Las proyecciones de crecimiento económico globales para este año se ajustaron a la baja quedando en 2.4%, por debajo de la estimación de 2.9 prevista en enero, informó el pasado miércoles el Banco Mundial.
El lento crecimiento de las economías avanzadas, sumado a la prolongada caída de precios de los productos básicos, al debilitado comercio global y al reducido flujo de capitales, contribuyen a enlentecer el avance de la economía global, según el informe anual Perspectivas Económicas Globales.
“Los mercados emergentes (exportadores de productos básicos) y las economías en desarrollo representan alrededor de la mitad de las proyecciones revisadas a la baja” porque les ha costado adaptarse al bajo precio del petróleo y de otros productos clave, además de un complicado entorno externo, que les complica el crecimiento, señaló Ayhan Kose, director de Perspectivas Económicas para el Desarrollo del Banco Mundial, en la sede de la ONU.
El decepcionante crecimiento proyectado para los países emergentes y en desarrollo se mantiene en 2016, con un crecimiento acumulado que rondaría 3.5%, apenas por encima del piso alcanzado tras la crisis de 2015, observó Kose.
Pero el informe diferencia claramente a las economías en desarrollo y/o mercados emergentes que exportan productos básicos de los que importan.
Por un lado, pronostica que los mercados emergentes exportadores de materias primas crecerán solo 0.4%, bastante por debajo del 1.6% proyectado en enero de 2016, comentó Kose.
Por otro lado, los mercados emergentes importadores de materia prima crecerían 5.8% este año, pues se beneficiarán del precio más bajo de las materias primas y aprovecharán la modesta recuperación de las economías avanzadas, cuyo crecimiento se proyecta en 1.7% al año.
“Mientras a las economías avanzadas les cuesta ganar impulso, la mayoría de las de Asia meridional y Asia Pacífico crecen a paso firme, al igual que las emergentes importadoras de materias primas”, señaló el vicepresidente del Banco Mundial y economista jefe, Kaushik Basu.
En lo que respecta a las grandes economías emergentes, los datos del Banco Mundial indican que China crecerá 6.7%, una leve disminución en relación al 6.9% registrado el año pasado.
El crecimiento de India permanecería estable en 7.6%, seguido de Sudáfrica, con 0.6%. Brasil y Rusia seguirán con una recesión más profunda que la proyectada en enero de este año.
Pero la economía global deberá hacer frente a muchos otros riesgos, subrayó Kose.
Además de la lenta recuperación de las economías avanzadas, la caída de los precios de los productos básicos y las reducidas inversiones, hay una pronunciada desaceleración económica en las grandes economías, riesgos geopolíticos, políticas fiscales y monetarias limitadas, que también afectan la prosperidad global.
“La erosión de confianza en la eficacia de las políticas también puede significar un retroceso en el crecimiento global y generar turbulencia en los mercados financieros, con consecuencias significativas para las economías emergentes y en desarrollo”, precisó Kose.
Además, “el creciente endeudamiento del sector privado se volvió una importante fuente de vulnerabilidad en algunos países emergentes y en desarrollo”, apuntó.
En muchas economías emergentes, el espacio para las políticas fiscales sigue siendo bastante limitado, en especial en los mercados exportadores de materias primas, donde los ingresos fiscales disminuyeron, explicó Kose a IPS.
“En las economías en desarrollo y emergentes importadoras de productos básicos, si bien los precios más bajos redujeron la inflación y la vulnerabilidad externa y fiscal, el espacio para ampliar la política fiscal sigue siendo reducido, pues se requiere de un delicado equilibrio entre el gasto y los ingresos que contribuyen a la actividad económica”, explicó.
En términos de políticas monetarias, se mantiene la diferencia entre importadores y exportadores de materias primas.
Los mercados exportadores, afectados por la inflación, se ven obligados a adoptar políticas monetarias contractivas para aumentar las tasas de interés y estabilizar los precios y el tipo de cambio.
Mientras que algunos mercados importadores pudieron reducir sus tasas de interés para respaldar el crecimiento económico.
China, por ejemplo, es la mayor economía emergente con posibilidades de incidir en otros mercados emergentes, en especial en los exportadores de materias primas. A pesar del enlentecimiento actual de la economía, el gobierno la dirige para evitar un gran golpe económico, indicó Kose.
El gigante asiático “tiene espacio necesario en su política monetaria y fiscal para mitigar los riesgos que se le presenten tanto en el ámbito doméstico como en el exterior. Los responsables políticos hicieron lo correcto al tomar ciertas medidas para estabilizar la actividad económica, pues esperamos que continúe el enlentecimiento”, añadió.