Ese casi medio milloncito que pagó Héctor O’Neill a una mujer que lo acusó de hostigarla sexualmente parece que le saldrá más caro todavía.
En lo que ha sido un histórico y turbulento domingo para el Municipio Autónomo de Guaynabo, el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló Nevares, le exigió la renuncia al alcalde Héctor O’Neill. Además, le pidió a la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez Garced, que investigue a O’Neill . De esta forma, Rosselló busca darle fin a la controversia que mantiene el Partido Nuevo Progresista (PNP), tradicionalmente identificado con la derecha conservadora y religiosa, bajo fuego ante la opinión pública.
Son los capítulos culminantes del drama político partidista del momento. La semana pasada, se hizo público que O’Neill transó una querella de acoso sexual por $300 mil, radicada por una oficial de la Policía Municipal ante la Unidad Anti Discrimen del Departamento del Trabajo Federal. La querella indica que O’Neill – quien ante la opinión pública siempre se ha presentado como un hombre de familia – tuvo una relación consensual que duró cuatro años con la agente municipal Yenetamie Díaz Zayas. La oficial intentó terminar la relación en 2009, pues sostenía una relación con su actual compañero, un sargento de la policía.
Pero O’Neill, según Díaz Zayas, comenzó un patrón de hostigamiento y acoso en su contra. La agente se querelló, y el alcalde terminó pagando para silenciarla. Hasta incluyó $150 mil más para el sargento, según se supo. Además, a Díaz Zayas, se le restituyó a su puesto como oficial municipal. La presidenta del Panel del Fiscal Especial Independiente (FEI), Nydia Cotto Vives, confirmó esta pasada semana que O’Neill transó la querella de hostigamiento sexual en diciembre.
Al trascender esto en los medios, la reacción no se hizo esperar. Grupos feministas arremetieron contra el alcalde. Memes a granel – como este o este o este o este – al igual que exigencias de que el Alcalde renuncie inundan las redes sociales. Incluso, varias áreas públicas de Guaynabo, incluso la Alcaldía, aparecieron en la mañana de hoy con grafitis en protesta a las acciones de O’Neill
Ayer, sábado, Rosselló le dio 24 horas a O’Neill para que explicara la situación inmoral en la que incurrió como oficial gubernamental de alto rango y para que dijera de dónde salió el dinero para transar la querella. Pero O’Neill ignoró al presidente de su partido y se fue a comer patitas de cerdo en el Festival Mabó, junto a sus dos grandes cuates estadistas: el senador Carmelo Ríos y el representante Georgie Navarro.
Ese mismo sábado, el licenciado Roberto Alonso Santiago, del bufete Alonso Santiago, envió un comunicado de prensa a en la que indica que su cliente – a quien identificó erróneamente como “Yenetamine” Díaz Zayas, en vez de Yenetamie, que es como se escribe su nombre – ha autorizado las siguientes expresiones: “No existe controversia, reclamación, ni diferencias con el señor alcalde de Guaynabo, ni el Municipio. Las alegaciones que han trascendido sacan de proporción un asunto que ha sido resuelto por la vía legal y en un plano personal. No soy figura pública y no quiero afectar mi vida privada. Solicito respeto para mí y mi familia. En lo que a mí respecta, no habrá comentarios ni comparecencias para hablar de un asunto resuelto y concluido. Muchas gracias”.
Aunque indica que su “cliente” pide discreción, fue el propio licenciado Alonso Santiago el que reveló por vez primera a la prensa el nombre de la querellante, aunque mal escrito. ¿Y cómo se sabe que está mal escrito? Pues según dicta una declaración jurada que le filtraran a Telemundo durante la mañana de hoy, domingo, en la que la agente asegura que no dijo lo que el letrado Alonso Santiago dice que dijo el sábado, la querellante se llama Yenetamie Díaz Zayas, no “Yenetamine”. Al mediodía de hoy, domingo, el diario Primera Hora publicó una entrevista con el letrado, donde aceptó que las declaraciones de Díaz Zayas, a quien representó durante la querella a O’Neill, no fueron dichas textualmente por ella.
Si quiere echarle más sazón al personaje secundario del abogado, sepa que en la oficina del contralor aparecen dos contratos de Alonso Santiago del cuatrienio pasado con el Municipio de Guaynabo, para un total de $93,312.00. El primero fue en marzo de 2013 por $51,840.00, y el segundo en marzo de 2014, por $41,472.00. Ah, y también sepa que es amigo del actual presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, con quien compartió la defensa en el caso en que se exoneró al principal acusado en el sonado “caso Barbarita”. Son tan panas que hasta lo juramentó cuando el ‘Tiburón’ ganó su primera silla presidencial del Senado, en 2009.
Durante una conferencia de prensa en la mañana de hoy domingo y con la imagen de la declaración jurada quemando las redes sociales, O’Neill decía en una conferencia de prensa que no renunciaría. Allí recordó que no hay acusaciones en la Oficina de Ética Gubernamental y que los $450 mil con los que transó la querella por hostigamiento sexual no salieron de las arcas municipales, según una certificación de la directora de Finanzas del Municipio, Yazmín González Morales. La conferencia de prensa fue en las oficinas del abogado Joaquín Monserrate Matienzo, duró menos de 15 minutos y O’Neill se marchó sin responder preguntas de los periodistas.
Tras O’Neill mostrarse vago y reacio a responder, Rosselló Nevares, quien atendía una reunión de la junta directiva del PNP durante el día de hoy, le bajó el dedo al alcalde, pidiéndole su renuncia. En un comunicado de prensa, Rosselló Nevares dice de entrada que “la declaración que ha ofrecido el alcalde Héctor O’Neill no aclara la situación y mucho menos cumple con el requerimiento de información que le solicitamos”.
“Ante esa situación le solicito a Héctor O’Neill que presente de inmediato su renuncia al cargo de alcalde de Guaynabo y evite mayores problemas para él, el Gobierno Municipal y su familia”, sentenció el gobernador.
El primer ejecutivo añadió que “solicitamos una explicación transparente en respuesta a nuestro reclamo y eso no ocurrió, por lo tanto, el pedido de renuncia al alcalde es final y firme”.
“Es responsabilidad de todo funcionario público cumplir con las normas éticas más estrictas en el desempeño de sus funciones y en su vida personal. La política pública de nuestra Administración no tolera conducta impropia hacia la mujer, ni violaciones a la ley. Las explicaciones que el alcalde de Guaynabo ha ofrecido no aclaran la situación que se está ventilando en los medios de comunicación y laceran la confianza en el desempeño de sus funciones públicas”, agregó Rosselló Nevares.
El gobernador Rosselló Nevares expresó que “todos los funcionarios públicos y los oficiales electos por el Pueblo, deben tener presente, de manera prioritaria, nuestro compromiso de elevar la confianza pública hacia las instituciones de Gobierno y evitar cualquier situación que pueda lacerar o poner en duda la integridad y credibilidad de sus gobernantes”.
“En el plano político, como presidente del Partido Nuevo Progresista, le solicito a Héctor O’Neill que renuncie a todas las posiciones de liderato que desempeña en la colectividad”, concluyó Rosselló Nevares.
Pero el Gobernador no se conformó con ese azote público. Tras emitir ese comunicado de prensa, publicó en su cuenta de Twitter una imagen de otro comunicado de prensa en la que dice que le solicitó al Departamento de Justicia que investigue a O’Neill.
Sin duda, este drama está en sus episodios culminantes. Este es el mayor reto que O’Neill, considerado por muchos como uno de los pilares del movimiento estadista, ha enfrentado en su carrera política. Para Rosselló, es el primer gran obstáculo que enfrenta como gobernador dentro de la política partidista. ¿Cuál será el desenlace de este thriller político? ¿Quién saldrá airoso en el pulseo político partidista, el joven gobernador de segunda generación o el veteranísimo cacique del Valle del Mabó? ¿Aparecerán más personajes, como el hijo del alcalde O’Neill, quien, curiosamente, también recibió una querella de hostigamiento sexual? ¿O cómo el excomisionado de Seguridad, Carmelo Correa, a quien O’Neill ayudó a transar una querella de acoso sexual hace unos años con dinero del Municipio?
En la demanda federal por hostigamiento sexual, presentada en abril de 2010, la demandante, Maribel Montalvo Ruiz, reclamó $1.7 millones por el alegado patrón de acoso y represalias al que la sometió el demandado quien fue destituido por el ejecutivo municipal.
Los dejamos con el primer capítulo de este culebrón, el pasado mes de octubre, cuando un esquivo O’Neill rehusaba contestarle preguntas a la periodista Ivette Sosa. Aquí, se especifican detalles de la querella y el patrón de hostigamiento de O’Neill, que según la querellante incluyó al alcalde masturbándose en un escritorio, insultos, ataques de celos y cambios perjudiciales para su rutina de trabajo en la policía Municipal. ¿Renunciará O’Neill? Esto pica y se extiende.