El banco Goldman Sachs cerró su fondo destinado a la inversión en los cinco países que integran el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) porque le daba constantes pérdidas. ¿Eso implica que cayó el telón para el acrónimo que llegó a concentrar el interés de los banqueros por los “mercados emergentes”?
Parecería que sí, luego de que la caída del mercado de valores de China y su economía en rápida desaceleración provocó el temor de que el dragón chino desencadene la próxima recesión mundial.
La economía de Brasil pasa por su peor recesión en los últimos 25 años. Rusia también está en un período de contracción debido a la caída de los precios del petróleo y a las sanciones internacionales por su conflicto armado con Ucrania. India sigue siendo un remanso de estabilidad. El crecimiento de Sudáfrica es lento, con un muy alto nivel de desempleo.
En este contexto sombrío, ¿cuáles son las perspectivas de que el BRICS pueda desempeñar un papel vital en la economía mundial?
Hace catorce años, el BRICS era en gran medida una idea a la que le había llegado su hora. Goldman Sachs proyectaba a sus integrantes como los futuros motores de crecimiento de la economía mundial. El acrónimo pronto se convirtió en una palabra de moda con una vida propia.
La atención prodigada a estas economías emergentes, sobre todo a partir de 2006, generó atractivos beneficios que alcanzaron su cúspide en 2010. Pero desde entonces, los activos del Fondo BRICS se desplomaron, de 842 millones de dólares a 98 millones a fines de septiembre de 2015, según la agencia de noticias Bloomberg.
Sin esperanza de que en el futuro próximo se produzca un “crecimiento importante de los activos”, Goldman Sachs tiró la toalla el 23 de octubre, el último día en que el fondo negoció en la bolsa.
Esta situación refleja claramente el franco deterioro de las perspectivas de crecimiento de las economías del BRICS. Se esperaba que en conjunto las cinco superarían el tamaño de la economía de Estados Unidos este año. Pero no es probable que eso suceda.
La desaceleración de la economía china, de hecho, amenaza con la primera recesión mundial en 50 años sin influencia estadounidense, según un banco de inversión. A Brasil y Rusia les va mucho peor, ya que dependen en gran medida de las exportaciones de sus productos básicos para impulsar su crecimiento.
Dado que China es el mayor importador mundial de petróleo, mineral de hierro y otras materias primas, esa es una mala noticia para las perspectivas impulsadas por los productos básicos. Solo los antecedentes de India ameritan considerarla la economía de crecimiento más rápido en el mundo.
Estas preocupaciones solo logran que el grupo – que concentra 20 por ciento del producto interno bruto, 42 por ciento de la población, 17.3 por ciento del comercio, 41 por ciento de las reservas de divisas y 45 por ciento de la producción agrícola del mundo – pierda cohesión para ejercer su importancia geoeconómica en el planeta.
Los analistas consideran que los BRICS son una alianza de economías de mediano tamaño que podrían liderar un serio intento de contrapesar a Estados Unidos, la economía más poderosa del mundo.
Esto no es para nada evidente excepto, tal vez, para Rusia, que soporta el peso de las sanciones lideradas por Estados Unidos debido a su intervención en Ucrania. El argumento se aplica menos a India, que está profundizando sus relaciones con Washington.
Pero los BRICS no están contentos con la arquitectura financiera mundial que lidera Estados Unidos. Una característica común que se destaca en las siete declaraciones emitidas por las cumbres de la agrupación entre 2009 y 2015 es que sus integrantes tienen como objetivo promover la paz, la seguridad, la prosperidad y el desarrollo de un orden mundial multipolar, equitativo y democrático.
El BRICS pretende una mayor voz y participación en las instituciones de gobernanza internacional, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización de las Naciones Unidas.
La cumbre celebrada en la ciudad sudafricana de Durban en 2013, por ejemplo, señaló que la OMC necesita un líder nuevo que demuestre su compromiso con el multilateralismo y que sea un representante de un país en desarrollo.
La formación del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) es, de hecho, una expresión concreta de la voluntad de los BRICS por establecer su propia alternativa al FMI y el Banco Mundial liderados por Estados Unidos.
El presidente del NBD, KV Kamath, indicó que el banco buscaría un camino diferente al de las instituciones de Bretton Woods, que imponen condiciones inaceptables para conceder sus préstamos.
En marcado contraste, se espera que el NBD priorice los intereses de los prestatarios, y no aquellos del prestamista, lo que reflejaría mejor las expectativas y aspiraciones de los países en desarrollo. Pero el BRICS no tiene deseos de presentar al NBD como un rival del Banco Mundial o el FMI.
En una reunión de los BRICS celebrada antes de la reciente cumbre del Grupo de los 20 en Turquía, el primer ministro de India, Narendra Modi, declaró que su país guiará al NBD para que financie las necesidades de las economías emergentes.
India asumirá la presidencia del BRICS en febrero de 2016 y el tema de su presidencia será la Construcción de soluciones receptivas, inclusivas y colectivas.
Modi añadió que hubo un momento en que se cuestionó la lógica y la capacidad de duración del BRICS. Pero sus integrantes han dado sobradas pruebas de su relevancia y valor con sus medidas en una época de grandes desafíos globales, aseguró.
La buena noticia es que los BRICS están cooperando y compitiendo entre sí para ocupar su lugar en el mundo. Las siete cumbres que celebraron, de San Petersburgo a Ufa, lo atestiguan. Los cinco países son los nuevos motores de crecimiento para los países de bajos ingresos, especialmente en África, si se toma en cuenta la creciente importancia de su comercio e inversión extranjera directa en dichas economías.
Los BRICS están pasando por tiempos difíciles, pero constituyen un mercado de consumo importante. Sus ingresos han crecido a medida que cada vez más personas se suman a la clase media, lo que resulta en una mayor demanda de petróleo, automóviles y productos básicos en los principales países miembros, como China e India.
Pero la agrupación deberá abordar seriamente los problemas que implica encaminar su ritmo de expansión para impulsar el crecimiento global como antes. Es posible que los BRICS no les estén generando beneficios financieros a los bancos de inversión, pero no están en peligro inminente de desaparecer.
Los países miembros, después de todo, se toman las cosas suficientemente en serio como para fundar un rival potencial al Banco Mundial y el FMI. Aunque Goldman Sachs haya cerrado el fondo BRICS, el acrónimo seguirá siendo relevante en el futuro.
Su capacidad de recuperación solamente pone de manifiesto la profunda verdad de lo que el famoso economista británico John Maynard Keynes dijo hace mucho tiempo, que las ideas de los economistas y filósofos políticos, estén acertadas o erradas, son más poderosas de lo que se entiende comúnmente. De hecho, el mundo se rige por ellas.