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Mientras la película "Rum Diary" se encuentra en la octava semana de rodaje en Puerto Rico, la Cámara de Representantes aprobó el pasado viernes la enmienda 377 a la Ley 362 que extiende hasta el 31 de diciembre de 2019 la vigencia del estatuto que permite que en la Isla continúe desarrollándose la industria del cine. La pieza radicada por el representante José Chico Vega, fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Representantes y contó con el aval de la Corporación para el Desarrollo de las Artes, Ciencias e Industria de la Cinematografía (Corporación de Cine) y el “Screen Actors Guild” (SAG). Durante la consideración de la medida, el Departamento de Hacienda solicitó participación para evaluar la concesión de créditos contributivos sobre la industria fílmica, ya que el gobierno de Puerto Rico le otorga un 40% en créditos contributivos a las producciones extranjeras que llegan al País. Hacienda enfatizó la necesidad de mantener un tope en las concesiones contributivas, ya que la eliminación de este tope, “es nefasta a la hora de fiscalizar las leyes que afectan al erario”. Finalmente se estableció que el gobierno puede otorgar hasta un máximo de $20 millones en créditos contributivos. Desde que se creó la ley en el 1999, el gobierno le ha dado a las empresas un total de $37 millones en créditos contributivos. Según el representante Chico Vega, esta ley ha generado en los pasados nueve años $151 millones mediante el impacto en la industria hotelera, la compra de equipos y la contratación de técnicos y artistas locales. "Por ejemplo, en la película de Johny Depp de 601 personas, 98 son artistas y técnicos locales. (Esto) Quiere decir que estas producciones le dan vida a nuestra clase artística y profesional", aseguró el legislador, quien preside la Comisión de Desarrollo Económico, Planificación, Comercio, Industria y Telecomunicaciones. "Pero, ¿qué industria de cine se fomenta?, sino la de atraer a Puerto Rico proyectos extranjeros. Aunque se sostenga el apoyo industrial se queda cuestionado el futuro del cine como producto local-cultural desde la década de los años 90, cuando se creó la Ley", cuestionó el profesor de cine, Alfredo E. Rivas, de la Escuela de Comunicación Pública de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras. La Cámara de Representantes aprobó otra legislación, la ley 1573, para que la Compañía de Turismo tenga una silla en la junta directiva de la Corporación de Cine y se encargue de las tareas de promoción en la Isla como una atracción idónea para grabar películas extranjeras. Ambas medidas buscan "dar un paso más para posicionar a la Isla como el nuevo centro cinematográfico del mundo o el nuevo Hollywood en el Caribe, para crear nuevos empleos en una industria que ha demostrado su desarrollo en los pasado nueve años mientras otras industrias pierden su posición en el mercado", lee la exposición de motivos de la legislación. Para Rivas esto ejemplifica cómo la Oficina no se concibe como una de evaluación de proyectos culturales, sino como una empresa para desarrollo industrial, con industriales de carrera dirigiendo la empresa y no como gestores culturales haciendo cine. La semana pasada se revelaron los recortes de presupuesto de las principales instituciones que promueven el arte en Puerto Rico. La Corporación de Cine de sufrió un recorte de un 65% de su presupuesto. Esto representa una disminución sustancial en la asignación presupuestaria a la Corporación que de contar con $687 mil ahora tendrá disponible $239 mil para operar. Según Chico Vega, este recorte de presupuesto no toca a la ley del fondo local, ni a la de producción extranjera, sino que impacta en gastos operacionales de la Corporación de Cine. El representante además detalló que el fondo local cuenta con más de 12 millones de dólares disponibles.
Según Rivas, es necesario entender los fundamentos con los cuales se creó la Corporación de Cine para comprender el estado actual del cine puertorriqueño. En los años 90 la Corporación de Cine nació como una pequeña ramificación de la Oficina de Turismo de Puerto Rico para servir de enlace con corporaciones extranjeras que quieran producir en la Isla. Es como un tipo de "Film Comission" de los Estados Unidos, que nacen para la misma época con la necesidad de expandir la realización de películas norteamericanas a otros estados que no fueran California, ni Nueva York, ya que producir filmes en estos lugares resultaba muy costoso. Entonces, era necesario que los gobiernos de los otros estados estuvieran preparados para orientar a los productores sobre donde conseguir los recursos y herramientas. En ese sentido, a juicio de Rivas, Puerto Rico se hace muy útil. "La mayor necesidad no era en los enlaces extranjeros, sino en la producción local. La política administrativa y la filosofía de la Corporación tienen una dirección y las necesidades locales va en otra." A la comunidad cinematográfica del País le frustraba mucho que la industria dependiera de los que vinieran a filmar vis a vis cineastas locales que necesitaban apoyo para sus producciones. Por esto, a mediados de los años 90, la Asociación de Productores de Puerto Rico redactó un proyecto preliminar que creaba un fondo para producciones locales y la condición era que la Corporación no se hiciera cargo de ese fondo. No obstante, la administración de Sila Calderón aprobó la ley estableciendo, precisamente, que la Corporación de Cine se hiciera cargo del mismo. Desde entonces dicha entidad tiene a cargo el Fondo cinematográfico local y la responsabilidad de viajar a distintos festivales para atraer a extranjeros. "Esos fondos no han sabido manejarlos a cabalidad. El drama es el siguiente, tienes dos proyectos que por su complejidad y particularidad deben corresponder a dos oficinas distintas para que funcionen efectivamente", explicó Rivas. Según recalcó el profesor riopedrense, el talón de Aquiles de la Corporación ha sido la visión de esta oficina como un apéndice de fomento económico-industrial y no como un proyecto cultural evaluador de proyectos culturales. Ya hay tres nuevos proyectos cinematográficos que se filmaran este año. Una de estas producciones es The Losers, producción de Joel Silver, quien tiene en su resumé haber sido productor de The Matrix. El filme se empezará a grabar en julio y se extenderá por toda la Isla. Según el periódico El Nuevo Día, el presupuesto total de la película ronda en los $50 millones. También, en junio, se iniciará la filmación de una miniserie italiana con un presupuesto de $5 millones que, según la gerente de producción local Inés Monjil, se quedarán en la economía local.