CABO CAÑAVERAL, EEUU- La NASA presentó al mundo entero un elegante cohete llamado Ares 1, que reemplazará a los “obsoletos” transbordadores espaciales y que llevará a los astronautas estadounidenses de regreso a la Luna. El vehículo de 99 metros de alto -el más alto fabricado desde el cohete Saturno de 1960- fue llevado a la renovada pista de lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy, preparando una salida para el 27 de octubre. “Construimos este vehículo. Está listo para volar y eso es algo fantástico para nosotros y el pueblo estadounidense “, señaló el astronauta Randy Bresnik. Además de poner tripulaciones terrestres en órbita para transportarlas a la Luna, el Ares 1 está diseñado para servir como una especie de “taxi” para la Estación Espacial Internacional.
“Ha pasado mucho tiempo desde que la NASA construyó un vehículo nuevo”, declaró el director de la operación Bob Ess. “Todo el propósito de esta prueba es obtener información para entender y correlacionar nuestros modelos computacionales. De ello, aprendemos cómo usar esos datos para el próximo lanzamiento de un vehículo”, agregó. El vuelo de prueba, previsto para la próxima semana, se realizará mientras el Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, evalúa si continuar con el programa del cohete Ares 1. Las ideas que compiten, aprobadas por un panel presidencial designado para revisar el programa espacial humano de la NASA, incluyen enviar astronautas en vehículos comerciales, como el cohete Falcon 9 de Space Exploration Technology, que tendrá su primer vuelo a fines del 2009 o inicios del 2010. Incluso si el proyecto Ares 1 es cancelado, el vuelo es crucial, informó la NASA. Cerca del 40 por ciento de los cohetes nuevos fallan en su lanzamiento debut, aunque la NASA está tan confiada en la prueba del vehículo que dejará al transbordador espacial Atlantis en una segunda plataforma a unos 2,4 kilómetros durante el vuelo del Ares 1-X. “Mi opinión personal es que si realmente pensáramos que el 1-X fuese a tener algún problema, entonces no estamos listos para lanzarlo, ni siquiera en un vuelo de prueba”, aseguró John Shannon, director del programa del transbordador. Shannon agregó que cree que la tasa del 40 por ciento de fallas no se aplica al Ares 1-X, ya que el cohete está basado en propulsores de combustible sólido de transbordadores espaciales, que han funcionado desde 1981. “El punto del vuelo (de demostración) es verificar que podemos conducir un cohete de esta altura, esta forma, este peso”, dijo Jon Cowart, subdirector de la misión. El vehículo de prueba está equipado con más de 700 sensores que transmiten datos durante el vuelo. El propulsor estará encendido por 2,5 minutos, el mismo tiempo utilizado con los propulsores de transbordadores, y luego caerá en paracaídas al Océano Atlántico para ser recuperado. El vuelo también probará los nuevos paracaídas, más grandes, diseñados para el cohete Ares 1.