Al fin llegamos a la tercera y más fogosa parte de nuestra entrevista con el Secretario de Estado, David Bernier. Aquí sí que nos pusimos los guantes con quien funge de gobernador cada vez que Alejandro García Padilla se monta en un avión.
Y es que hay unos puntos que hay que poner sobre algunas íes. Por ejemplo, ¿cuál es la posición de Puerto Rico con respecto a temas de dura política internacional como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), la apertura de Cuba y las relaciones con el gobierno bolivariano de Venezuela?
De más está decir que en el día de su cumpleaños Bernier aceptó el reto inquisitivo que le presentó Diálogo. A continuación la culminación de esta entrevista a profundidad con el Secretario de Estado y si usted, lector nuestro, no ha visto las primeras dos partes, al final le tenemos los enlaces.
Dialogo: Hablemos ahora de política internacional en cuanto a lo que corresponde a la nación puertorriqueña. Las leyes de cabotaje de Estados Unidos hacia Puerto Rico, pertenecen a la Ley Foraker, del año 1900, 115 años atrás. Eso luce prehistórico. Es más, es tan obvio cuán mal está eso que hasta John McCain propuso un proyecto en el Congreso de Estados Unidos para derogarlas, lo cual pudiera sorprender a muchos, siendo McCain un republicano recalcitrante.
Bernier: Es que aquí confunden los debates, porque se le da un matiz a cosas que tienen otras consideraciones. McCain mira más lo de las derogación de las leyes de cabotaje como un asunto de libre comercio y de romperle ataduras a un proceso comercial y acá se ve como un asunto más ideológico. Por eso de pronto viene un republicano de línea dura como McCain haciendo un planteamiento así y sorprende, pero si uno mira su historial, es consistente con su pensamiento sobre el libre comercio.
D: ¿Entonces coincide en ver las leyes de cabotaje como algo obsoleto? ¿No se beneficia más Puerto Rico, cualquiera que fuese su estatus fuera de la estadidad, con la erradicación de esas leyes? Usted lucharía para que eso lo quiten, entonces.
Bernier: Por supuesto, y debe ser una de las cosas que nos una como país. Hay unos elementos en los que el país debe unirse detrás de ellos, porque al final, independientemente de lo que uno quiera para el futuro de Puerto Rico, este país tiene que ser próspero. Tiene que tener una economía robusta. Tiene que tener una clase empresarial sólida porque eso es fundamental para ser una nación viable. Así que todo lo que incide en fortalecer nuestro desarrollo económico debe unirnos.
D: Explíquenos cuán perjudiciales son las leyes de cabotaje para Puerto Rico.
Bernier: Las leyes de cabotaje obligan a que Puerto Rico, siendo un archipiélago que está rodeado por la posibilidad de comercio marítimo y aéreo por todos lados, sea restringida a solo poder usar a la Marina Mercante de Estados Unidos como método de transporte principal para su comercio internacional. El costo de la Marina Mercante de Estados Unidos no necesariamente es el más económico. Esta obligación le quita competitividad al intercambio comercial. No solo es Puerto Rico que sufre de esto; Hawaii, también por su condición de archipiélago, reclama también una atención distinta. Allá y acá, por ejemplo, está cobrando fuerza lo que tiene que ver con el transporte de combustible, particularmente el gas. Creo que Puerto Rico debe hacer un frente común con movimientos como el de Hawaii, con discursos como el de McCain, dejando al lado los prejuicios y las diferencias que todos tengamos a nivel local.
Bernier habló sobre las leyes de cabotaje durante un foro en la UPR-Cayey el semestre pasado:
D: ¿El Departamento de Estado ha hablado con McCain sobre esto? ¿O con el comisionado residente Pedro Pierluisi?
Bernier: Con McCain no hemos hablado. Uno de los temas con los que el gobernador coincidió con Pierluisi a principios de cuatrienio fue este de las leyes de cabotaje. Es que es un tema que nos debe unir y hay que trabajar duro con esto.
D: Bueno, prosigamos. Sabemos que en varias ocasiones, ha habido acercamientos de parte de Gobiernos de Latinoamérica para que Puerto Rico entre a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), que se enfoca más en el desarrollo de los países de Centro, Sudamérica y el Caribe, y donde no figuran los Estados Unidos, contrario a la Organización de Estados Americanos, donde los estadounidenses son unos jugadores importantes. ¿Cuál es la postura del Gobierno de Puerto Rico con respecto a alcanzar un espacio en la CELAC? ¿Cuál es la diferencia de estar en la CELAC en comparación con estar en la Comisión Económica Para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas, y el Secretariado de la Comunidad Caribeña (CARICOM)?
Bernier: Aquí hay varias cosas. Nosotros hoy no tenemos participación formal en ningún organismo de carácter gubernamental. Tenemos otras participaciones en organismos técnicos, como por ejemplo el Foro Regulador Latinoamericano de Telecomunicaciones (Regulatel) que preside el licenciado Javier Rúa, y otros cuerpos como la Organización Panamericana de la Salud, y otros organismos de carácter técnico. Me mencionas la CEPAL, eso también es un organismo de carácter técnico específico de economía en la ONU y ahí también participamos. Pero en los organismos donde participan gobiernos las participaciones que se han hecho históricamente han sido por invitación, no es que ha habido una participación formal
D: Bueno, pero a Puerto Rico se le hizo una invitación para la CELAC de parte de los países que la componen.
Bernier: Vamos por partes, porque esto hay que ponerlo en su justa perspectiva. Cada uno de estos organismos tiene reglamentos. Esos reglamentos definen quién puede participar y quién no. Organismos como CARICOM, la CEPAL y otros mantienen estatutos con categorías para países no soberanos como Puerto Rico, con condiciones políticas especiales. Esa es la realidad.
D: Claro, esto es un juego que ya en cierta forma usted ha jugado, con el Comité Olímpico Internacional (COI), cuando fue presidente del COPUR.
Bernier: Y el COI tiene su reglamento. Y en ese reglamento establece como otorga su franquicia. Y a base de ese reglamento, Puerto Rico pudo participar, luego de una lucha importante, fue aceptado en 1948. En estos otros casos, organismos como el de la CELAC, o el de la OEA (Organización de Estados Americanos) tienen también sus propios reglamentos y yo los he mirado todos. Y te digo que donde quiera que hayan categorías que puedan permitir la participación de Puerto Rico, dada a su realidad política, nosotros queremos participar. CELAC no es uno de esos.
D: ¿Por qué? ¿Por qué entonces ha habido tantas invitaciones?
Bernier: Te voy a dar dos razones, porque quiero ser bien honesto contigo. Si todavía no estoy participando en los que tienen categorías incluidas en sus reglamentos para países como Puerto Rico, porque estamos todavía en algún proceso de entendimiento, particularmente con los Estados Unidos, imagínate en los que reglamentos de organismos que no tienen categorías para incluirnos. Igual, nosotros tenemos que responder a un proceso práctico. No es hacerlo por hacerlo, porque de pronto alguien, a lo mejor con buena intención, hizo un pronunciamiento público. El Gobierno de Puerto Rico, como los otros gobiernos, tiene sus planes de trabajo. En lo que concierne con la vinculación internacional este servidor lo trabaja. Llevo un plan práctico, sensato, que reconoce donde puedo tener impedimentos políticos.
D: En la CELAC, ¿Cuáles serían esos impedimentos específicos?
Bernier: Es que el reglamento no contempla una silla ahí para países que no son soberanos.
D: ¿Aún con las invitaciones que ha hecho la CELAC?
Bernier: No, espérate, es que las invitaciones que se han hecho han sido para organismos políticos, no para un gobierno. Eso es bien importante.
D: Habla en específico de la invitación de Venezuela el año pasado para tratar el tema, ¿no?
Bernier: Claro. Eso es correcto. Eso no fue un planteamiento para enmendar el reglamento y permitir que entren países no soberanos, no solo Puerto Rico, porque tendrían que incluir países que están en situaciones similares. Eso no se ha materializado.
D: Pero es que hay sobre la mesa planteamientos para enmendar ese reglamento y que se incluya a Puerto Rico.
Bernier: Bueno, aquí, a este servidor que es el Secretario de Estado, nadie lo ha llamado de forma oficial. Esas gestiones comienzan por los gobiernos. CARICOM sí me ha llamado.
D: ¿Qué pasaría si la CELAC le hace una invitación formal al Gobierno de Puerto Rico como tal?
Bernier: Eso no ha ocurrido nunca, pero si aquí viene el cónsul de cualquier país que esté en cualquier organismo internacional, y hace una presentación para invitarnos a participar en una comisión técnica, o sobre cualquier tema de desarrollo, nosotros siempre lo consideramos. Eso es una cosa, y el planteamiento de ser parte de un cuerpo internacional cuando hay unos estatutos que no lo permiten y hay una realidad política que lo dificulta es otro tema. Esa es la realidad.
D: Bien, vamos ahora con la otra ala del tan querido pájaro caribeño… ¿Se toman medidas para contrarrestar lo que apunta a ser la pronta apertura económica de Cuba?
Bernier: Sin duda que se toman medidas. La mejor forma para estar preparado para los cambios que ocurrirán en la región es comenzar a tener relaciones con el gobierno de nuestros hermanos cubanos.
D: ¿Cómo puede capitalizar aquí Puerto Rico, pensando más allá de Estados Unidos como mercado?
Bernier: Necesitamos tener una relación directa también con Cuba, en cuanto a comercio de productos y servicios. Si hoy la relación con República Dominicana es de $1.4 billones, la de Cuba en período corto de tiempo puede sobrepasar esa cantidad porque somos países con una afinidad cultural y una trayectoria histórica de mucho tiempo y además podemos ser economías complementarias. A corto plazo, si en Cuba comienza a haber una apertura y se permite la entrada de productos y servicios comerciales, pues Puerto Rico, que está cerquita, los tiene.
D: Es decir, usted ve a Puerto Rico como un facilitador en todo esto.
Bernier: Bueno, esto es amplio. Primero, podríamos tener una relación comercial directa, del uno al otro, tanto de allá para acá, como de acá para allá por la afinidad cultural que hay. Nosotros tenemos también productos y servicios que a ellos les interesa y viceversa. Segundo, nos podemos complementar en áreas como por ejemplo las investigaciones, ahí ellos y nosotros estamos muy fuertes, en la manufactura de fármacos ellos están muy bien y también nosotros, pero nosotros pudiéramos ayudarles porque conocemos las regulaciones de Estados Unidos. O sea, esa mezcla entre lo que en inglés se conoce como “research and development” (investigación y desarrollo) allá y lo que es “quality control” (control de calidad) y procesamiento acá puede generar productos interesantes. Tercero, tenemos acá ya un turismo que entiende muy bien el mercado de Estados Unidos, pues es nuestro mercado principal, mientras que ellos tienen un turismo que entiende muy bien el mercado europeo y latinoamericano, pues son sus mercados principales. Ahí veo otro punto de intercambio, además de compartir conocimiento, nos podemos promocionar juntos como un multidestino de turismo que haga mucho sentido. Pero, primero tenemos que fortalecer nuestra cultura de comunicación con los países de la región.
Realmente, te digo que Cuba siempre ha formado parte de mi plan para el Departamento de Estado. El año pasado, por ejemplo, la Asociación de Industriales visitó Cuba. Y cuando volvió presentó acá un buen foro sobre Cuba y las oportunidades allá. Mucha gente no sabe que el año pasado se exportaron más de $400 millones de Estados Unidos a Cuba en distintos productos, sobre todo agrícolas. Esa realidad, aún con las restricciones, está disponible para los empresarios puertorriqueños. Hoy se genera una nueva actitud por el cambio en el discurso de Estados Unidos hacia Cuba y viceversa y esa coyuntura hay que capitalizarla. Pero ya en Puerto Rico esa posibilidad la estábamos hablando, particularmente con los industriales. También, en cuestiones de educación y deportes siempre hemos estado en contacto. Este mes una delegación del Recinto de Ciencias Médicas visita Cuba y se está aprovechando la coyuntura para levantarle el perfil a esa visita y aprovecharla.
D: A ver cómo le ponemos la próxima pregunta. Sabemos que usted mantiene buenas relaciones con contrapartes venezolanos y con figuras en ese País y hay una gran confraternización entre ambos pueblos. De parte del gobierno bolivariano de Hugo Chávez y Nicolás Maduro ha habido ofrecimientos de petróleo a precio módico, hubo un reciente pronunciamiento mediático de indultar a Leopoldo López a cambio de Oscar, y, claro, está lo de la CELAC… ¿Cuál es la posición del Estado Libre Asociado de Puerto Rico con respecto a Venezuela, enmarcado en las recientes sanciones que impuso Estados Unidos y en lo que el mismo gobierno venezolano ha categorizado como una guerra económica que sucede luego de una guerra mediática?
Bernier: Primero, nosotros tenemos unos lazos culturales e históricos con todos los países latinoamericanos. Y esa amistad se mantiene, y esa relación entre nuestros pueblos está ahí. Pero no es menos cierto que sucede como ocurría con Cuba cuando las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba no eran las que son ahora, que dificultaban cualquier relación comercial. Si hay tirantez entre el gobierno de Estados Unidos y el gobierno venezolano, eso afecta las posibilidades que pueda tener Puerto Rico, en cuanto a relaciones formales de gobierno. Eso es una verdad por nuestra realidad política, está ahí. Pero eso no quita que si hay un planteamiento formal, como por ejemplo la CELAC, o el combustible, que primero hablen los técnicos o que primero se resuelvan los estatutos, y después que venga lo político. Es que si hay un planteamiento de buena fe para que realmente ocurra algo y uno pone las diferencias políticas al frente, pues no va a ocurrir nada.
D: ¿Qué pasa si la Casa Amarilla [sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela] le hace una oferta formal para al menos entablar un diálogo?
Bernier: Si aquí llegara una oferta de lo que sea, que hace sentido práctico para Puerto Rico, se examina. En el caso particular de Venezuela, ya fuera en el área agrícola, comercial o de combustible, se le da la mirada técnica, y si hace sentido y es práctico, se hace una coordinación con la embajada de Estados Unidos en Venezuela y se busca la forma de que eso que nos conviene pueda salvar la diferencia política. Si se salva, pa’ lante, si no se salva pues no se podría realizar y eso es una realidad de nuestra situación política. Yo te tengo que ser muy honesto, yo nunca he presumido de que se pueda hacer más de lo que se pueda hacer. Hay una realidad y unas limitaciones, pero incluso esas limitaciones no se han llegado al máximo.
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Vea las primeras dos partes de esta entrevista aquí:
Bernier abre el diálogo: “Esto es algo serio, no es romanticismo”
Bernier abre el diálogo: “No creo” que corra para un puesto electivo