CANBERRA (Reuters) – Rescatistas intentan salvar este lunes a varias decenas de ballenas piloto que quedaron varadas en una isla cerca de Tasmania, al sur de Australia. Los rescatistas han dicho que sólo 54 de las 197 ballenas piloto que vararon el domingo por la noche en una playa de King Island, isla ubicada entre Tasmania y la costa australiana, aún siguen con vida. Aún así, las autoridades conservacionistas estaban confiadas en que aquellas que sobrevivieron podrían ser salvadas. Siete delfines también quedaron varados. “Es increíble, algunas mueren enseguida, algunas sobreviven por días. Las ballenas piloto son animales robustos, hemos tenido experiencia con ellas en el pasado”, declaró Chris Arthur, del Servicio de Parques y Vida Silvestre de Tasmania, a la radio estatal australiana. “Mientras estén vivas hay una oportunidad”, agregó. Con este último varamiento masivo en una playa, la cantidad de ballenas encalladas en el noroeste de Tasmania en los últimos tres meses trepa a más de 400 y se produce luego de la muerte de 48 cachalotes en enero. Los varamientos masivos de ballenas ocurren periódicamente en Australia y Nueva Zelanda por razones que aún no ha llegado a desentrañarse completamente. Entre las teorías se incluye la perturbación de su sistema de ubicación a través del eco, posiblemente por la interferencia de sonidos producida por actividades humanas en el mar. Arthur dijo que más de 150 personas que viven en las cercanías estaban ayudando a los funcionarios de parques a reflotar las ballenas que habían sobrevivido en una estrecha franja de arena en la playa de Naracoopa, y a llevarlas de vuelta al mar, donde un gran número de ballenas aún pululan. Las ballenas piloto, de color oscuro y con una panza gris, se encuentran entre las ballenas más pequeñas y suelen medir hasta 5 metros de largo.