
JERUSALEN (Reuters) – El papa Benedicto XVI completa hoy su peregrinaje a Oriente Medio con oraciones en uno de los lugares más sagrados para los cristianos, un día después de que realizó una misa para miles de personas en el pueblo de Nazaret, al norte de Israel. Antes de terminar su visita de ocho días a Jordania, Israel y los territorios palestinos, el Santo Padre visitará la Iglesia del Santo Sepulcro en la antigua ciudad amurallada de Jerusalén, construida donde los cristianos creen que Jesús fue crucificado y resucitó. En Nazaret, que según la Biblia fue el hogar de Jesús durante su infancia, el Sumo Pontífice cantó el jueves una canción de paz después de un encuentro con musulmanes y judíos, y discutió los esfuerzos para lograr la paz entre israelíes y palestinos en su conversación con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Los líderes hablaron sobre su mutuo “deseo de mejorar los lazos diplomáticos entre Israel y el Vaticano, y la comprensión entre el Judaísmo y el Cristianismo”, dijo el despacho de Netanyahu en un comunicado. El documento afirma que las conversaciones se realizaron en una “buena atmósfera”, un tono que contrastó con la controversia que se armó el lunes luego de un discurso del Papa, de origen alemán, en el memorial Yad Vashem de las víctimas del Holocausto, que recuerda a los seis millones de judíos asesinados por los Nazis. Algunos israelíes criticaron los comentarios de su Santidad debido a que los consideraron demasiado abstractos y carentes de empatía. Las relaciones entre la Iglesia Católica Romana e Israel se han resentido debido a la reciente decisión del Vaticano de apoyar el proceso de santidad del controvertido papa Pío XII, quien ejerció su pontificado durante la Segunda Guerra Mundial. A eso se suma la decisión del papa Benedicto XVI de levantar la excomunión de un obispo británico que niega la extensión del Holocausto. Más de 50.000 personas asistieron a una misa al aire libre, celebrada en árabe, inglés y latín, en una zona cercana al pueblo de Nazaret conocida como Monte Precipicio, donde la Biblia dice que una multitud intentó lanzar a Jesús a un barranco. Nazaret se ubica en el centro del territorio que habita la minoría árabe de Israel, que alcanza a unos 1,5 millones de personas, de quienes un 10 por ciento pertenece al credo cristiano. La mayoría de los ciudadanos árabes de Israel son descendentes de palestinos que permanecieron en sus tierras luego de que cientos de miles huyeron o fueron expulsados durante los combates por la creación de Israel en 1948. Allí, el Santo Padre habló del ” carácter sagrado de la familia”, abordando un tema antiguo luego de que durante la mayor parte de su visita concentró sus comentarios en instar a ambas partes para que trabajen por la paz. Dijo que “el plan de Dios se basa en la fidelidad de por vida de un hombre y una mujer consagrada por la unión del matrimonio y que aceptan el regalo divino de una nueva vida”. La Iglesia Católica Romana se opone al divorcio y al matrimonio entre personas de un mismo sexo y ha atribuido muchos de los males de la sociedad al quiebre de la familia tradicional.