No era Mario Bellatín como anunciaba el calendario, sino la argentina Elsa Osorio, quien junto a la mexicana Cristina Rivera Garza y la puertorriqueña Sofía Irene Cardona compartieron risas, ideas, achicaron diferencias y otras palabras rotas. La charla que llevó por título “Palabras rotas: llámenme caos” fue celebrada el pasado miércoles como parte del festival y estuvo moderada por el profesor y crítico Juan Gelpi. La conversación, en un cómodo sofá, dio paso a que las escritoras reflexionaran sobre temas actuales, sobre la violencia, la vertiginosidad con la que suceden las cosas hoy en día y, hasta sobre qué red social es más interesante, si Twitter o Facebook. Sofía Irene Cardona habló de lo caótico que le resulta a veces el área en que vive, caótico y provincial a su vez, del espacio de libertad que debe haber en la escritura para que el lector añada sentido. “El espíritu de lo que escribo no es el de crear algo roto, sino componer algo”. A la pregunta de Gelpi sobre la autoficción como campo fértil para la escritura, la también historiadora Rivera Garza habló sobre el lugar incómodo en el que el escritor debe instalarse para poder crear algo que tenga peso. “Desde la comodidad no se puede”. Por su parte, Elsa Osorio bromeó con la pregunta que le hicieran varios periodistas hace un tiempo con respecto a una novela suya en donde el personaje principal es una niña cautiva en plena dictadura argentina. “A la pregunta de que si la obra es autobiográfica, yo les respondía: no, mírenme aquí viva, si tuviese algo de biográfico estuviese muerta”, bromeó. Del mismo modo admitió que siempre hay mucho de cada autor en cada libro, en cada personaje. “Siempre se cuela algo irremediablemente”, sostuvo. Los blogs, el facebook, el twitter fueron temas que arrancaron carcajadas a los asistentes. Y es que Irene Cardona confesó, luego de haberlo negado, que tiene una página en facebook. Rivera Garza hizo lo propio: “desde hace unos meses estoy adicta al twitter”. Se analizó la inmediatez de estas plataformas, el alcance que tienen e incluso las narrativas erráticas, inconexas que se crean, y que no por eso deben pasarse por alto, todo lo contrario. Mientras esto ocurría, paralelamente se llevó a cabo la charla “La escurridiza realidad”, en donde participaron los escritores y también periodistas Rosa Montero y Martín Caparrós. Los archireconocidos escritores hablaron sobre la fina frontera que hay entre ambas escrituras. “El periodismo si se hace bien es también literatura”, dijo Montero. Al lugar común de por qué algunos deciden escribir, Montero se mostró esperanzada de que para algo sirve, Caparrós no. “Cada vez creo más, que vamos sabiendo menos”, dijo. ¿Y la escurridiza realidad? La realidad es caótica, el trabajo del escritor, así como el del periodista es hacer que ese caos se transforme en cosmos, subrayó Caparrós.