Actualmente, se está trabajando con la idea de que las contrataciones de empresas energéticas no se hagan a través de PEMEX, si no por una comisión nacional de hidrocarburos en la que se puedan hacer alianzas con otras compañías.
Por último, Carlos Alberto Villanueva, quien trabajaba en el área jurídica de la Operación Financiera en la Comisión Federal de Electricidad mexicana, coincidió con la representante de Uruguay sobre la importancia de generar energía eléctrica con las herramientas de su propio país.