
SOBRE EL AUTOR
En los medios de comunicación se le da cobertura al deporte en varios renglones, prevaleciendo el de alta competición y, por supuesto, el que al presente tenga más seguidores en las redes sociales. Muy poco se lee sobre la función social de la actividad física y la recreación.
Este dilema vino a mi mente cuando decidí escribir sobre el levantamiento del deporte en Puerto Rico a seis meses de María. Este es un ejercicio, como otros, que he puesto en práctica por la resiliencia adquirida después del 20 de septiembre de 2017. Mientras escribía me surgieron estas preguntas: ¿El deporte vive o sobrevive? ¿El deporte cambió su función social después de María? ¿Es necesario el deporte en un país devastado? ¿Se merece inversión el deporte en un país que apenas se sigue levantando?
A base de mi percepción, desarrollada por los entornos que he crecido, el deporte VIVE con escasos medios o condiciones adversas, semejante al resto de todos los componentes del País, pero con una variedad en las funciones que ejercía antes del huracán.
María no fue Hugo, ni George. Fue un evento atmosférico que destapó lo vulnerable que somos ante la emergencia que todavía sufrimos. A medio año de su llegada, el País trabaja afanosamente por la recuperación de los servicios generales. El deporte no ha sido la prioridad, pero debe ser atendido con prontitud.
El Comité Olímpico de Puerto Rico abrió un espacio de respiro con la visita a varios pueblos llevando una jornada olímpica recreativa llamada #MoviéndonosPorLosNuestro de octubre a noviembre del pasado año.
Fue un ejercicio que demostró que la actividad física era clave en la recuperación de la población, que se aferra en un auxilio a recuperar una salud mental balanceada para enfrentar los retos individuales y colectivos. A su vez, continuó con los planes de enviar a los atletas candidatos a los próximos Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla, Colombia, a entrenar en el exterior y a sus clasificatorias con el presupuesto predeterminado del 2017.
El 7 de diciembre de 2017 el deporte tomó papel protagónico en la reconstrucción de Puerto Rico a mayor escala. El inicio de los torneos de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI) se presentó como un aliciente, estímulo, terapia y hasta entretenimiento para los estudiantes-atletas, entrenadores y demás personal involucrado. Cumplió y sigue cumpliendo como bálsamo sanador ante el reclamo de un estado de bienestar y calidad de vida entre una persona o un colectivo con su entorno socio-cultural. El deseo de ganar existe, pero no es el foco central.
La LAI rompió con las barreras del miedo y terror que dejó María. ¿La acción deportiva resultará beneficiosa para el país?

Los estudiantes-atletas han dado el máximo durante los meses subisguientes al temporal a pesar de que varios de ellos perdieron sus casas y hasta los espacios donde practicar. (Suministrada)
Sí, quedó demostrado y lo sigue demostrando con sus ajustes. Han sido decenas las historias de triunfos que se han compartido en las redes sociales, los medios de comunicación y en la sala de un hogar.
Más que las lamentaciones, la LAI demostró que el deporte es y sigue siendo un apoyo en la reconstrucción de vidas que lo han perdido todo, que todavía siguen reinventándose y los que buscan triunfar, para demostrarse que son más grandes que sus circunstancias.
Semanas después se lanzaron otros deportes, con menor proporción de organización a la de la LAI. Se tiraron al terreno de juego con sus torneos reducidos: el sóftbol y el béisbol profesional con la Liga Roberto Clemente Walker. De hecho, Puerto Rico revalidó en la Serie del Caribe con los bicampeones Criollos de Caguas y sus refuerzos.

Los Criollos de Caguas alcanzaron el cuarto título de su historia en la Serie del Caribe. (Facebook)
Las carreras pedestres comenzaron a reclamar las rutas con sus cambios. Un ejemplo fue el Maratón San Blas en Coamo. El voleibol profesional cumplió su palabra presentando la Copa Federación en ambas ramas.
Poco a poco se fueron restableciendo las competencias iniciadas en agosto y septiembre en ligas escolares del sistema público y privado y el béisbol Clase A del Departamento de Recreación y Deportes.
Viendo el éxito que adquiría el deporte en la salud de Puerto Rico, las organizaciones deportivas siguieron con el plan de hacer realidad sus torneos y eventos, como lo será en abril la inauguración de la pelota Doble A y en mayo el Baloncesto Superior masculino. Este último, con todas sus batallas, va pa’lante.
En el ámbito nacional, el deporte praxis (salud, relación social, desarrollo integral y de esparcimiento) y el deporte espectáculo (contacto social, profesión, con resultados en el alto rendimiento y el de negocio) han demostrado que son motores estimulantes para la recuperación del país.
Con instalaciones destruidas, semidestruidas y otras sin abrir, el deporte VIVE. Todavía no están sin acceso al público, pero bien lo han dicho varios líderes políticos es que “el deporte no es prioridad”. ¡Se entiende, por la urgencia de tener las utilidades básicas funcionando! Sin embargo, ya las deben incluir en su plan de restablecimiento. Está requeteprobada su eficiencia y eficacia en la sociedad.

“Con instalaciones destruidas, semidestruidas y otras sin abrir, el deporte VIVE”.
Ahora bien, varios compromisos internacionales de envergadura están en el calendario. Uno de ellos comenzó: las ventas de FIBA para el Mundial de baloncesto masculino. Otros están a la vuelta de la esquina: el Mundial femenino de baloncesto, los Juegos de Barranquilla y los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires, Argentina.
Este renglón deportivo exige dinero para cumplir con los compromisos exitosamente. También, como se ha dialogado, es necesario un reajuste a la realidad que se vive después del evento catastrófico, y a tres meses y varios días de la venidera época de huracanes.
No nos podemos olvidar, que estos deportistas están cumpliendo con sus entrenamientos y tienen el deporte como modo de sustento. Eso no les quita a los atletas sus responsabilidades de cumplir con las exigencias de clasificación y a las organizaciones ser prudentes a la hora de las asignaciones económicas.
Lo que si debe prevalecer es el apoyo de un pueblo. No cometer el horrendo crimen de ignorarlos, porque de esas historias el País está llena por todos lados. Si no, miremos los noticiarios, escuchemos la radio, leamos las redes sociales y la prensa escrita de su predilección u otro vehículo informativo alterno.
Si será una buena opción o no aportar al alto rendimiento, inclinémonos hacia lo probado.
Yo siempre apuesto al deporte y su beneficio con abundancia, y redoblo la apuesta en los momentos de escasez.
Estoy como ustedes. Sin saber si vendrá otro huracán, me estoy sanando día a día para un posible acontecimiento. Tampoco sé si las delegaciones de Puerto Rico ganarán las mismas medallas que en el ciclo pasado o se mejorará los resultados de los mundiales. Aquí prevalece la fe.
¿Qué es la fe? La certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve; como hemos vivido con ímpetu desde el 20 de septiembre del 2017.
La autora es comunicadora deportiva y bloguera. Este texto se publicó originalmente en el blog La estocada de Zacha Acosta.