Era la mañana de un viernes y los jóvenes participantes del Campamento Cultural UPR: Radiografías Artísticas de Manifestaciones de Violencia y Paz, ya se encontraban en La Casa de Histriones de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Cayey para preparar el escenario que sería -y fue- por las pasadas tres semanas su escuela de vida y su hogar.
Durante ocho veranos, el Campamento Cultural UPR se ha dado a la tarea de llevar a los jóvenes cayeyanos de 12 a 15 años un mensaje inclusivo y que promueva una cultura de paz por medio del teatro y la improvisación.
Los participantes de este campamento son estudiantes de las escuelas públicas de Cayey. La invitación a formar parte del mismo se hace desde el mes de marzo a través de las escuelas y luego escogen los estudiantes que -a través de un ensayo en que explican por qué quieren participar del campamento- muestran más interés.
Este año, los jóvenes trabajan con los cuatro ejes temáticos principales de La Carta de la Tierra, explicó Jenifer De Jesús, una de las maestras, a Diálogo.
“Nosostros le damos a ellos los temas, los analizamos y los discutimos. Este año, uno de los documentos centrales es La Carta de la Tierra y sus cuatro ejes temáticos principales: el respeto a la comunidad de la vida, integridad ecológica, justicia social y económica y estructuras de democracia, no violencia y paz”, detalló De Jesús.
En este campamento los maestros y jóvenes participan por igual a la hora de discutir los temas principales. “Todos de alguna manera participamos. Miramos qué entendemos por violencia, en este caso ellos (los jóvenes) trajeron mucho la violencia sistemática o de estructuras de gobierno. Nosotros lo pasamos a trabajar un poco a las violencias personales -qué es el conflicto y cómo lo manejamos-“, comentó la instructora.
Mientras hablamos, los jóvenes empiezan sus ejercicios de calentamiento. Al ritmo de los tambores -tocados por dos chicos del campamento- comienzan a moverse por todo lo que será el escenario para luego comenzar con sus Asambleas (momento del día en el que desarrollan y explican los temas principales) y luego se preparan para sus improvisaciones.
Al comenzar la asamblea, los chicos se separan en dos grupos y rápido se da la discusión sobre La Carta de la Tierra. Los maestros hacen preguntas y los menores -que son muy participativos- contestan dejando ver que entienden los temas discutidos y que estas tres semanas no han sido en vano.
“Trabajamos desde el concepto de cómo lo que hacemos hoy puede afectar lo que va a suceder en el futuro. A raíz de eso trabajo un tema, ya sea la violencia, el conflicto, el manejo de emociones o cómo la comunicación aporta -o no aporta- a que se solucionen las cosas. Abordamos soluciones de cómo podríamos practicar la cultura de paz”, expresó De Jesús.
Si hay una palabra para resumir las dinámicas del campamento es participación. Desde que comienza el día y los jóvenes hacen tareas de limpieza para organizar La Casa Histriones hasta que hacen las improvisaciones. El uso de técnicas del teatro del oprimido es clave para que los jóvenes aprendan por medio de la participación y el teatro, pues, según explicó De Jesús “estas son estrategias de teatro en las que todo el mundo puede participar”.
Todos los días hacen una improvisación diferente en la que incluyen movimiento corporal, artes plásticas, poesía, canción u otro género que ellos escojan. Al finalizar el campamento, dentro de todas las obras trabajadas, escogen unas cuantas para presentar el último día en una actividad llamada Muestra Creativa, donde los padres de los estudiantes tienen la oportunidad de ver presentaciones teatrales de sus hijos, además de reflexionar sobre cambios que han observado en ellos.
“Nosotros les guiamos un poco, pero cómo se desarrolla, se lo dejamos a ellos. Es darle voz a estos jóvenes para que puedan crear sus propios proyectos y sus propias ideas”, comentó De Jesús sobre el proceso creativo.
Con respecto a sus expectativas con este campamento, De Jesús confiesa que pretenden que a lo largo de su vida los jóvenes pongan en práctica todo lo aprendido durante estas tres semanas.