Recobrar la confianza del estudiante es el motor principal del actual Consejo General de Estudiantes de la UPR Aguadilla
“Once recintos, una Universidad”. Aunque la afirmación ha servido para denunciar los problemas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), para recordarnos que más allá del recinto donde estudiamos vive gente (o estudiantes) y, sobre todo, para reunir el reclamo estudiantil en una sola voz proponente de soluciones, la realidad es que cada unidad del sistema universitario enfrenta dificultades domésticas muy distintas.
En un intento por dar a conocer los esfuerzos de los estudiantes en los once recintos de la UPR, Diálogo realizó una serie de entrevistas a los presidentes de los Consejos Generales de Estudiantes para apalabrar el quehacer estudiantil local que mayormente pasa desapercibido, inclusive por miembros de la comunidad universitaria donde se desarrollan.
Buscar fuentes de ingreso para mejorar la infraestructura y así aumentar el ofrecimiento de cursos, sumado a la promulgación de comités de amplia participación y de ayuda al estudiante, son algunas de las iniciativas que el Consejo General de Estudiantes del Recinto de Aguadilla de la UPR (CGE-Ag) ha planteado en vías de lograr su meta principal: recuperar la confianza de los estudiantes.
En entrevista con Diálogo, Jean Ramos Ortolaza, presidente del CGE-Ag, habló sobre los problemas del recinto, las propuestas que han presentado para atenderlos, la participación estudiantil y las aspiraciones del cuerpo que preside para el año académico en curso.
Entre problemas y soluciones arquitectónicas
Para Ramos Ortolaza, el problema más apremiante del recinto aguadillano es el mal estado de la planta física —una antigua infraestructura militar— el desuso de los pocos edificios con los que cuentan y la falta de atención gubernamental para sostenerlos.
“A diferencia de otros recintos, que se hicieron específicamente como centros de estudio, el de nosotros fue modificado para ser un centro de estudio, partiendo de estructuras militares existentes”, dijo el también estudiante de cuarto año en Biomédica.
El líder estudiantil mencionó que dos edificios que albergaban la biblioteca hace diez años están en desuso, cuando podrían servir como salones de clases. “Ahora mismo necesitamos más cursos que no se pueden abrir porque no tenemos la estructura donde darlos”, indicó.
Para lidiar con la situación, el CGE-Ag creó el comité “Amigos de CORA”, que busca involucrar aguadillanos influyentes como el productor de eventos Angelo Medina y el expelotero Carlos Delgado, así como exalumnos del recinto, para establecer un programa de recaudación de fondos dirigido a mejorar la infraestructura y así aumentar los salones y laboratorios sin tener que depender de la burocracia o negativa del Gobierno.
Las iniciativas del CGE-Ag
Principalmente, el CGE-Ag busca atender las necesidades de los estudiantes en los espacios de gobernanza, actividades extracurriculares y alimentación a través de cinco comités de trabajo que integran a miembros de las 23 organizaciones estudiantiles del recinto, en una apuesta para abarcar un mayor espectro de la comunidad universitaria en el desarrollo de iniciativas.
“Cada comité de trabajo tiene 24 miembros en total: 23 son de las organizaciones estudiantiles y el presidente del comité que es del Consejo. El presidente del CGE-Ag y el senador estudiantil no tienen comité porque son miembros ex officio de cada uno”, abundó Ramos Ortolaza.
Aprovechando la moratoria en el alza de la matrícula, el Consejo creó un comité para presentar alternativas al aumento propuesto, en esfuerzos coordinados con economistas y estadísticos del recinto y foros con el Comité para la Revisión del Método y Condiciones para Establecer los Cargos de Matrícula (CAFI II).
Una de las iniciativas es “El café”, que se espera inaugure en diciembre. El concepto es una cooperativa donde todos los socios sean exclusivamente estudiantes. Este cuenta con el apoyo de la Comisión para el Desarrollo Cooperativista de Puerto Rico de la región de Mayagüez, que elaborará el plan de negocios y tramitará un préstamo inicial de $2,000.
Asimismo, el CGE-Ag está trabajando en propuestas como un fondo de becas administrado por el Consejo, un comité de cultura universitaria y un comité de ayuda al estudiante, denominado “Come Tiburón”, que emula el comité estudiantil del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), “Come Colegial”.
Ramos Ortolaza explicó que este comité se encarga de recoger comida enlatada, artículos de higiene personal y otros efectos básicos que luego donan a estudiantes en necesidad.
“En la universidad hay compañeros que recogen latas, que hacen mil malabares para poder estar en la universidad. Ellos nunca piden nada, así que queremos darles la mano para que puedan seguir adelante”, expuso.
Recuperar la confianza en la participación estudiantil
De los nueve departamentos del recinto aguadillano, solo tres no tienen representación: Humanidades, Ciencias Sociales y Electrónica.
Para asegurar que el sentir del estudiantado no quede en silencio, Ramos Ortolaza señaló que el reglamento de estudiantes permite que el presidente y hasta dos representantes estudiantiles participen de las reuniones de facultad y de departamento.
Pero la falta de representantes va atado a otra situación: la falta de interés del estudiantado.
“En Aguadilla es bien poca la participación. Tenemos muchos estudiantes con conciencia y que dicen que ‘a la hora de luchar vamos a luchar’. Pero la organización de la base es bien mínima”, manifestó el estudiante.
Para incentivar la movilización estudiantil, el CGE-Ag ha desarrollado conversatorios y foros sobre el movimiento estudiantil para educar a los universitarios más jóvenes.
Para Ramos Ortolaza, la meta principal es formar una base activa que participe de los espacios de gobernanza y asuma posiciones de liderato dentro de la administración universitaria y en las luchas. “Devolverle la confianza al estudiantado en lo que son los movimientos estudiantiles, que no solamente peleamos por pelear, sino que tenemos base y fundamento”, concluyó.