Ante la sugerencia de la Junta de Control Fiscal y el Gobierno de recortar $300 millones del presupuesto de la Universidad de Puerto Rico (UPR), la unidad de Carolina no ha estado exenta de la conversación sobre una posible consolidación o cierre de sus funciones.
No obstante, un grupo de personal docente y no docente de la cuna del Jaguar resaltaron las iniciativas y los beneficios que tiene este campus de la universidad del Estado en el foro La UPR en Carolina ante los nuevos escenarios económicos y políticos de Puerto Rico y que formó parte de la iniciativa #DiálogoPorLaUPR.
“Estos recintos más pequeños cumplen una función social muy importante para nuestro país. Sirven, por ejemplo, a jóvenes de primera generación en tener una educación superior. Muchos de ellos no necesitan salir de sus hogares, algo que implicaría un gasto más, igual, los IGS son más accesibles. Recintos como Carolina, brindan una oportunidad importante para estudiantes en nuestro país”, declaró Coraly León Morales, coordinadora del Proyecto Equidad de Género que forma parte de la UPR Carolina.
Según León, la UPR en Carolina cuenta con un programa de educación a distancia, que está geográficamente accesible a los estudiantes del área noroeste de la isla, y que los índices de ingreso son más bajos que otras instituciones de educación superior, por lo que son más alcanzables para los estudiantes que no pudieron cumplir con los estándares de puntuación requeridos.
Esta institución es una de las unidades que, se ha especulado, podría ser eliminada del sistema debido a su cercanía con el Recinto de Río Piedras y porque eso redundaría en—aproximadamente—un ahorro de $28 millones, según el presupuesto que le fue asignado para el año fiscal 2016-2017.
“La UPR en Carolina tiene unas cualidades únicas. Es parte de nuestra historia ser accesibles a estudiantes del área noreste que son talentosos y que por alguna razón no pueden llegar a Río Piedras por diversas razones”, expresó el doctor Gerardo Perfecto Rivera, catedrático del Departamento de Ciencias Sociales.
En agosto de 2015, la UPR en Carolina contaba con una matrícula de 3,796. Actualmente, esta unidad tiene 3,919 estudiantes matriculados que se rigen por el estilo cuatrimestral y también aprovechan los cursos nocturnos, lo cual agiliza el tiempo de estudio.
“Pensar que la UPR en Carolina puede seguir haciendo recortes es inaudito. […] Nosotros tenemos una de las tasas más altas de retención y graduación. Los estudiantes vienen con la idea de tener una educación a menor tiempo y a menor costo, y cumplen con ello”, añadió Perfecto Rivera, quien también dirigió el Departamento de Ciencias Sociales.
Más allá de plantearse el cierre de recintos, intervino la doctora Maricela Porbén González, la administración de la UPR debe pensar en crear lazos colaborativos entre unidades del sistema.
“Es absurdo plantearse el cierre de recintos. Lo que debe plantearse es la colaboración entre recintos. […] Haciendo alianzas y colaboraciones y aunando esfuerzos es como podemos lograr más”, expresó Porbén González, quien coordina el Centro Investigación de la UPR en Carolina.
En el foro también participaron Liberty Rolón, de la oficina de Sistemas de Información, la doctora Karilys González Nieves, directora del Departamento de Ciencias Naturales, y la doctora Ramonita Román, decana auxiliar del Decanato de Asuntos Académicos.
Programas únicos
Además de su accesibilidad geográfica, los panelistas destacaron que la UPR en Carolina cuenta con una serie de programas académicos únicos tanto a nivel institucional, así como en el país.
Según datos suministrados por la universidad, el 81% de la oferta académica de la UPR en Carolina consiste de programas únicos.
Rolón afirmó que 2,671 estudiantes de esta unidad están matriculados en esos programas. Esto representa un 71% de los alumnos y “más nadie tiene ese número” en la UPR”, sentenció.
Igualmente, destacó que 927 estudiantes pertenecen al programa de Justicia Criminal (24% de los estudiantes) y que 588 forman parte de los programas de diseño y sus derivados. Mientras, más de 300 estudiantes participan de los cursos de Tecnología Automotriz e Tecnología de Ingeniería Mecánica, entre otros. Todo esto sin mencionar la Escuela de Administración de Hoteles y Restaurantes, que fue la primera en Puerto Rico en recibir la acreditación por la Acreditation Commission for Programs in Hospitality Administration (ACPHA).
“No es que hay programas únicos como en otros recintos, sino que Carolina tiene la mayor parte de los estudiantes matriculados en esos programas únicos”, aclaró Rolón.
Por su parte, Román se enfocó en el hecho de que la UPR en Carolina cuenta con cursos digitales, recurso innovador que le atrae ganancias a la unidad y resulta beneficioso para el estudiante. También, expande los ofrecimientos de la universidad a nivel internacional.
“Por ejemplo, esta tarde tenemos un ‘webinar’ [seminario digital] y hay más de 100 instituciones registradas, así que salimos del 100 x 35”, mencionó.
Espacio para mejorar: hace falta publicidad
Entre todos los puntos discutidos en el foro, los panelistas concordaron en que la UPR en Carolina —así como la UPR en general— tiene un problema de divulgación de logros. Es decir, a la universidad le hace falta presumir de sus fortalezas para que el resto del país reconozca el trabajo que hace en y para la comunidad.
“En la UPR hemos descansado en que somos el primer centro docente del país y en lo que se diga de nosotros en la prensa. Eso estaba bien en otros tiempos. Ahora tenemos que ser más celosos con los datos que compartimos. Tenemos que evitar repetir como el papagallo”, afirmó Rolón.
“Yo concuerdo con que esa es una de las causas de que no nos conozcan. Hay una falta de divulgación por parte de cada recinto de resaltar lo que cada uno tiene en particular”, añadió Nieves González.
Asimismo, la doctora Porbén González resaltó que la UPR en Carolina no ha sido muy enfática en comunicarle al país sobre el tipo de estudiantes que aprovechan de los ofrecimientos académicos de esta universidad. Mencionó, por ejemplo, que ha tenido madres en sus salones de clases que terminan su bachillerato gracias a cursos nocturnos.
“Debemos dar a conocer más lo que hacemos, porque se nos ve más con el paro que vamos a hacer mañana o la huelga que hicimos hace 20 años. Hay tangibles que se miden en dólares y centavos, pero hay intangibles que no se miden así. Hay cuatrimestres en que madres llegan por las noches con sus cochecitos y sus hijos a terminar su bachillerato, cosa que no pueden hacer en otro lugar”, aseguró Porbén González.
En esa línea, la doctora Román se hizo eco de las palabras de sus compañeros y mencionó que, en el caso de su área de Sistemas de Oficinas, la universidad tiene un 95% de empleabilidad.
“Todos los estudiantes de nosotros que se van a hacer prácticas, se quedan en el centro de práctica y luego abren otros. Igual en diseño y otras áreas. Lo que sucede es que nos hace falta más divulgación de nuestros logros”, puntualizó.
El foro se llevó a cabo en el Salón de Actividades de la Escuela de Administración de Hoteles y Restaurantes.
Repasa el conversatorio aquí:
Pendientes a Diálogo para la publicación de las historias recopiladas en la UPR en Carolina como parte de esta iniciativa.