Los siete candidatos a la presidencia en propiedad de la Universidad de Puerto Rico (UPR) grabaron unos cortos videos en los que resumieron lo que serían su visión y prioridades para la institución en caso de ser seleccionados para ocupar el cargo.
En términos generales, los aspirantes mencionaron la necesidad de mejorar la capacidad de la universidad para generar más ingresos propios, así como de apostar al desarrollo tecnológico para facilitar las labores administrativas y académicas en vías de convertir a la institución en una de prestigio regional y mundial.
En los videos de entre cuatro y cinco minutos, ninguno de los candidatos profundizó sobre varias de las principales controversias que giran en torno a la UPR al presente, como lo serían la reciente certificación de un plan fiscal por parte de la Junta de Control Fiscal, que incluye no solo un masivo recorte en las aportaciones gubernamentales al centro docente y aumentos que triplicarían el costo de obtener un grado de bachillerato, sino la reorganización de los recintos y unidades en un sistema de conglomerados regionales.
Según el calendario que divulgó la Junta de Gobierno (JG) de la UPR al anunciar a sus siete candidatos, los Senados Académicos de cada unidad deben someter sus informes ante el ente rector en o antes del 1 de mayo, de forma que el Comité Especial de Búsqueda y Consulta pueda evaluarlos y rendir un informe ante el pleno el 30 de mayo, fecha en la que, presumiblemente, pudiera escogerse el nuevo presidente en propiedad.
La UPR no tiene un presidente en propiedad desde que la JG destituyera a Uroyoán Walker en julio de 2016 en medio del escándalo por las irregularidades en el proceso de otorgamiento de las becas presidenciales. Desde entonces, Celeste Freytes, Nivia Fernández y Darrel Hillman han ocupado la silla de manera interina.
A continuación, presentamos los videos que publicó ayer el Caucus Estudiantil ante la Junta Universitaria en su portal de Facebook.
El exrector de la UPR en Bayamón enfatizó en la necesidad de “innovar” las prácticas universitarias en términos administrativos, académicos y fiscales, de forma que se adapten a “las nuevas dinámicas de los procesos de globalización”.
“Mediante alianzas estratégicas vamos a promover el desarrollo de nuevas tecnologías que propendan en patentes que puedan ser capitalizadas en beneficio de nuestra universidad. [En la UPR Bayamón] ya dimos esos pasos para facilitar ese proceso como uno de los logros obtenidos [en mi tiempo] como decano auxiliar de la División de Educación Continua”, dijo Avilés González con el himno de la UPR como telón de fondo.
El académico enmarcó su propuesta alrededor de tres pilares que guiarían su gestión: la solvencia, la innovación y la internacionalización.
“De la mano con la Junta de Gobierno encaminaremos el esfuerzo para una universidad virtual. Contamos con los recursos y con esfuerzo podremos llevar nuestra oferta a través del orbe y los mercados internacionales”, mencionó mientras se movía por distintas áreas del campus bayamonés.
El economista y catedrático en el Recinto de Río Piedras señaló que “poca gente” posee un conocimiento comparable de las circunstancias económicas que atraviesan tanto la UPR como el país en este momento.
“He estudiado a fondo los problemas fiscales que vive el gobierno de Puerto Rico y tengo una ruta clara para resolver los retos que tiene ante sí no solamente la UPR, sino el pueblo de Puerto Rico”, aseguró Colón de Armas, al exponer que se debe iniciar un proceso de transformaciones “graduales” que conviertan a la institución universitaria en una de “calidad mundial” en un periodo de diez años.
El profesor criticó los “impedimentos burocráticos y barreras artificiales” que a su entender impiden la “innovación” en el ámbito académico, por lo que se propone eliminarlas para poder encaminar la transformación.
Asimismo, Colón de Armas indicó que aspira a que el fondo dotal de la universidad crezca de los $97 millones que acumulaba según los estados financieros de 2015 a entre $1,000 millones y $1,250 millones en los próximos 25 años para que sea “parte esencial de la estructura financiera que va a nutrir esta universidad en el futuro”.
Para el egresado del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), la recuperación de estabilidad financiera de la universidad, la reconceptualización de los programas académicos para que estén “alineados” con las necesidades de los estudiantes y el país y mejorar la reputación de la institución a nivel mundial son procesos que se deben atender en “paralelo”.
“La UPR es la única universidad pública en Puerto Rico y es importante que continuemos brindando programas para proveer acceso a estudiantes en Puerto Rico y la región y a la vez continuar [brindando] educación para los profesionales de la isla”, dijo Haddock.
“En Estados Unidos fui decano de una de las escuelas de negocios más grandes cuando estuve en George Mason University. Esta experiencia me llevaría a ser muy efectivo como presidente de la UPR”, aseguró.
La investigadora del RUM se expresó de forma similar a Haddock al plantear que sus objetivos principales se encuentran interrelacionados.
Al tocar el tema de la sostenibilidad financiera apuntó a fomentar la investigación con el objetivo de obtener subvenciones externas que “podría ser un ingreso importante”, según la también directivo de la National Science Foundation.
“Podemos demostrarle a las agencias que somos una entidad seria y moderna y que nos hemos reestructurado y que tenemos buenas intenciones cuando recibimos fondos externos”, sostuvo Medina Borja.
En términos de esa reestructuración, la ingeniera considera que se debe “repensar” todo el sistema, desde sus recintos y unidades hasta Administración Central.
“Tenemos que dar más autonomía a los recintos grandes pero asegurándonos que tienen las capacidad de gestión para ser más independientes de una forma transparente y participativa”, dijo, aclarando que los cambios deben ejecutarse “de forma científica que identifique lo que funciona para potenciarlo y aquello que es una ineficiencia”.
Por otra parte, “tenemos que convertirnos en punto de referencia para Puerto Rico y el Caribe en profesiones claves para hoy y el futuro [en campos como] energía renovable y ‘data science’. Estos diplomas podemos darlos in situ o a distancia”, sentenció Medina Borja.
El expresidente de Virginia State University apeló a su crianza “a dos horas de la frontera con México” en el estado de Arizona como evidencia de su afinidad por la cultura latina. Igualmente, se describió como un ejemplo del impacto que puede tener sobre todo un núcleo familiar el acceso a la educación superior.
“Soy un testimonio viviente de lo que la educación puede hacer para toda la familia. La educación cambia vidas y por eso es que me interesa la posición [de presidente] en la UPR”, dijo Miller, quien agregó que aspira a ser parte de la reconstrucción del país posterior a la devastación provocada por el huracán María.
El presidente emérito de la Universidad de Lock Haven aseguró que lo primero que haría en caso de ser el escogido para el cargo sería “escuchar” a todas las partes interesadas (“stakeholders”) en el devenir de la UPR.
“A partir de lo que me digan establecería prioridades y empezaría a construir un equipo de gente tanto dentro como fuera de la organización que moviera la universidad hacia delante en conjunto con el gobierno y el desarrollo económico”, expresó.
La exvicepresidenta de asuntos académicos en la Universidad de la Ciudad de Nueva York manifestó que su experiencia trabajando en sistemas universitarios estatales complejos y diversos en Estados Unidos la capacitan para asumir las riendas de la UPR con una plataforma fundamentada en la innovación de la educación superior.
“Aunque como todos los candidatos soy nacida en el siglo pasado, pertenezco mucho a este. Como científico he vivido transformaciones en las maneras en que nos comunicamos y aprendemos. Como parte de la evolución en la educación superior hay que imaginar más allá de lo que es a lo que puede ser y hacerlo realidad”, afirmó Morrobel Sosa, quien obtuvo bachilleratos en física y química en la UPR.
“Mi compromiso a servir la UPR va a requerir el consorcio de unidades y operativos –a pesar de que a veces nos encontremos en entornos difíciles o ambiguos– que estén igualmente comprometidos a trabajar para una universidad distintiva, innovadora y transformativa (sic)”, estipuló.
El profesor asociado del Albert Einstein College of Medicine apostó a la centralización de los procesos administrativos de los “colegios regionales” (unidades) de la UPR como una forma de eliminar “gastos redundantes e innecesarios”.
Wiley también señaló que intentaría “encontrar medidas alternas que aumenten entradas al presupuesto universitario tales como reestimular e incentivar la investigación y esbozar una cultura filantrópica robusta dentro y fuera del país”.
“Desde [la presidencia] podría impulsar la colaboración entre facultad, administración y estudiantes en una agenda clara a corto y largo plazo que permita que la universidad siga siendo una herramienta a través de la cual se adelante el desarrollo integral del estudiante que redunde en la creación de mayor riqueza material y espiritual en su más justa y equitativa distribución”, agregó el académico.
El experto en salud recordó que es egresado de la Escuela Elemental y la Escuela Superior de la UPR.
“Soy producto de una familia humilde que como a muchos puertorriqueños la escuela le dio una base para un futuro de esperanza y oportunidades”, dijo.