MOSUL, Irak- Un suicida explotó un coche bomba en el norte de Irak causando la muerte de 36 personas y dejando, al menos, 72 feligreses heridos en el momento en que abandonaban una mezquita chiíta, informó la Policía iraquí. Estos atentados ocurrieron el mismo día en que una serie de explosiones en Bagdad dejaron seis peregrinos chiítas difuntos. Los peregrinos estaban reunidos en una importante celebración religiosa en la ciudad de Kerbala, 80 kilómetros al suroeste de la capital iraquí. Según publicó el diario español El País, esta es la primera vez que las fuerzas militares iraquíes se ocupan de la seguridad en este evento, después de que las tropas estadounidenses les cedieran el relevo en la vigilancia de los núcleos urbanos el 30 de junio. Hace una semana, una serie de explosiones afuera de mezquitas chiítas en Bagdad causaron la muerte a 31 personas. Los encuentros religiosos chiítas son blanco frecuente de islamistas sunitas como Al Qaeda, que los consideran herejes. Este ataque tuvo lugar en el norte de Mosul, una ciudad ubicada a 390 kilómetros al norte de Bagdad. La violencia en Irak ha disminuido en los últimos 18 meses, pero persiste en Mosul y otras zonas. Los insurgentes han logrado esconderse en remotas áreas alrededor de Mosul, y explotan las divisiones entre los árabes y kurdos del lugar. Se registran bombardeos y disparos casi a diario en Mosul. En Bagdad, bombas al costado del camino explotaron cuando minibuses que llevaban a chiítas a su hogar tras un día de peregrinaje pasaban por el lugar. Dos bombas al costado del camino impactaron a dos minibuses en incidentes separados en el distrito chiíta Ciudad Sadr de Bagdad. Tres personas murieron y ocho resultaron heridas en una explosión, y una falleció y otras siete fueron lesionadas en la otra. Otra bomba al costado del camino impactó a un minibus en el este de Bagdad, causando la muerte a dos personas e hiriendo a nueve, dijo una fuente de un hospital. Cientos de miles de peregrinos chiítas se trasladaron ayer a la ciudad sagrada de Kerbala para conmemorar el nacimiento del imán Mohamed al-Mehdi, una reverenciada figura que los chiítas creen que desapareció hace siglos y volverá para traer la paz a la tierra. Es la segunda gran celebración religiosa en Irak desde el retiro de las tropas de combate estadounidenses de los centros urbanos del país el 30 de junio, que dejó a las fuerzas iraquíes el rol principal de mantener la seguridad. Los ataques insurgentes aún siembran dudas sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes de desempeñarse sin ayuda.