Solo imagina que un día intentas respirar y no puedes. Sabes que necesitas oxígeno pero aunque lo intentes, sientes que desfalleces. ¿Cuántas veces con una alergia nasal, un catarro se afecta tu cotidianidad? Ah, es el polen, la contaminación y cada cierto tiempo, el Polvo del Sahara.
Dos recintos de la Universidad de Puerto Rico (UPR) colaboran en una investigación para analizar precisamente los componentes de ese particulado que arriba a la isla frecuentemente. El Laboratorio de Toxicología del Recinto de Ciencias Médicas y el Laboraorio Central Analítico, que tiene el Recinto Universitario de Mayagüez en la Estación Experimental en Río Piedras son las dos entidades que participan en esta iniciativa en la que trabajan estudiantes y profesores de ambas unidades académicas.
Entre los estudiantes que forman parte de esta investigación figuran: Noé Crespo, Héctor Jirau, Mario Ortiz Martínez, Rosa Rodríguez Cotto y Evasomary Rivera Ramírez. Estos últimos tres presentaron su investigación sobre toxicidad causada por las tormentas saharianas en una revista científica recientemente. Puede conseguirse el artículo aquí.
En el caso de la investigación de Crespo, al presente todavía se recolectan datos y muestras en diferentes lugares de Puerto Rico, utilizando las estaciones de la Junta de Calidad Ambiental. En los análisis realizados con el Polvo del Sahara han encontrado aluminio, arsénico y plomo, entre otros.
El doctor Braulio Jiménez, toxicólogo del RCM que participa en estas investigaciones, explicó que hay varios factores que afectan la calidad del aire. En la costa este de la Isla, hay mejor calidad de aire que en zonas como Cataño, Guaynabo y zonas aledañas, lo que se debe a que el viento llega por el este, por el mar y no hay áreas de mayores contaminantes. Una vez llegan a las zonas industrializadas, la composición del aire se afecta.
Otro aspecto que habría que considerar es que en el caso del polvo del Sahara, en zonas de África se utilizan plaguicidas y bactericidas en los campos, además de que se continúa la nefasta práctica de la deforestación y la quema de árboles y basura. Estos contaminantes, viajan con las corrientes de vientos alisios y cada vez que hay tormentas en ese continente, aumentan aún más los niveles de particulado.
Por desgracia, en Puerto Rico no se monitorea periódicamente el polvo del Sahara, por lo que no se puede hacer un análisis exhaustivo y comparativo.
Tanto Crespo como el doctor Jiménez resaltaron cuán valioso y productivo ha resultado la colaboración entre los laboratorios de ambos recintos. Observaron que muchas veces los instrumentos que se requieren para una investigación en particular están disponibles en la propia UPR, “más cerca de lo que uno cree y a menor costo”.
Otras investigaciones
Por otro lado, los investigadores de la UPR también analizan la cantidad de mercurio en pacientes odontológicos. Según el doctor Jiménez se ha encontrado mercurio en el aire en una zona de la Isla. “Hay mercurio, en la zona de Guayama, porque la planta de carbón lo libera. En los Estados Unidos, el nivel de mercurio en el aire predomina donde se usa el carbón como combustible”, informó. El científico indicó que en la Isla no hay mucha evaluación realizada en torno al mercurio como posible contaminante del aire. Esto se atribuye a la falta de fondos para estas investigaciones y otras que repercuten en la salud de la población. La colaboración entre los recintos de la UPR ha sido vital para el desarrollo de este tipo de estudios.
La autora trabaja en el Departamento de Educación Agrícola del Recinto Universitario de Mayagüez.