
Los puertorriqueños nunca nos quedamos callados; tenemos una opinión para todo en la punta de la lengua. A través de sus Facebook Live, Alexandra Lúgaro siempre ha tenido algo que decirnos a lo largo de su campaña para la gobernación. Ya sea para tratar de aclarar el asunto de su celular o anunciar sus creencias, Lúgaro no falla a la hora de una explicación. Lo que sintoniza muy bien con una cultura del ¡ay bendito!, de las excusas, y de los pretextos.
Sobre las redes sociales, Umberto Eco, el fenecido escritor y filósofo italiano, comentó en una entrevista: “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de imbéciles que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los necios”. Lúgaro no es una imbécil en el bar de Eco pero comparte ese aire de familia con los “opinionators” de bar y de micrófono (algunos de los cuales ganan mucho hablando por radio). Las redes sociales se han convertido en los perfectos mecanismos para expresar todo lo que nos sucede o se nos ocurra convirtiéndose en cartelones de expresión pública.
En un mundo mediatizado, donde el interlocutor tiene alrededor de cinco segundos para llevar un mensaje, lo que se dice no es lo primordial. El impacto del mensaje depende de la originalidad con la se presenta y la maña con la que logra capturar la audiencia. A través del uso Facebook y Twitter bajo el hashtag #sinmiedo, Alexandra Lúgaro ha interpelado a los millenials puertorriqueños, quienes componen el grupo poblacional entre los 18 y 34 años, el más seducido por la abstención.
Acostumbrados a mensajes breves, rápidos y sin profundidad de significados, los millenials han quedado rendidos ante los videos live de la candidata independiente a la gobernación al consumir sus transmisiones como consumen series trendy en la televisión o la Internet. Apenas al minuto del inicio de cada una de sus transmisiones, unas dos mil personas ya se han conectado a Facebook a escucharla, y dejar tanto sus likes como sus comentarios. Sus Facebook Live son esperados con las mismas ansias que el próximo capítulo de Stranger Things.
Su fórmula, al igual que la de los youtubers, es conectar con su audiencia con cierta intimidad y familiaridad cual si fuese un amigo que te ofrece un consejo. Los youtubers, reyes y reinas de la inmediatez y la proximidad, se han convertido en influenciadores de opinión. Al igual que ellos, Alexandra Lúgaro produce y publica sus videos. Estos Facebook Live se han insertado en la esfera pública como un método de experiencia comunitaria e identitaria. Con ellos, Lúgaro ha logrado una fanáticada, y convertirse en un fenómeno mediático. No sabemos aún cómo se transformarán los fanáticos en electores. Lo que sí sabemos es que estudiar a Lúgaro desde la comunicación, como lo estamos haciendo en el Observatorio de Medios UPR, es clave para entender al Puerto Rico de hoy.
La autora estudiante del Programa de Maestría en Comunicación de la UPR y colaboradora en el proyecto MediaElecciones 2016.