Por Marieli Collazo Vega
Es el sueño de alrededor de quince jóvenes compartido por el equipo profesional que los asiste diariamente. Se trata de lograr obtener medio millón de dólares para la reconstrucción y habilitación de una estructura que se convertiría en su segundo hogar (y en ocasiones, en el primero). Para esto, el programa Brega Bien de la organización Iniciativa Comunitaria ha creado una microempresa cooperativa donde fabrican pines con diversos mensajes positivos. Cada pin vendido es una aportación para ese sueño, y para quien ofrece sus manos como medio, una transformación.
PINpéate es el nombre de la cooperativa a través de la cual el equipo de Brega Bien lanzará su campaña el próximo mes. Actualmente, ultiman detalles del logo y el arte que adornará cada pin. Son muchas las expectativas del proyecto, que tras una prueba hace unas semanas, ha tenido buena acogida. Así lo expresó José Gabriel Morales, coordinador desde hace dos años del programa, pero quien lleva trabajando hace seis años en diversos proyectos junto a Iniciativa Comunitaria.
“PINpéate viene a ser esa alternativa dentro del programa que más allá de una oportunidad educativa y de reducción de riesgos, viene a decirle al joven, vamos a crear esta microempresa y tú puedes ser parte de ella”, sostuvo Morales.
Este proyecto es uno de varios que ha hecho el programa, fundado en 1995 por la organización Iniciativa Comunitaria y su director José Vargas Vidot. Desde su fundación, trabajan con el propósito de reducir conductas de riesgo y proveer servicios de consejería a jóvenes sobre sexualidad, auto concepto, drogas, armas, violencia callejera, interrupción educativa, entre otros. Brega Bien recibe jóvenes de 12 a 24 años, de alrededor de seis comunidades como Barrio Obrero, Las Monjas, el residencial Torres de Francia, entre otras.
Según Morales, el programa mantiene a los jóvenes que acuden voluntariamente por un periodo de cuatro años. Partiendo de su trabajo en la microempresa con modelo cooperativista, estos pueden adquirir un tipo de experiencia laboral. Explicó que al ensamblar los pines, se ganan cinco centavos por cada uno. Lo restante del costo del pin se acumula en el llamado “pote comunitario”, dinero que utilizan para gastos de transportación o alguna situación en particular.
Durante esta época navideña, los jóvenes de Brega Bien ensamblaron pines con mensajes como “Yo creo en Santa” y “Yo creo en los Reyes”. Por el momento, están a la venta únicamente en la tienda Casa Febus. Los pines los trabajan en dos tamaños; el pequeño tiene un costo de setentaicinco centavos y el grande de un dólar.
Todos los esfuerzos realizados por quienes participan activamente del programa están encaminados hacia un fin común: lograr el edificio anhelado de tres niveles. Morales prevée que el primer nivel tendrá una biblioteca virtual y salones para recibir a los jóvenes. En el segundo nivel habrá un teatro, un salón de baile y un área donde psicólogos, trabajadores sociales, capellanes, entre otros profesionales, puedan brindar ayuda y consejería a los jóvenes. En el tercer nivel estará ubicado todo lo relacionado a los medios de comunicación con los que trabajan, con lo que actualmente producen programas de radio, cómics, cortometrajes, entre otros. El edificio estiman tendrá capacidad para recibir 75 jóvenes, contrario a donde están actualmente, que tiene capacidad para 15.
Morales, conocido entre los jóvenes como Gabichuela, espera ver cumplir ese sueño junto a todos los jóvenes que acuden a Brega Bien. Por esa razón, continuarán presentando el proyecto de los pines a empresarios así como desarrollando otros modelos donde vendan productos para obtener una ganancia. De esa forma, Morales explicó, Brega Bien podrá auto sostenerse. Es esta es una de las dificultades de las organizaciones sin fines de lucro en Puerto Rico, pues dependen de auspicios para funcionar, según destacó Morales.
Al lograr auto sostenerse, enseñarían a los jóvenes a “apoderarse” del proyecto y ser visibles a través de lo que hacen. De igual forma, Morales recalcó que cuando el joven complete los cuatro años y reciba el dinero acumulado por su trabajo en la cooperativa, su deseo es que la mirada del joven pueda “redefinir a su propia comunidad y decida que va a hacer”.
Finalmente, Morales mencionó que todos los jóvenes que reciben que tienen problemas se les recalcan tres principios: el reconocimiento, la validación y la celebración. Con esto se refirió a hacerle entender a través del programa Brega Bien (amparados de herramientas salubristas y educativas) que aunque hayan pasado por procesos donde se han equivocado, ese error no define quiénes son como persona. Sobre todo, que a través de proyectos como el plasmar su arte en un pin, existen “formas de bregar bien, que hay ofertas más allá del punto o de ganar dinero fácil”, expresó Morales.