La Universidad de Puerto Rico (UPR), cuya misión es la generación de investigación, conocimiento y la formación de ciudadanos, está siendo degradada por decisiones administrativas que reducen el proyecto universitario a ser otra agencia más del gobierno de Puerto Rico arropada por la burocracia. Tal es el resultado de un estudio exhaustivo que realizó Diálogo junto a un comité interdisciplinario asesor en finanzas, contabilidad y economía, del cual hoy publica su primera entrega junto a la evidencia correspondiente, y en el que se hace un análisis histórico de las tendencias que arrojan los presupuestos asignados por el Estado a la UPR desde el 2005 hasta el presente. Una de las tendencias más preocupantes que revelan los presupuestos estudiados es la cantidad de recursos económicos que se le asignan a la Junta de Síndicos (JS), cuya misión es ser el cuerpo "creado por la Ley de la Universidad de Puerto Rico para el gobierno y la administración de la Institución. A esos fines, la Junta formula las directrices que rigen la orientación y el desarrollo de la Universidad, examina y aprueba las normas generales de funcionamientos propuestas por los organismos legislativos y administrativos de ésta, de conformidad con la ley, y supervisa la marcha general de la institución". No obstante, la práctica de destinar grandes sumas de dinero a este cuerpo administrativo contradice el lenguaje de la Certificación Núm. 14 (2001-2002), en la que la Junta de Síndicos reflexionó sobre sus funciones: "La frase recogida en la Ley, en el sentido de que la Universidad será gobernada y administrada por la Junta de Síndicos, meramente describe el depósito final de responsabilidad que se hace en ella, y no es interpretable como un mandato legislativo para que la Junta se involucre en pormenores administrativos en detrimento de los intereses académicos de la Institución, así como en perjuicio de la capacidad de la Junta en los asuntos significativos de política institucional que le son realmente privativos" (Énfasis añadido). Como ejemplo, es preciso señalar que la compensación promedio por puesto más alta del Sistema UPR -desde el 2007 hasta el presente- está destinada a la Junta de Síndicos. Para el 2010, la compensación promedio por puesto en la Junta de Síndicos es casi cuatro veces más alta que la compensación promedio más baja de todas las unidades del Sistema UPR -Ponce- y casi el doble de la más alta de los once recintos, reglón que ocupa el campus de Ciencias Médicas. Según ilustra la tabla 3, en la que se presentan los cambios en el costo de la nómina y el número de puestos en la JS, en los periodos entre el 2005-2006, 2007-2008 y 2009-2010 no hubo cambios en la cantidad de puestos. Sin embargo, del 2005 al 2006 el costo de nómina aumentó en $208,000. Del 2007 al 2008 se redujo a $136,000 y del 2009 al 2010 aumentó en $3,234,000. Sobre el periodo del 2006 al 2007 se redujeron 12 puestos, no obstante el costo de la nómina aumentó en $90,000. Mientras que del 2010 al 2011 se propone eliminar cuatro puestos y se disminuiría el costo de la nómina en $2,048,000. Durante el periodo 2008-2009 hubo un aumento en la cantidad de puestos, aunque hubo una reducción de $12,000 en el costo de nómina. Un análisis de estas tendencias revelan que en la Junta de Síndicos no hay una política consistente de compensaciones y beneficios proporcionales a la cantidad de puestos. Más empleados no docentes = menos profesores Otra de las tendencias reveladoras que destapó el análisis presupuestario que hizo Diálogo es el aumento de puestos no docentes en detrimento de los docentes. Mientras en Estados Unidos firmas de consultoría independientes sin fines de lucro, como el Center for College Affordability and Productivity (CCAP) con sede en Washington D.C., alertan sobre la tendencia de un aumento (analizado desde el 1987 al 2007) en los puestos administrativos y no docentes vis a vis los facultativos, y que para el 2014 deben haber superado la primacía de los profesores, en Puerto Rico la proporción de puestos administrativos y no docentes versus los puestos docentes se ha mantenido de 2:1, durante el periodo analizado 2005-2010. Es decir, hay dos puestos no docentes por cada puesto docente. Según Daniel Bennet, quien es el director administrativo del CCAP y tiene una formación postgraduada en economía aplicada con una concentración en issues laborales e internacionales, la data analizada desde el 1987 hasta el 2007 "denota un cambio en la composición de la fuerza laboral de las instituciones de educación superior que apunta al aumento de personal administrativo y no docente. Estas tendencias apuntan a que la fuerza laboral universitaria se está inflando con personal administrativo. De hecho, un informe publicado por el Delta Cost Project (DCP; otra firma de consultoría sobre temas de educación superior con sede en Washington D.C.) señala que el aumento en la burocracia administrativa ha llevado a un cambio en las prioridades institucionales que las alejan de la enseñanza". (Daniel Bennet, Reduce administrative staff (working paper, 2010), Center for College Affordability and Productivity) Según las tendencias del periodo examinado 2005-2011, los 213 puestos no docentes representan una reducción de un 2.37% de los puestos existentes en el 2005, mientras que los 73 puestos docentes representan el 3.74% de los puestos docentes del 2005. En cinco recintos (Aguadilla, Arecibo, Carolina, Utuado y Mayagüez) se recomiendan aumentos en ambos tipos de puestos. En Aguadilla y Arecibo se recomienda un aumento mayor en las plazas administrativas y no docentes que en las docentes, mientras que en Carolina, Utuado y Mayagüez se recomienda un alza mayor en las plazas docentes. De otra parte, para la UPR-Bayamón se recomienda un aumento de 43 puestos no docentes en contraposición de la eliminación de 106 puestos docentes. Esta representa la disminución más grande en puestos docentes por recinto. Sin embargo, en el recinto de Ciencias Médicas, contrario a lo que sucedería en Bayamón, se recomienda un aumento de 80 puestos docentes y una reducción de 95 puestos no docentes. Los recintos que enfrentarían reducciones de puestos, tanto facultativos como no docentes, son: Humacao, Utuado, Ponce y Río Piedras. En los primeros tres recintos mencionados se estarían reduciendo más puestos docentes que no docentes. Resulta significativo que de los 213 puestos no docentes netos que se recomienda reducir, 194 de éstos ocurrirían en el Recinto de Río Piedras. Esta reducción es la más alta de cualquier recinto y representa un 91% de los puestos netos a reducirse. Es importante notar que 146 de dichos puestos se reducirían del 2010 al 2011. De igual forma, de los 73 puestos netos que se reducirían en el 2011, el Recinto de Río Piedras carga con la reducción más alta -después de Bayamón- representando el 74% de los puestos netos perdidos. Es importante señalar que del 2010 al 2011 parece que se están aumentando 15 puestos docentes, cuando en realidad se estaría recuperando una pequeña parte de los 109 puestos docentes que se redujeron del 2008 al 2009 en este campus. Para las tres unidades que no son recintos se recomiendan para el 2010-2011 el aumento de 49 puestos no docentes a la Administración Central y uno a la unidad de Servicios y Actividades (que incluye el Jardín Botánico, el periódico Diálogo, la Revista La Torre, entre otros). También se sugiere la reducción de 11 puestos en la Junta de Síndicos. De otra parte, cuando se compara el salario de algunos de los altos oficiales administrativos de la UPR -según publicó El Nuevo Día– con el promedio de las remuneraciones que reciben sus colegas en Estados Unidos, los administradores locales están más que bien servidos. Por ejemplo, el Chief Information Officer (CIO) de la UPR devenga un salario de $192,000, mientras que el promedio de ese salario en una universidad estadounidense es de $183,000, si se trata de un "Chief Officer", o $99,694 si es un director de tecnología de la información. El salario promedio para un director de Recursos Humanos en Estados Unidos es de $83,311, mientras que en la UPR es de $80,000. Para culminar la muestra: el salario promedio de un director de Finanzas de una universidad americana es de $90,000, la misma cantidad con la que se remunera dicho puesto en nuestra institución. Es importante señalar que esta comparación se hizo contraponiendo los salarios promedios de dichos funcionarios, que trabajan para universidades de investigación estadounidenses, con sus colegas de la UPR. Si la comparación se hiciera con el salario promedio de administrativos que laboran en universidades de todo tipo en EE.UU. -desde instituciones de grados asociados, bachillerato y maestría- entonces la remuneración de los funcionarios de la UPR es mucho más alta. Dos ejemplos: un vicepresidente de Asuntos Estudiantiles gana un promedio de $61,670, mientras que en la UPR esta remuneración es de $119,000 (Daniel Bennet, Reduce administrative staff (working paper, 2010), Center for College Affordability and Productivity) Salarios Administración Central UPR Aquí el comparativo de salarios publicado en El Nuevo Día. Sobre la relación entre el aumento en los costos de matrícula -uno de los issues centrales de la huelga estudiantil que ya va por su día 33- y el crecimiento de la burocracia universitaria en las universidades estadounidenses, Bennet concluye en su estudio: "Los recientes aumentos en los costos de matrícula pueden atribuírsele parcialmente a que la burocracia administrativa universitaria está inflada y descontrolada. Esta tendencia no puede continuar pues la oposición al alza en los costos de matrícula se intensifica. Las universidades deben reenfocar sus prioridades para poder ofrecer una educación de alta calidad a un costo accesible". Aquí los documentos revisados por Diálogo: Costo Nomina y dos Desglose de Puestos Ocupados y Propuestos por Categoría