
BERLIN (Reuters) – La canciller de Alemania, Angela Merkel, arribó este lunes a Afganistán para visitar a las tropas germanas estacionadas en ese país, en un imprevisto viaje en el que no tiene previsto mantener conversaciones con líderes locales. Poco después de que Merkel saliera de un campo del Ejército alemán en la provincia de Kunduz, atacantes lanzaron cohetes al lugar, dijeron funcionarios. Los cohetes cayeron fuera del campo y no hubo ningún herido, informó un portavoz del ministerio de Defensa alemán. “La canciller quiere tener una impresión del papel militar y civil de Alemania en la región del norte”, dijo el portavoz del Gobierno Thomas Steg en una conferencia de prensa. Alemania tiene unos 3.800 efectivos en Afganistán y cuenta con un mandato de su Parlamento para enviar un total de 4.500 soldados como parte de una misión de la OTAN. Pero Merkel, quien enfrenta una elección en seis meses, es reacia a incrementar el número de tropas de combate enviadas a Afganistán para la misión, que no goza de popularidad entre los alemanes. Steg dijo que Alemania defendía desde hace un tiempo una estrategia que no sólo se centraba en la acción militar sino además en los esfuerzos de reconstrucción civil, añadiendo que este enfoque también había tenido un amplio apoyo de los socios de la OTAN en la cumbre de la semana pasada. Merkel, acompañada por el ministro de Defensa, Franz Josef Jung, también iba a visitar proyectos civiles en el norte de Afganistán, pero no tenía previstas reuniones políticas en Kabul, dijo Steg. La canciller habló por teléfono con el líder afgano Hamid Karzai el domingo y le informó acerca de las conversaciones en la cumbre de la OTAN, añadió el portavoz. El presidente estadounidense, Barack Obama, obtuvo el sábado apoyo de la OTAN para su nueva estrategia en Afganistán, que favorece un enfoque regional para fortalecer el esfuerzo civil y el entrenamiento de las fuerzas de seguridad afganas. Pero sus aliados europeos se resistieron a ofrecer nuevos despliegues de tropas a largo plazo. Los miembros de la alianza aceptaron enviar 5.000 soldados adicionales y entrenadores como refuerzo antes de las elecciones afganas. Alemania ya anunció que destinará 600 fuerzas extras. Merkel también ha resistido la presión de los aliados para que envíe sus tropas a zonas más peligrosas en el sur de Afganistán, donde las fuerzas aliadas están luchando contra la insurgencia talibán. La mayoría de los soldados alemanes se encuentran en el norte del país. En su conversación telefónica con Karzai, la canciller reiteró su preocupación por una ley que según sus críticos legalizará la violación marital, dijo Steg. “Dejó en claro que la ley no está en conformidad con el Gobierno y con su propia visión de la igualdad entre hombres y mujeres”, señaló el portavoz. El ministerio de Justicia afgano dijo previamente que la ley para la minoría chiíta del país estaba en espera y bajo revisión. La canciller volverá a Berlín a tiempo para mantener una reunión de gabinete el miércoles, dijo el portavoz, sin dar más detalles.