PESHAWAR, Pakistán- Un supuesto suicida con coche bomba provocó la muerte de al menos 50 personas y dejó a un centenar heridos al hacer estallar el vehículo junto a un autobús en la ciudad paquistaní de Peshawar, según autoridades locales. “Tenemos 41 muertos y unos 100 heridos, pero la cifra podría subir pues una docena de heridos está en condición crítica”, informó vía telefónica Syed Zahir Shah, ministro provincial de salud, a Reuters. La policía señaló que el supuesto atacante suicida hizo detonar los explosivos que llevaba en un coche bomba cuando pasaba junto al autobús. El atentado se produjo cerca de un mercado, el bazar de Khyber, y varias oficinas del Gobierno. Imágenes de televisión mostraron un autobús destrozado volcado en un camino de un barrio comercial de la ciudad, situada en el noroeste del país. También varios automóviles quedaron destrozados. “El autobús estaba haciendo un giro cuando se produjo la explosión, que lanzó al autobús por el aire”, dijo un testigo al canal de televisión Duniya. Hasta el momento nadie se adjudicó la autoría del atentado. Las fuerzas de seguridad han logrado algunos éxitos este año contra las milicias pakistaníes relacionadas con la insurgencia talibán y al Qaeda, que han colocado numerosas bombas en pueblos y ciudades principalmente contra objetivos gubernamentales y extranjeros. Tras la muerte de uno de sus principales líderes, Baitullah Mehsud, en un ataque con misil en agosto, sobrevino un período de relativa calma, que luego se rompió con una escalada considerable en la violencia. En los últimos días, el ejército ha bombardeado posiciones talibanes en las regiones tribales. El Gobierno ordenó al ejército que ejecute una ofensiva contra los talibanes pakistaníes en su bastión ubicado en Waziristán Sur, junto a la frontera con Afganistán. Las fuerzas de seguridad han lanzado ataques aéreos y de artillería, mientras buscan bloquear la región y tratan de dividir a la insurgencia preparándose para un asalto terrestre. El ministro del Interior, Rehman Malik, dijo que la explosión subrayaba la necesidad de tomar acciones contra los milicianos. “Una cosa está clara, estos asesinos a sueldo llamados talibanes deben ser tratados con mayor severidad”, dijo Malik a periodistas en Islamabad. “Creo que el incidente de hoy ha acelerado esto”, agregó, refiriéndose a los preparativos para lanzar una ofensiva contra los insurgentes.
Según la cadena BBC mundo, este ataque muestra un cambio en las tácticas de los talibanes, pues en lugar de atentar contra militares, policías o blancos occidentales, los militantes islámicos se concentraron ahora en ataques de baja intensidad para causar terror en la población. Esta explosión es la más mortífera desde que en marzo un atacante suicida ingresara en una mezquita llena de gente en Jamrud, provocando la muerte a medio centenar de personas.