Nota del Editor: Diálogo comparte algunas letras que se incluyen en el libro, La revolución profunda, de Carlos López Dzur, estudiante de intercambio en la Universidad Hebrea de Jerusalem.
a mi hijita Gabi, quien vive en Haifa (Israel)
y a mi ex profesor Bernard Avisha, Hebrew University
«The young demonstrators would do well to remember May 1968 in Europe; a protest that does not find immediate political expression is destined to disintegrate. New forces that were not involved in politics until now could play a key role». Zeev Sternhell
1.
Mira lo que quedó de la simiente
y de la herencia del Parto Doloroso,
momento en que naciste, Israel.
Ya no existe ningún partido democrático
socialmente auténtico. Ninguno.
Ni unión laborista que merezca tal nombre.
La simiente espontáneamente gime.
«Esto no es lo soñado.
Esta no es herencia de justicia».
Y el Primer Ministro echa su condena
a la Simiente Que Gime:
«No son oposición que sea capaz
de ganar en comicios;
les falta el programa comprensivo
de Desarrollo Nacional».
Y pensar que ellos mismos
desde su Vientre de Gritos y Protestas
se comparan por su idealismo
al estudiantado del Meyo francés
en aquella rebelión de 1968.
El gran contexto de Europa de cierto
que no es el mismo y pensar
que Benjamín Netanyahu
a la Simiente en el Parto Doloroso
la valora tan poca cosa que les llama
«par de huesos», osamentas que queriendo
dar promesas, hacen ruido.
… porque nadie debe considerarse
más experto que Netanyahu y su élite.
La centro izquierda no existe en el Knesset
y el congresista Shelly Yachimovich,
laborista, es otro cantor más
del Libre Mercado que no crearía
otra cosa que pobreza.
• La estructura educativo, a la mierda,
en serio declive. Los salones
en la preparatoria se pueblan
con entre 30-40 alumnos por aula
y no se puede pagar atención preescolar
en guarderías. Es caro
para las parejas juveniles.
Y el presupuesto de las universidades
sufre cortes tras recortes.
Gracias, Netanyahu, por ese desmedido
e insolícito contenido de sionismo
en los currículos.
Esto es parte del grito de la Simiente Que Gime:
«Que vuelva el desarrollo del Pensamiento Crítico
y la Ciencia, Economía verdadera».
• El sistema de salud también se desmorona.
Israel no se interesa en la salud de niños árabes
ni de ancianos, ni vecinos cercanos al Golfo;
el dogma del odio puede más
que el altruismo. Y el médico abtes no fue así
• Los japoneses tienen más gente con empleo
que nosotros, hijos del Doloroso Parto.
En Tel Aviv y Jerusalem descubrimos
propietarios ausentistas, judíos super-millonarios
de la Diáspora que no crean empleos ni explotan
para provecho de la Simiente del Doloroso Parto
la tierra de promesa, conseguida.
De hecho, la conciben desde Europa y América
«como un parque recreacional,
temático, de carácter metafísico, sagrado»
y no dejan que sea el joven sembrador
quien la anhele con azada
y saco de semillas
en sus manos…
Gracias, Likud, por esta extendida política
de acaparación y despojo,
gracias Partido de hacendatarios
y de ministros como Yossi Sarid que abogaron
por el privilegio: que el que renta, sea
el que pierda el alma y los ahorros,
y que el joven que anhela su pedazo
de Israel la compra y de su espacio,
con esfuerzo la pague y con lagrimas
y es mejor que obedezca
a yeshivas de la Ultra-ortodoxia,
porque son preferibles las tecnologías capciosas,
super-sofisticadas, no el sol de Haifa
ni Hadera, no kibbutz cerca del Mar de Galilea
o los Lagos de Tiberías.
• Y pensar que acaparadores, derechistas,
extranjeros de la Diáspora, billonarios
y banqueros sionistas, administran el 90% de la tierra
que por ley se dijo: «Esta es tu heredad.
Esta es la Tierra del Pacto de Dios
con el Pueblo de Israel».
• Toda la vida de la Simiente Que Gime
se ha degradado. Un millón de tus israelíes,
entre los más educados, se han ido al extranjero
y fuera de tus Muros de Lamentaciones.
… porque ese populismo de tus viejas izquierdas
ya no corrige distorsiones. Las funda
y, por el contrario, las consolida
y no hay «economía de compasión».
Todo cuanto sale de Israel es mofa,
artimaña de publicistas hipócritas y venenosos.
La Economía de Compasión es embeleco impuro
del Gobierno y la federación laborista de Histadrut,
a la vez vendida a super-millonarios,
a la vez maquinaria parasítica
de neoconservadores y sionistas del Estado.
Por eso hay que gemir, Jóvenes de Israel,
hija mía, ve allá donde está el corillo
de Tikkum y a los pies de mi amigo,
Bernard Avisha, gime.
Con huérfanos de la fuerza moral
de sus Ciudades, con cautivos como par de huesos
del neoliberalismo, giman todo este verano
y griten en las calles
que Netanyahu los sofoca
aceleradamente y $20 billones del fisco de Israel,
reserva de sus futuros, colegiales,
se dispersan como el polvo,
se derrochan en proyectos de asentamientos
que son culpas, ilegalidades, matanzas, agresiones,
golpes que un día como boomerang
les serán dolorosos
en su carne y su karma.
Esta ausencia de paz que les lleva
a la indignación y al gemido la conozco.
Di en Haifa que estoy contigo y con ellos
y vi el dolor, veo que crece,
oigo que gime,
pero no será por siempre gracias
a los Jóvenes de Israel,
sus indignados que hoy,
a pesar de… como dijo Netanyahu,
son gente sin programa,
sin partido,
sin votos.
• La sexta parte del presupuesto de Israel
es para armas y guerra, sistemas de homicidio tecnológico.
Aplicaciones nucleares y espionaje del mundo.
Gime, pues, hijo del Parto Doloroso
porque los días de tu aislamiento político
han sido anunciados, en medio de pre-augurios
de crecimientos bajos para tu economía
y obstáculos al edificar lucrativas relaciones
con corporaciones de Europa.
• Gime, Niño del Libro, heredero de la abundancia
de las naciones. Dieciocho de tus familias
acaparan la riqueza de Israel.
Las 16 familias más ricas son dueñas
del 20% de las 500 compañías principales
y mira lo que dejan para tí
una vez que organizan monopolios en la banca,
en telecoms, en medios de prensa, en supermercados,
migajas y un gobierno que invierte en guerra,
gobierno en pro de continúas invasiones,
gobierno con turismo / y armonías /
cada vez más débiles, a excepción
de sus colonos ortodoxos de la Rusia putinista
quienes llegan por despojos de Palestina,
como hienas,
por gritos de Viva la Muerte
en las calles de Ramallah.