Entre la fanaticada en el juego de Cuba vs. Puerto Rico estaban un ex juez presidente del Tribunal Supremo, el monitor federal de la Policía, un vicepresidente “senior” del Banco de Desarrollo Económico—primo mío. Puerto Rico perdió. O sea, el equipo. Mi primo es tres años menor que yo. Sabe de béisbol lo que yo sé de. ¿Qué rayos es el Banco de Desarrollo Económico?
Perdimos por falta de bateo. Entre la primera y la segunda entrada me enteré que dos jugadores de la selección cubana habían desertado. Tienen que jurar no regresar a Cuba, no haber pertenecido al Partido Comunista. A cambio del juramento los equipos de grandes ligas les ofrecerán millones de pesos (dólares). Vaya, no es así como así. Pero en síntesis.
Dos noches antes, Carlos Pesquera invitaba a abogados estadistas a presentar una acción legal contra el Municipio de San Juan por no haber tocado el himno previo al partido entre Venezuela y Puerto Rico. También se molestó porque no ondeaba la bandera americana sobre la pizarra electrónica del Hiram Bithorn. Ver aquí: https://twitter.com/yonosoychatarra/status/562405341057789952 . Carlos Pesquera, es sabido, cree en la bandera americana y en la fuerza. Ver acá: https://www.youtube.com/watch?v=2tfSrGMnqAQ.
Yo creo que el banderín más lindo en todo el estadio es el de Roberto Clemente en su uniforme de los Cangrejeros. Y el de Willie Mays. Ahora bien, mi pelotero favorito de todos los tiempos es Carlos Delgado. Esto porque luego de la invasión de Estados Unidos a Irak, rehusó quedarse parado para el “God Bless America” durante la séptima entrada de cada juego en las mayores. En las mayores se juegan 162 partidos por temporada.
De acuerdo al dirigente de la novena cubana, los desertores traicionaron a la patria, cambiaron vergüenza por dinero. Si Puerto Rico fuera una nación independiente ¿tendríamos más vergüenza que dinero? ¿Podríamos abandonar el país libremente? ¿Jugaríamos mejor béisbol? ¿Soy yo o todas las preguntas acerca del status son nivel de escuela elemental? Y sin embargo.
Cuando tocaron el himno de Puerto Rico, yo hacía la fila para unas semillitas justo debajo del banderín de Clemente. Hubiera querido tomar asiento, emular a mi pelotero favorito. “Desertar”. Debe ser una tarea ardua, eso de mantenerse fiel a unos principios. ¿Habrá que jurar algo? ¿A cambio de qué obtienes dinero?