Muchos profesores universitarios utilizan el paper, monografía o trabajo investigativo como método de evaluación. De hecho, deberíamos conocer detalles básicos de cómo hacerlos desde el día en que ingresamos a la universidad. Para algunos, esta asignación se vuelve un gran dolor de cabeza, en la mayoría de los casos porque no sabemos cómo comenzar. A tales efectos, el doctor Irving Vega, decano auxiliar de investigación del Decanato de Estudiantes Graduados e Investigación (DEGI), nos ofrece a continuación algunos consejos prácticos.
Primero, es preciso establecer y definir qué pregunta queremos contestar. “Una pregunta bien formulada nos debe generar el mecanismo de cómo la vamos a contestar”, dice Vega. Cuando una revista arbitrada va a juzgar el artículo lo que buscan es ver si se contestó o no esa pregunta. Una vez expuesto el problema, tenemos con este primer paso, el comienzo o introducción. Es entonces cuando debemos pasar a explicar qué nos llevó al cuestionamiento y ofrecer un trasfondo histórico sobre el tema a investigar.
En la introducción también se debe explicar la justificación del artículo. Aquí se expone por qué es importante realizar el trabajo o qué aportará al conocimiento el desarrollo del tema.
Lo segundo es establecer cómo vamos a contestar esa pregunta. Es cuando recurrimos al o los métodos de investigación. En esta sección se le detalla al lector el proceso, técnica o instrumento que se utilizó para realizar la investigación, paso por paso.
Luego, en la tercera parte del trabajo, pasamos a la interpretación de los hallazgos y/o resultados.En esta sección es importante que no se hagan interpretaciones más allá de lo que abarcó la investigación. En la discusión de los resultados sí se puede agregar, o sugerir, que se deben realizar otros estudios para determinar cómo este nuevo conocimiento probado trasciende teorías pasadas, desmitifica, impacta, trasciende o agrega otros efectos.
“Básicamente, el proceso sigue un ciclo que comienza con una pregunta y termina con otra, que a su vez podría arrojar luz para contestar otras tantas”, explicó el profesor.
En la fase de la redacción de la pieza es preciso cuidar las reglas básicas de ortografía, así como el uso correcto de las gramaticales: el uso de los géneros y los números (plurales/singulares), los pronombres, decidir si se hablará en primera o tercera persona.
El experto recomienda que lo adecuado es utilizar la tercera persona, “los investigadores encontraron”, por ejemplo. Este uso de la persona —tercera o primera— es prerrogativa del uso y costumbre de cada área o facultad que esté solicitando la investigación, explicó. “Con los avances científicos y de la escritura se está dando un poco de más libertad. Al escribir en primera persona se esta aceptando la responsabilidad por todos los resultados que están en la investigación. Le da más fuerza identificarse como investigador ‘nosotros hicimos’. A veces tiene una connotación arrogante ‘yo propongo’ pero eso es algo que ya ha cambiado,” dijo Vega.
Otra estrategia recomendada para romper con la barrera de la página en blanco es comenzar a escribir ideas, autores, empezar a llenar el espacio para escribir.
“Cuando buscamos información en la lectura, recomendamos hacer anotaciones y hasta transcribirlas en la introducción, sea en forma de bullets o puntos sueltos, lo importante es que la página no siga en blanco por mucho tiempo”, recomendó.
¿Qué no debes hacer?
Un investigador nunca debe falsificar información, ni plagiarla. Es un delito apropiarse de la información de otra persona. Debemos recordar que tampoco se puede omitir al autor “aunque sea usted mismo, tiene que citarse a sí mismo cuando la información se escribió originalmente para otro artículo”, explicó Vega.
El factor tiempo, es otro detalle a considerar. Debemos tomar en cuenta que el tiempo compromete la calidad. Es decir, si se trabaja al borde de la fecha límite que se debe entregar y no se toma el tiempo de realizar al menos dos borradores, puede que no se obtenga una buena calificación.
El doctor comentó que siempre le recuerda a sus estudiantes que “es indispensable tomar en cuenta que el artículo que se está trabajando es uno que cualquier persona en el mundo va a leer. Por lo que debe ser uno de calidad y más cuando dice Universidad de Puerto Rico”, concluyó.