
MANILA- Benigno Aquino III, el hijo de dos héroes de la democracia filipina, declaró a cientos de miles de personas que cumplirá su promesa de luchar contra la arraigada corrupción al asumir este miércoles como decimoquinto presidente de Filipinas.
En su primer discurso como mandatario, Aquino aseguró que mejorará el clima de inversión en la pobre nación del sudeste de Asia, y que buscará con sinceridad una resolución justa a la insurgencia separatista musulmana que desde hace tiempo afecta al sur de Filipinas.
“Mis padres buscaron nada menos, y murieron por nada menos, que la democracia, la paz y la prosperidad”, declaró Aquino ante una multitud entusiasta, que según estimó la policía llegaba a casi medio millón de personas.
“Estoy bendecido por este legado. Llevaré la antorcha”, agregó Aquino en la ceremonia realizada en el Quirino Granstand cerca de la bahía de Manila, en la parte vieja de la capital.
Muchos en la multitud estaban vestidos con ropas amarillas, el color que representa a la revuelta popular de 1986 que derrocó al dictador Ferdinand Marcos y llevó al poder a Corazón Aquino, madre del nuevo presidente.
“Estuve aquí hace 24 años para el mitin político de su madre, y vine aquí para ver como Noynoy (apodo de Aquino) asumía porque quiero que tenga éxito”, expresó Sonia De la Cruz.
“Rezaré por él. Espero que evite que la gente en el Gobierno robe y que cumpla las promesas que nos hizo” agregó De la Cruz, de 60 años, quién salió de su casa antes del amanecer con su hija y su nieto para obtener una buena ubicación en la ceremonia.
Antes de su asunción, Aquino se reunió con la presidenta saliente, Gloria Macapagal Arroyo, en el palacio presidencial de Malacanang, y ambos viajaron juntos hasta el lugar de la ceremonia.
Arroyo no se quedó para la asunción de Aquino, que si presenciaron los ex presidentes Joseph Estrada y Fidel Ramos. La multitud de seguidores de Aquino vitoreó cuando ella abandonó la ceremonia.
Ayer martes, Aquino explicó que creará una “Comisión de la Verdad” para investigar acusaciones de corrupción, fraude electoral y abusos a los derechos humanos contra Arroyo, que niega cualquier conducta dolosa, y su gobierno.
Arroyo no abandonará la escena política, luego de ganar un escaño en la Cámara baja del Congreso en la elección de mayo, y tendría la posibilidad de bloquear parte de la agenda del nuevo presidente.
La llegada de Aquino a la presidencia fue impulsada por una ola emotiva tras la muerte de Corazón Aquino en agosto pasado, con la reputación de probidad y honestidad de su familia como un poderoso atractivo luego de dos gobiernos afectados por acusaciones de corrupción.
Aquino ha tenido una carrera mediocre como servidor público y existe la preocupación de que, al igual que su madre, podría ser una persona honesta pero carecer de la capacidad política para gobernar exitosamente e impulsar una agenda reformista.
El padre de Aquino, Benigno Aquino Jr, fue un opositor al régimen de Marcos asesinado en 1983 en el aeropuerto de Manila a su regreso de un exilio político en Estados Unidos.