
“Este mundo es mierda”. Vaya discurso de agradecimiento. La primera vez que escuché el nombre Maya Angelou fue en MTV, de boca de Fiona Apple. La cantante aceptaba un premio por su primer disco, Tidal, a los 19 años. Lo primero que escuché de Apple es que la habían violado a los 12 años y que dejó de comer como estrategia de supervivencia. Le dio las gracias a su mamá, a su hermana, a su productor musical. Comenzó citando a la poeta, diciendo que nosotros, como seres humanos, at our best, solo podemos crear oportunidades. Ella aprovechó la ocasión para advertir a sus fanáticos que todo lo que aparecía en pantalla —herself included— era mierda.
A raíz de su violación a los siete años, la poeta dejó de hablar. Luego no dejó de escribir. Murió ayer. Hay una canción de Jimi Hendrix, cantada por Apple, que dice: “Angel came down from heaven yesterday/She stayed with me just long enough to rescue me/And she told me a story yesterday,/ About the sweet love between the moon and the deep blue sea/ And then she spread her wings high over me/ She said she's gonna come back tomorrow.” La escuché por primera vez a mis 18 años en un concierto de Fiona. El mundo era maravilloso.
En el concierto, Apple habló de leer a Angelou como estrategia de supervivencia. Nos dio las gracias por estar ahí. Un poema, at its best, es una súper vivencia. Quien lo lee siente que está ahí, entre la magia cifrada en los nombres sobre el papel, lejos de la mierda del mundo. Ahí está la poeta también, en la letra de la canción de Jimi, cantada por Apple desde el dolor. Vaya maravilla.
Esta es la historia de dos mujeres —la que dejó de hablar y la que dejó de comer, luego de sufrir lo terriblemente mierda que puede ser el mundo con las mujeres. Una, sin saberlo, escribió lo que la otra necesitaría leer para poder decirnos a sus 19 años que las personas, en nuestro mejor momento, no podemos más que darnos una oportunidad para escribir y cantar de lo increíblemente mierda que es el dolor en el mundo. Dice la canción: “And my angel she said unto me,/'Today is the day for you to rise/ Take my hand, you're gonna be my man,/ You're gonna rise'/And then she took high over yonder.”
A raíz de ellas, sus lectores y lectoras —su fanaticada combinada— leemos y cantamos más de lo que necesitamos para sobrevivir, pues nunca se sabe quién más necesitará. La poesía es entregar.
Guillermo Rebollo Gil es ensayista, poeta, sociólogo, abogado y profesor universitario. También es parte del grupo de colaboradores permanentes de Diálogo Digital.