La ciencia, directa o indirectamente, incide en nuestra vida y nuestra salud. Desde los teléfonos móviles y los medicamentos hasta la conservación del medioambiente, estamos constantemente rodeados de información científica. Es importante conocerla y usarla para tomar decisiones informadas sobre nuestra salud, seguridad y bienestar.
Según la cantidad y calidad del conocimiento científico aumenta, a veces nos quedamos rezagados en nuestra habilidad para acceder y procesar información científica actualizada y relevante. Parte del problema podría ser causado por la falta de experiencias de aprendizaje científico informal, sobre todo en los medios de comunicación masiva.
El aprendizaje formal, es decir, el currículo escolar, también necesita actualizarse, sobre todo en temas en la intersección de la ciencia, la tecnología y la sociedad o CTS. El conocimiento CTS permite entender, tanto los conocimientos científicos y tecnológicos, como su impacto en nuestra sociedad.
Como parte de su beca para el Programa Fullbright Uruguay y la Universidad Católica del Uruguay (UCU), el doctor Wilson González-Espada (Morehead State University, Kentucky) colaboró con dos investigadores de la Facultad de Ciencias Humanas de la UCU para medir el conocimiento CTS de jóvenes recién graduados de Escuela superior y compararlo con el punto de vista de los científicos profesionales. El doctor Marcos Sarasola y la doctora Rosina Pérez (Departamento de Educación, UCU) presentarán los hallazgos de este estudio en julio del 2016 en el III Congreso Latinoamericano de Investigación en la Didáctica de las Ciencias, a celebrarse en Montevideo.
Los participantes del estudio, unos 600 estudiantes matriculados en cursos de primer año de la UCU, completaron una encuesta donde expresaban su opinión sobre diversos temas CTS. Los datos revelaron que la opinión de los participantes y los científicos es idéntica en temas tales como la responsabilidad humana en el calentamiento global, el uso de plantas modificadas genéticamente para producir biocombustibles, y el peligro de establecer plataformas de extracción petrolera en el mar, cercanas a las playas.
Además, se descubrió que los participantes y los científicos comparten ideas parecidas, pero no idénticas, sobre la evolución biológica y la selección natural, y a favor de la vacunación obligatoria, la sobrepoblación como un problema a resolver, y la investigación espacial en la Estación Espacial Internacional. Ambos grupos también comparten ideas parecidas en contra del uso de la fracturación hidráulica o “fracking” para extraer combustibles fósiles y el arriesgar la vida de los astronautas en misiones espaciales.
La opinión de los participantes y los científicos es diametralmente opuesta en temas como el uso de animales en la investigación científica, la construcción de plantas nucleares para producir electricidad, y la seguridad del consumo de los alimentos genéticamente modificados y las cosechas donde se usan agroquímicos para controlar insectos (los científicos están de acuerdo; los participantes no).
Dos resultados inesperados sugieren que los varones tienden a estar más al día con las noticias científicas que las mujeres, y que hay temas CTS en los que hay importantes diferencias entre estudiantes que completaron su bachillerato en Montevideo y aquellos que lo completaron en departamentos del interior del país. Estos temas incluyen inversión económica del gobierno en ingeniería y tecnología, productos genéticamente modificados, calidad de los servicios de salud y el calentamiento global antropogénico.
A pesar de contar con una muestra no-aleatoria y relativamente pequeña, los resultados de este estudio son importantes para identificar preliminarmente temas CTS que hay que actualizar en el currículo de bachillerato y estrategias pedagógicas para aumentar la convergencia entre las opiniones de los jóvenes y los científicos. Sólo con la información científica correcta es posible tomar mejores decisiones en aquellos temas CTS de impacto personal y nacional.
El doctor González-Espada indicó que sería interesante comparar los resultados del estudio uruguayo con uno similar, pero usando estudiantes universitarios puertorriqueños de primer año como muestra. “El cuestionario ya está traducido y validado. Me encantaría compartir el cuestionario y la metodología con investigadores o profesores universitarios de la Isla, y así explorar las similitudes y diferencias en las percepciones de temas CTS entre participantes de Puerto Rico y científicos profesionales”, puntualizó el docente.
Para conocer más sobre el Programa Fulbright y cómo solicitar, pueden comunicarse con el Dr. González-Espada a su correo electrónico, w.gonzalez-espada@moreheadstate.edu, o visiten http://www.cies.org/programs.