
SOBRE EL AUTOR
Ramón Santana Santana y Evelier Rivera Viana comenzaron a construir su hogar en el 2008 por encima de rúbricas normativas heterosexuales que guían a la sociedad en el Mundo. Ese mismo año, también comenzaron a ser acechados.
Y es que a pesar de poder ver materializado su sueño de tener su propia casa; su anhelo se desvaneció cuando la pareja comenzó a sufrir insultos dirigidos a su orientación sexual y varios actos de intimidación por parte de su vecino Afredo Salgado Malpica.
En efecto, Salgado confesó que les cerró la llave de paso de agua, y escupió y arrojó basura en la propiedad de la pareja.
A raíz de esos hechos el Tribunal Municipal de Vega Alta en Dorado expidió una orden de protección en el 2009 que ordenaba que el agresor no se acercara a ellos.
Sin embargo, no fue sino hasta el primero de febrero de este año que se le añadió el agravante de crimen de odio al delito grave cuando el acusado violó la orden de protección.
Precisamente, en la Isla es la primera vez que se radica un caso con este agravante; a pesar de que en diversas ocasiones activistas del sector LGBT de Puerto Rico han endosado a las autoridades a que se investiguen ciertos sucesos ocurridos en el País tomando en consideración este ángulo.
Una oración y un gesto fueron lo que finalmente llevaron a las autoridades a la acción. Salgado amenazó a la pareja al cruzarse con ella en una vía pública expresando que “qué carajo miras pato sucio los voy a matar ”, dijo el acusado, acompañando sus palabras con una señal de la mano que imitaba un arma de fuego. Ésta marcó la cuarta vez que Salgado violaba la orden de protección.
Ante las acciones del imputado, Santana y Rivera intentaron mover al Departamento de Corrección para que lo vigilara de cerca, pero los esfuerzos fueron infructuosos.
“Esto es solo parte del tortuoso y extenso viacrucis de acecho constante, acoso e intimidación vivido por los perjudicados el cual ha continuado por más de tres años debido a la indiferencia y dejadez por parte de las autoridades locales…”, destacó un comunicado en donde comunidades LHBTT expresaron su satisfacción ante esta radicación.
Además de los ataques mencionados, Salgado amenazó a Santana y Rivera en otras ocasiones, les dejó una bala en la entrada de la casa y persiguió su automóvil en la noche. Aún más, según el comunicado la pareja también tuvo que enfrentarse a la “alegada falta de atención y negativa a radicar querellas contra Salgado Malpica por parte de los agentes de la Policía de Puerto Rico adscritos al Cuartel de Vega Alta”.
La indiferencia o falta de interés por parte de las autoridades policiacas evidencian su falta de educación y concienciación. Sin embargo, los eventos coinciden con una revisión al currículo de adiestramiento de la Policía para instruir sobre derechos cíviles de comunidades minoritarias, incluyendo las LHBTT. Esto más la inclusión del agravante de crimen de odio podrían representar dos pasos en contra de este tipo de violencia.