En muchos países de Latinoamérica la naturaleza es lacerada por el desarrollo y la industrialización que impulsan los intereses de las grandes potencias mundiales. Así lo aseguró Aura Lolita Chávez, integrante del Consejo de Pueblos Kichés de Guatemala.

Aura Lolita Chávez durante su participación en Casa Pueblo. (Ricardo Alcaraz/ Diálogo UPR)
Puerto Rico, al ser un territorio bajo el dominio estadounidense, no se escapa de esa realidad. Han sido muchas las luchas que se han desatado en contra de proyectos disfrazados de desarrollo y progreso, pero claramente vestidos de destrucción de los recursos naturales.
La reciente aprobación de la ley PROMESA -que trae consigo la imposición de una Junta de Control Fiscal (JCF) a partir de enero del 2017- ha puesto en alerta a los grupos ambientalistas del país. Se teme que la JCF podría ser un “fast track” para aprobar proyectos energéticos y de desarrollo económico que ignoren las leyes de protección ambiental.
Motivada por las preocupaciones que se tienen al respecto, la organización Casa Pueblo en Adjuntas, realizó el pasado fin de semana el primer Encuentro latinoamericano de mujeres que luchan por el ambiente y el desarrollo sostenible.
Durante la actividad, líderes ambientales de Perú, Ecuador, Guatemala, Honduras y Puerto Rico compartieron sus experiencias, sus luchas, sus metas y las dificultades que han rebasado en el proceso de alcanzarlas. Asimismo, dialogaron sobre los retos que se aproximan.

Lorena Cabnal, ambientalista guatemalteca. (Ricardo Alcaraz/ Diálogo UPR)
Según la ambientalista guatemalteca Lorena Cabnal, el patriarcado y el colonialismo que se proliferan a través de las multinacionales provocan violencia territorial y violencia contra el cuerpo. Cabnal, quien pertenece a la Red de Sanadoras Ancestrales del Feminismo Comunitario en Guatemala, conoce muy bien esa violencia que atenta contra la vida.
Por su parte, Chávez explicó que la violencia se debe a que “nuestro modelo de vida está chocando con el modelo de las multinacionales”. La guatemalteca contó que ha sido atentada, torturada y perseguida por el gobierno y grupos paramilitares de su país por rechazar los proyectos hidroeléctricos y la minería.
Algo similar a lo que ocurre en Guatemala, sucede en Ecuador donde el gobierno utiliza su poder para reprimir y criminalizar la protesta social. Lina Solano, directora de la organización Frente de Mujeres Defensoras de la Pachamama en Cuenca, Ecuador, denunció en el encuentro la pérdida irremediable de los bosques amazónicos ecuatorianos y de los recursos naturales que ellos encierran, a causa de las transnacionales.
“No queremos esos proyectos de muerte”, aseguró Berta Zúñiga Cáceres, hija de Berta Cáceres quien fue asesinada en marzo de este año. La hondureña señaló que los proyectos energéticos, la minería, la privatización de los territorios y la deforestación son “un golpe de Estado” para las comunidades que saben vivir armoniosamente con la naturaleza.

Tinti Deyá, representante de Casa Pueblo. (Ricardo Alcaraz/ Diálogo UPR)
Pero, ¿un golpe de estado al pueblo puertorriqueño? “Que ni lo intenten”, advirtió Tinti Deyá, líder de Casa Pueblo. Luego de muchos años de persecución política por estar en contra de los proyectos mineros de cielo abierto, del gasoducto y de la destrucción del medioambiente, Deyá se siente fortalecida para enfrentar los retos que presente la JCF.
De igual forma, las líderes ambientales de la organización Boricuá, de grupos en contra de la incineración y el depósito de cenizas, de la organización Playas pal’ pueblo y de los Defensores del Karso, de la Coalición del Corredor Ecológico del Noreste y líderes comunitarias de Vieques y Culebra, aseguraron que no van a permitir la destrucción de los recursos naturales en Puerto Rico.
“Detrás de los proyectos en contra del ambiente, hay alguien que quiere hacerse rico”, opinó Myrna Conty, quien está al frente del grupo en contra de la incineradora de Arecibo y el depósito de cenizas en Guayama. Conty argumentó que los proyectos energéticos son proyectos críticos para el ambiente y solo buscan generar dinero.
Asimismo, Aleida Encarnación, líder comunitaria de Vieques informó que en la isla municipio “tenemos los tenis desempolvados” para luchar en caso de que la Junta de Control Fiscal amenace su territorio. La líder recordó la lucha que emprendió Vieques en contra de la Marina de los Estados Unidos.
Además, Encarnación denunció los encarcelamientos, el maltrato y la exposición a tóxicos que vivieron los viequenses durante el periodo de 1940 al 2003 cuando finalmente lograron detener las prácticas militares y la salida de la marina. No obstante, su lucha actual es restaurar sus ecosistemas y limpiar los residuos que dejó la Marina.
Cabnal señaló que las luchas en defensa por las cuevas, los bosques, los ríos y todos los ecosistemas lastiman el cuerpo y el espíritu, pero “es posible recuperar la alegría sin perder la indignación”.
Añadió que “el sistema capitalista nos pone a competir y crea enemistad entre las mujeres”, pero han creado una red de solidaridad y denuncia en foros internacionales que fortalece sus luchas.