La Sala FAR de la Fundación Ángel Ramos está llena de sombras, sombrillas y sombreros. Hay sombrillas que se sostienen sobre el papel. Hay sombrillas al derecho, pero también las hay al revés. Sombras, sombrillas y sombreros. Están por todas partes.
Esta exhibición parece un juego de impresiones en rojo, blanco, marrón y negro. Figuras que hablan en silencio a través de una muestra de arte que invita a la reflexión de muchas cosas. Por eso las piezas que hoy se encuentran en la Sala FAR son solo una muestra de la colección completa que Antonio Martorell presentará en octubre para la universidad de Oregón, Linfield College.
“Yo trato de que mis trabajos estén ubicados en tiempo y lugar. El clima está cambiando. Hay mal tiempo y también hay una ‘PROMESA’ sobre nuestras cabezas”, sostuvo Martorell, quien comenzó a utilizar la sombrilla en la instalación como objeto que se transforma, al ser invitado a una presentación de trabajos y conferencias en la universidad de Oregón, donde —según le comentaron al artista— llueve constantemente.
El mal tiempo
En Oregón y en Puerto Rico llueve todo el tiempo. Oregón es húmedo y frío. Puerto Rico es húmedo y caluroso, pero en ambos lugares se acude a la sombrilla para protegerse de la lluvia.
El trabajo por presentarse en Estados Unidos trajo la sombrilla como objeto y estructura protectora, pero tras la invitación a la Sala FAR, Martorell comenzó a hacerse preguntas que se contestaron en sombras y sombreros, pues “según uno reduce el ámbito en que se mueve, se expanden las posibilidades”, añadió el artista.
En el centro de la exhibición de la Sala FAR hay una estructura de madera, cual fuera esqueleto, “sombrera o sombrillera” que sostiene los elementos que utilizó el artista para la creación de sus obras. Aquí el objeto colgado y entintado es reflejo de un proceso; trayecto de una exhibición pintada en aerosol y tinta sobre papel Okawara y papel estraza. Martorell explicó que el papel estraza es muy gentil porque “no coge hongo” y por eso lo utiliza.
“Hay una obra de las que se exhibirá en Oregón que podría verse como una muralla de sombrillas en analogía a la muralla que Donald Trump ya comenzó a construir”, sostuvo en entrevista con Diálogo Milton Ramírez Malavé, quien —aunque no estuvo de lleno en el proceso de creación de las piezas— trabajó en el proceso administrativo de cara a la exposición en Oregón.
“La muralla amenazante es representada a través de los picos de sombrillas que apuntan hacia el sur, donde los hilos azules, rojos y blancos, en representación de la bandera de Estados Unidos, se cruzan con hilos rojos blancos y verdes, en representación de la bandera de México”, añadió Ramírez Malavé.