La Universidad de Puerto Rico (UPR) en Mayagüez enfrenta un alarmante número de casos de hostigamiento sexual, reveló el estudio El Hostigamiento Sexual en la Universidad de Puerto Rico Recinto Universitario de Mayagüez divulgado hoy por la administración universitaria.
De acuerdo con el documento, estos casos ocurren en todos los sectores de la comunidad universitaria: estudiantes, facultad y empleados no docentes.
El informe fue encomendado en 2016 por el entonces rector del RUM John Fernández Van Cleve, con el objetivo de realizar una investigación sobre la prevalencia de hostigamiento sexual en el campus.
Según los resultados, el 53.2% de los y las estudiantes indicaron haber experimentado al menos un incidente de hostigamiento sexual en los predios del recinto. En el estudio participaron 1,204 estudiantes –un 14.9% de la matrícula del RUM–, lo que significa que unos 640 colegiales han vivido acoso sexual en su lugar de estudio.
El victimario principal de los estudiantes fue otro alumno (73.2%), seguido de docentes (28.4%). A tenor con el informe, la prevalencia fue “significativamente mayor en las mujeres”, aunque no brindaron información cuantitativa en este renglón.
Sin embargo, este grupo es el que menos ha radicado querellas formales en el RUM (4%), y solo el uno de cada cuatro estudiantes expresó conocer sobre los recursos que provee el recinto para procesar los casos de hostigamiento sexual.
Los resultados del estudio, con fecha del 22 de noviembre de 2017, fueron difundidos luego de que los estudiantes aprobaran ayer en una asamblea general que la administración hiciese públicos los resultados del informes y la lista de ofensores sexuales del RUM.
A pesar de que desde el 2015 la UPR cuenta con el reglamento contra las conductas de hostigamiento, “no hay estudios sobre la prevalencia de este fenómeno social en las instituciones académicas en Puerto Rico”, dice el informe.
La rectora interina del RUM, Wilma Santiago Gabrielini, expresó en declaraciones escritas que el recinto se encuentra “tomando las medidas necesarias para atender el tema en nuestro campus. Se han desarrollado campañas e iniciativas de prevención desde nuestra oficina, Procuraduría Estudiantil, Coordinador Título IX, Calidad de Vida y Consejo General de Estudiantes. Estamos comprometidos con nuestra política de cero tolerancias y es por esto que día a día estamos trabajando para tomar las acciones pertinentes en estos casos”.
No obstante, el estudio apunta que el 61.8% de los estudiantes consideran que el hostigamiento sexual es un problema recurrente en el RUM.
Aún falta que la administración universitaria publique la lista de profesores catalogados por el Estado como ofensores sexuales.
El reclamo estudiantil se da en medio de una ola de movimientos internacionales, como #MeToo y #TimesUp, que buscan denunciar los casos de hostigamiento y agresión sexual.
La facultad y los no docentes también son víctimas
Según la encuesta, 133 empleados no docentes –lo que representa un 57.6% de los participantes– indicaron haber experimentado hostigamiento sexual en el recinto. El estudio contó con una participación de 231 empleados no docentes, lo que representa el 19.5% del personal no docente.
En el 83% de los casos, el hostigador principal en este grupo fue otro empleado no docente. Mientras, los investigadores indicaron que no encontraron diferencias significativas por género entre las víctimas.
El 14.9% de los empleados no docentes radicaron una querella formal en el RUM y el 48.8% indicaron conocer los recursos disponibles en el campus para atender las situaciones de hostigamiento sexual.
“Más de la mitad de los empleados (52.5% de las mujeres y 56.7% de los hombres) considera que el hostigamiento sexual es un problema recurrente en el RUM”, detalla el informe.
En cuanto a la facultad, el estudio reporta que 89 docentes –el 39.6% de los encuestados– expresaron haber vivido incidentes de hostigamiento sexual dentro del recinto, siendo las mujeres las mayores victimarias. En el caso del profesorado, la encuesta tuvo una participación 226 docentes, lo que representa un 27% de la facultad del RUM.
Al igual que los grupos anteriores, el hostigador principal de los docentes fue otro docente (61.6%), seguido de empleados no docentes (44.8%) y estudiantes (44.6%).
Solo el 5.2% de las víctimas radicaron querellas formales en las oficinas pertinentes, a pesar de que el 48.4% indicó conocer los recursos disponibles en el RUM.
“Consistentemente, en las tres poblaciones, las mujeres experimentan hostigamiento sexual con mayor frecuencia que los hombres”, destaca el estudio.
La cifra de personas que el estudio concluye han sido víctimas de hostigamiento sexual representa el 16%, o 1,661 personas de la comunidad universitaria del RUM.
La estudiante Karla Rodríguez, de Ciencias Agrícolas, presentó la moción ayer para que la administración hiciera público los resultados del informe. (Andrés Santana / Diálogo)
Predomina el hostigamiento por género
Los investigadores informaron que la categoría de hostigamiento por género es la más frecuente entre la comunidad universitaria.
Cuando se habla de hostigamiento por género “enmarca todas las conductas sexuales que infiere insultos, hostilidad y actitudes indignas del género opuesto tales como chistes sexuales y sexistas, miradas de índole sexual, comentarios inapropiados, entre otros”, explica el documento.
Sin embargo, los peritos fueron enfáticos en que el hostigamiento por género “constituye un problema serio que lacera las interacciones sociales y genera conflictos interpersonales” y que “bajo ningún concepto debe ser interpretado como inofensivo, aceptable o justificado a partir de referentes culturales”.
En cuanto a las conductas sexuales no deseadas –que puedan ser sexualmente ofensivas, no deseadas y no recíprocas por la víctima– la prevalencia en los tres grupos varía entre el 17.8% y el 28.2%.
Por otro lado, la coerción sexual –conductas severas en las que se incorpora la extorsión e intercambio de beneficios sexuales a cambio de beneficios marginales– ronda entre el 2.0% y el 5.5%.
Tanto en las conductas sexuales no deseadas como en la coerción sexual fueron los estudiantes quienes presentaron la prevalencia más alta.
Desconfían de la administración
Otro dato que también alarmó a los investigadores fue la baja cantidad de personas que reportan los incidentes a través de una querella formal y el conocimiento sobre los protocolos que tiene la institución para atender situaciones de hostigamiento sexual.
“Tanto las respuestas de los participantes en las preguntas cerradas como en la pregunta abierta sugieren una desconfianza en la administración para atender los incidentes de manera confidencial, adecuada y satisfactoria desde la perspectiva de la víctima”, apunta el estudio.
En cuanto al conocimiento de los recursos que ofrece el RUM y del cual la comunidad desconoce, los investigadores resaltaron que “tanto los empleados docentes como los no docentes reciben esta información durante su proceso de contratación. De hecho, todo empleado nuevo en el RUM firma un documento en el cual afirma haber recibido y leído la Política Institucional sobre el Hostigamiento Sexual, entre otras políticas”.
Por estas razones los expertos que trabajaron el estudio recomendaron la creación de la Oficina de Asuntos de Género como un ente independiente que genere iniciativas que impacten a toda la comunidad universitaria y que pueda atender y prevenir el hostigamiento sexual en el recinto.
Además, invitaron a la administración a establecer acuerdos colaborativos con negocios y organizaciones aledañas al RUM, implantar estrategias que incluyan a los padres, integrar al Comité Coordinador del Programa de Prevención de Violencia de Género el tema del hostigamiento sexual y evaluar periódicamente las estrategias implantadas.
“Si eres estudiante y eres víctima de hostigamiento sexual, acudir a la Procuradora Estudiantil en Celis 324, Decano de Estudiantes o la Oficina de Calidad de Vida. En caso de ser empleado acudir a la Oficina de Recursos Humanos. Recuerde siempre tomar buenas decisiones sobre su comportamiento y ayude a sus compañeros tomar decisiones seguras y saludables. Sea responsable en sus actos, ya que involucrarse en comportamiento prohibido impactará negativamente su educación y/o oportunidades de aprendizaje de otros”, recomendó la rectora interina.
Se espera que próximamente los profesores investigadores –Enid A. Rodríguez Nogueras, Douglas Santos, Pedro Torres Saavedra, Rose M. Méndez Avilés, Axel Santos, Eduardo Lugo y Dámaris Santana Morant– realicen una presentación sobre los hallazgos del estudio a la comunidad universitaria.